viernes, 10 de mayo de 2013

El genio de Sergio Rodríguez y el ingenio de Reyes frenan a un Barça corajudo

El Madrid alcanza la final de la Euroliga 18 años después ante un rival que se olvida de sus bajas y  pierde el hilo al final (67-74)


Sergio Rodríguez repartió nueve asistencias - Reuters. 

Es un momento íntimo que prefería vivir solo, con la única compañía de una toalla colgada en el cuello y la mirada perdida en el suelo, pero Nate Jawai (Sídney, Australia, 1986) atiende a una periodista en el vestuario del O2 de Londres y luego hace lo propio con Jordi Robirosa, a quien confiesa que no se encuentra bien, que está decepcionado y triste por la derrota del equipo: “He intentado ayudar a mis compañeros. No sé cuánto tiempo durará mi lesión”. La cámara enfoca su maltrecho pie derecho, el que se lesionó cinco días antes ante la Penya y cuyo diagnóstico –rotura parcial del tendón peroneo lateral largo– le exigía reposo. Pero el pívot australiano, que rompe a llorar tras la entrevista, ha hecho de tripas corazón para jugar cojo minuto y medio arriesgándose a empeorar de su lesión. Su cometido es que Tomic, hasta ese momento la referencia interior exclusiva con 18 puntos, coja aire justo después de que el Barça remonte (44-45 a los 25m 1s) ocho puntos en contra. El pívot croata ya no vuelve a lanzar y entre el genio de Sergio Rodríguez (nueve asistencias) y el ingenio del capitán Reyes (17 puntos) lanzan a un Madrid capaz de recuperarse de un 61-52 a 7m 29s para acabar ganando por 67-74 –a pesar del acelerón de Huertas– y alcanzar la final de la Euroliga 18 años y contra el mismo rival, Olympiacos. Perdidos al final por sus concesiones en ataque y en defensa, los azulgrana jugarán por el tercer puesto contra el CSKA de Moscú.

Hasta ese parcial de 6-22 que decide el partido hay un Barça inmenso que se olvida de las bajas y de tener a varios jugadores tocados y que sabe llevar el partido a su terreno: posesiones largas, ritmo pausado y a no dejar casi que su rival corra como le gusta. Al principio Navarro ata en corto a Rudy, que como su equipo ni está cómodo ni puede tirar como le gusta. Mientras, La Bomba anota con facilidad (16-9 a los 6m 3ss) y Huertas dirige con frescura a unos azulgrana en los que Tomic está acertado incluso con los tiros libres. Llull recompone al Madrid con tres triples y Reyes y Sergio Rodríguez empiezan a hacer de las suyas, a aprovechar los despistes de un Barça sostenido por Tomic y que por momento es muy inocente, como Ingles haciéndole una personal a Reyes a poco más de dos segundos (33-39 al descanso).

Huertas y Tomic

Un mate de Begic (33-41 a los 21m 11s) parece impulsar al Madrid, pero los azulgrana responden con una canasta de Lorbek que entra llorando y la garra de Huertas y Tomic para remontar. El base brasileño anota ocho puntos casi seguidos -con dos triples incluidos-, Jasikevicius comparece con fuerza e Ingles –uno de los cuatro titulares que superan los 30 minutos en el partido– se marca otro triple (61-52).

El Madrid está en el dique seco. Eso es lo que indica el marcador, pero no. Encuentra de nuevo a Reyes, un ejemplo de tesón y coraje al que algunos parecen descubrir cada año. El capitán madridista da un par de zarpazos seguidos aprovechando que el Barça, en palabras de Huertas, “comete errores infantiles”. Continúa el actuación del mago de la chistera, un Sergio Rodríguez (nueve asistencias, seis en el segundo cuarto) que está jugando su mejor temporada y cumpliendo las expectativas que generó tras su apurado viaje a la NBA. El base canario enamora con su desparpajo y Jasikevicius y compañía se bloquean provocando contraataques fáciles de un rival que se pone 63-69 a los 2m 8s, tras otra acción de Reyes -“le llamamos relojito porque siempre está”, le elogia Laso- y un parcial de 2-17.

El rebote y las pérdidas minimizan a un Barça que no se rinde: a Lorbek duda y luego le faltan unos centímetros para meter el triple y a Tomic para capturar el rebote. Uno importante coge Mirotic, encogido gran parte del partido, y Navarro, bien defendido en el epílogo, no puede recibir. Huertas falla un triple, Sergio Rodríguez anota dos tiros libres y minimiza a Navarro, y un Rudy discontinuo se hace con la enésima pérdida de un Barça corajudo que pierde el hilo al final. “No hemos sabido jugar los últimos seis o siete partidos. Son oportunidades que no se pueden dejar escapar”, concede Navarro. “Nuestra defensa en el último cuarto ha sido clave”, dice Rudy. Y nadie como Jawai resume la derrota azulgrana. “Hay otro partido por el tercer puesto que no va a ser fácil jugar”, cierra Lorbek.


BARÇA 67 (18+15+18+16): Huertas (19), Navarro (9), Ingles (5), Lorbek (6) i Tomic (18) -quinteto inicial-, Sada, Abrines, Jasikevicius (6), Todorovic (2), Rabaseda, Jawai y Wallace (2). MADRID 74 (11+28+9+26): Llull (13), Rudy Fernández (8), Suárez (6), Mirotic (6) y Begic (4) -quinteto inicial-, Draper, Reyes (17), Sergio Rodríguez (12), Carroll (2) y Slaughter (6). Árbitros: Luigi Lamonica (ITA), Ilija Belosevic (SER) y Elias Korominas (GRE).

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