El conjunto de Rubén Lorente fuerza el
tercer partido ante un Uni Girona inconstante (78-73)
Sotiriou abraza a María Revuelto - Teledeporte. |
“Con esfuerzo y trabajo
se puede conseguir todo”, decía, con lágrimas en los ojos y
pidiendo perdón por llorar, Rubén Lorente, el técnico de Unión
Navarra Basket: “No puedo ni hablar... [susurró]. Si algo tiene
este equipo es ambición. Vamos a ir a Gerona a ganar el partido y
nos enfrentaremos a Avenida. Hoy hemos jugado con el corazoncito el
99% del partido”. Las palabras y el rostro superado por las
circunstancias de Lorente se fundían con los saltos y abrazos de sus
jugadoras, eufóricas por forzar el tercer y último partido para
jugarse una plaza en semifinales. Es un grupo que hace poco más de
un año descendía tras una derrota, curiosamente, en su visita al
Uni Girona y que después se mantuvo en Liga Femenina por los
problemas económicos de otros, algunos de los cuales desaparecieron. Como Mann
Filter, desde donde llegó Aikaterina Sotiriou (Grecia, 1984), que se
dejó la piel y la nariz en una acción con Bravard. Soto, como la
llama su técnico, era una apuesta de Víctor Lapeña, que la había
dirigido en Zaragoza y quien se fue de Navarra a mitad de curso
porque no pudo rechazar la oferta de Perfumerías Avenida. Lorente ha
conseguido que su equipo crea en sus opciones y continúe haciendo
historia: de momento, tras su victoria en la prórroga por 78-73 ante
un Uni Girona que no supo frenar el ímpetu local ni sus errores de
bulto.
“Este equipo es un
ejemplo para las niñas que han venido”, continuó Lorente, que se
refería tanto a las jugadoras de la cantera de Unión Navarra Basket
como a las pequeñas que fueron al Polideportivo Arrosadía y no juegan en el club. Las locales
supieron gestionar mejor el tempo del partido que su rival, que se
había puesto por delante con un 5-11 (a los 3m 35s) en un arranque
espectacular de Noemí Jordana, que ya contabilizaba siete de sus 18
puntos. Y con nueve casi consecutivos replicó Patricia Argüello
(21-14 a los 11m 26s). Carbó empezó a afinar la muñeca como Monroe
y entre María Revuelto, Sotiriou, que le hacía un roto a Sarr, y
Laura Herrera hicieron posible que su equipo se fuese al descanso con
37-34 a favor, pese a otro arreón de Jordana. La base catalana
volvió a dar otro golpe en la mesa bien secundada por las pívots y Uni Girona
se distanció 43-51 (a los 28m 30s) tras un dos más uno de la
incansable Carbó.
En ese momento empezó a
ceder el conjunto de Anna Caula, descompuesto por los dos triples
seguidos de Revuelto o las dos acciones en un suspiro y al
contragolpe de Argüello. El partido se convirtió en un intercambio
de canastas sin respiro. Jordana empató con suspense a 66 –el
balón se paseó por el aro y acabó entrando– y Revuelto no acertó
con la acción que hubiese evitado una prórroga que Sotiriou jugó
con la nariz tapada y en la que desquició a Bravard y puso un 76-71
a poco menos de medio minuto. Una distancia insalvable para un Uni
Girona que no se encontró en Navarra (16 pérdidas por solo cuatro
recuperaciones) y que deberá recuperar su mejor versión en Fontajau
para alcanzar las semifinales. Un cruce por el que también suspiran
Lorente y sus pupilas. Todo corazón.
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