jueves, 6 de febrero de 2014

La maldición se apellida Rudez

El ala-pívot croata dicta la remontada del CAI Zaragoza, que vuelve a frustrar al anfitrión, Unicaja (74-79) 

Rudez trata de asistir a un compañero ante Dragic y Caner-Medley - ACB Photo. 
La imagen de Roll retorciéndose de dolor en el banquillo porque se le había desencajado un dedo de la mano izquierda contrastaba con la alegría de su afición por la noticia que estaba a punto de concretarse en la pista. Una parte del Martín Carpera estaba desengañada con su Unicaja. La otra celebraba la réplica del equipo del jugador herido, el CAI Zaragoza, vencedor por 74-79. Damjan Rudez (Zagreb, Croacia, 1986) resultó un puñal (4/4 en triples, 16 puntos) para el anfitrión, eliminado a la primera oportunidad en su Copa
del Rey, como le sucedió en las otras dos que organizó (2001 y 2007), y que volvió a perder ante un CAI contra el que había cedido en sus últimos cuatro enfrentamientos. El CAI Zeragoza luchará el sábado por un puesto en la final contra el Madrid (19:10 horas, La 1).   

A Unicaja no le sirvió de nada coger 14 rebotes más que su rival ni lanzar 18 tiros de campo y tres desde la línea de personal más. No le bastó porque, entre otras cosas, nunca encontró ni a Hettsheimer, testimonial con cuatro minutos, ni a dos jugadores que suspendieron por mucho la cita, Carlos Suárez y Toolson. El conjunto de Joan Plaza, además, tampoco pudo parar a Rudez, al que le pierde irse de tapas por el Tubo y se muere por unos buenos huevos rotos. El croata, que empezó a jugar al baloncesto de niño porque lo hacía su hermano, no tardó en fijarse en los Bulls por Toni Kukoc y Michael Jordan. Después, no tiene mal gusto, su reflejo fue un tal Dejan Bodiroga. 

De 1 y de 2 en sus inicios

Rudez es polivalente, puede llegar de 3 y de 4, aunque en sus inicios lo hizo de 1 y de 2. Esa experiencia le hace ser un jugador todavía más completo, como sufrió un afitrión que había empezado con Sergi Vidal como parche en la dirección y agarrado en ataque a Caner-Medley, que se jugó ocho de los primeros 14 de su equipo. El CAI Zaragoza era otra cosa: jugaba con más criterio, el que le sobra a Llompart, Rudez hacía de las suyas y Shermadini era el rey de la pintura (5-13 a los 5m 9s). 

Un secundario como Kuzminskas, que promedia 12 minutos por partido en la Liga ACB, agitó a Unicaja con tres canastas seguidas y alcanzó hasta 18 puntos en 16 minutos. Durante un momento el alero lituano contagió a Dragic y a Granger, desnortado ante la segunda parte para desconsuelo de un Unicaja que se había puesto por delante 38-26 a dos minutos del descanso y que vio cómo sobre todo entre Sanikidze y Rudez lideraban la remontada y defendían la victoria. A 1m 29s Rudez metió su cuarto y último triple (65-72) y Granger fallaba un tiro en suspesión y Llompart no fallaba desde la línea de personal (65-74). Antes de hacerse daño en el dedo Roll falló dos tiros libres y el triple de Dragic solo y Granger, con 72-76, estuvo a punto de hacerse de recuperar la pelota en la jugada que dejó malherido a Roll. Sufrido espectador de los último segundos de un triunfo merecido por un CAI Zaragoza que la volvió a lidar. La maldición para Unicaja se apellida esta vez Rudez.  

UNICAJA 74 (11+27+13+23): Unicaja: Vidal (0), Toolson (0), Suárez (0), Caner-Medley (21) y Hettsheimer (0) -quinteto inicial-; Sabonis (0), Granger (6), Vázquez (2), Kuzminskas (18), Dragic (18) y Stimac (7). CAI ZARAGOZA 79 (15+11+25+23): Llompart (5), Roll (11), Rudez (16), Sanikidze (12) y Shermadini (15) -quinteto inicial-; Jones (10), Stefansson (3), Tomàs (0), Tabu (7) y Fontet (0). Árbitros: González, Pérez y Cortés. Martín Carpena de Málaga. 10.700 espectadores.

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