Diamantidis defendido por Sada - EFE. |
“Sabe lo que tiene que
hacer”, resumió Epi, una institución del barcelonismo. Hablaba de
Diamantidis, un jugador con duende, un maestro del control que
descontroló a un Barça que se frotaba las manos porque se veía
yendo al OAKA de Atenas con un 2-0 y que acabó cabizbajo, sabiendo
que ha perdido el factor cancha a favor que se había ganado por su
inmaculada trayectoria en la Euroliga. La estrella del Panathinaikos
congeló al Palau a 8'4 segundos con un triple tan bien ejecutado
como mal defendido por su extraño defensor, Jawai, que no le hizo
falta, como se había acordado en el tiempo muerto. El error del
pívot australiano se sumó a tantos otros, como los de Navarro y
Jasikevicius en las dos últimas oportunidades locales. La Bomba, que
también falló un tiro libre antes del triple decisivo de
Diamantidis, había sido el agitador de su equipo junto a Sada y el
propio Jawai para disfrutar de una ventaja cómoda (40-27 a los 22m
17s) que los visitantes supieron remontar con el encanto de
Diamantidis, la muñeca de Bramos y Ukic y la contundencia de Gist. Y por
los errores de un Barça golpeado por las bajas y obligado a ganar un partido en el infierno del OAKA.
“Cuando se dicen cosas
se tienen que hacer porque los detalles marcan mucho. Habíamos
hablado de hacer falta”, destapó Sada, que es “el único jugador
exterior del Barça capaz de bajar el rendimiento de Diamantidis”.
Otro apunte de Epi, que observó que los dos triples del genio griego
llegaron con Sada en el banquillo. Diamantidis tiró más tiros
libres (cuatro) que triples (tres) y no le hizo falta apuntar más
para ser fundamental para el devenir de un encuentro de nuevo repleto
de fallos y de nervios. De una cita de excesos, como dos pérdidas de
Wallace que pretendían ser asistencias hacia los pívots. En la
primera CJ engañó a todos con un reparto que despistó al receptor,
Jawai. Y en la segunda, Wallace le lanzó una piedra a Tomic. Dos
acciones que resumen la baja anotación de los jugadores interiores
locales, que se repartieron 12 puntos.
Lorbek estuvo fuera de
combate y apenas tuvo dos arrebatos, Tomic sufrió la dureza de Lasme
y fue menos incisivo que de costumbre y a Wallace le traicionó el
tiempo de posesión, pues metió una canasta fundamental fuera de tiempo,
como comprobaron los árbitros en el instant replay. Mientras que el
técnico del Panathinaikos Pedoulakis se ponía rojo como un tomate
diciendo que no era válida. Tanto él como varios miembros del club
habían calentado la previa haciendo dudar de la neutralidad
arbitral.
Navarro empezó juguetón
con cinco puntos seguidos, pero su equipo se atascó porque estaba
torpe para anotar de dos (1/7 en el primer cuarto) y se repuso de un
11-19 gracias a su tino con los triples y al concurso
de Abrines, que reaparecía tras perderse el partido precedente por
una gastroenteritis y demostró que está tan en forma como
convencido de sus posibilidades. Los azulgrana tardaron 22 minutos en
capturar su primer rebote ofensivo, de Jawai, que mejora con el paso
de los partidos y Xavi Pascual le premia con más papel. Como a Sada
en esta serie que se le complica al Barça. El base no dejaba de
darle vueltas a las últimas decisiones: “En los finales de partido
no quiero tirar una moneda. La gente que tenga miedo más vale que no
sea del Barça. Iremos a Atenas con mucha rabia y concentración para
ganar. Quien tenga miedo que no juegue a baloncesto”.
BARÇA 65 (11+21+18+15): Sada (6),
Navarro (20), Ingles (3), Lorbek (7) y Tomic (6) -quinteto inicial-,
Jawai (4), Abrines (10), Jasikevicius (2), Huertas (5) y Wallace (2).
PANATHINAIKOS 66 (16+11+21+18): Xanthopoulos (0), Diamantidis (10),
Maciulis (5), Tsartsaris (1) y Schortsanitis (4) -quinteto inicial-,
Ukic (8), Lasme (9), Gist (14), Bramos (13) y Banks (0).
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