La escolta recupera su esencia tras haber vuelto de su operación en el dedo para conducir a Rivas Ecópolis a la final ante un CB Islas Canarias superado
Queralt Casas - Foto: www.basketrivasecopolis.com. |
En un universo tan oportunista como el deporte, donde una jugada o un minúsculo detalle marcan la frontera entre los aplausos y los pitos, se utiliza, quizás demasiado, el verbo volver. Hay jugadores que vuelven tras partido y medio discreto. En el caso de Queralt Casas (Bescanó, Girona, 1992) sí que se puede hablar de doble regreso, todo en una misma serie, las semifinales de la Liga Femenina ante el CB Islas Canarias. En el primer partido volvió tras recuperarse de la rotura en el quinto metacarpiano que se produjo en la Copa
de la Reina de Torrejón de Ardoz y que le obligó a pasar por quirófano. Entonces jugó casi siete minutos (0/4 en tiros y tres rebotes). Más del doble de tiempo (19) disputó en el segundo, con 2/6 y dos robos. Queralt Casas necesitaba kilómetros para su puesta a punto tras más de un mes fuera de competición y se reencontró en el tercer y decisivo partido. Fue esa jugadora insaciable, un torbellino con muy buenas piernas, que le permiten ser una gacela y potenciar su capacidad de reacción. Esta vez Queralt Casas, a la que le sigue faltando tiro exterior, resultó incombustible para recuperar hasta seis pelotas, cuatro de ellas en un primer cuarto (15-10) en el que empezó a desequilibrar el partido con puntos —aportó cuatro de los nueve que sumó— y sobre todo intensidad. La que tuvo al completo Rivas Ecópolis, capaz de sentenciar su pase a la final al descanso (42-23) gracias también a los fogonazos de Rachel Allison, casi infalible, y a una Laura Nicholls muy suelta en la zona. El CB Islas Canarias, ahogado por la exigente defensa local y con su MVP ya cargada con tres personales (las mismas entonces que Rivas entero), acabó cediendo por 72-52 y perdió hasta 21 balones.
de la Reina de Torrejón de Ardoz y que le obligó a pasar por quirófano. Entonces jugó casi siete minutos (0/4 en tiros y tres rebotes). Más del doble de tiempo (19) disputó en el segundo, con 2/6 y dos robos. Queralt Casas necesitaba kilómetros para su puesta a punto tras más de un mes fuera de competición y se reencontró en el tercer y decisivo partido. Fue esa jugadora insaciable, un torbellino con muy buenas piernas, que le permiten ser una gacela y potenciar su capacidad de reacción. Esta vez Queralt Casas, a la que le sigue faltando tiro exterior, resultó incombustible para recuperar hasta seis pelotas, cuatro de ellas en un primer cuarto (15-10) en el que empezó a desequilibrar el partido con puntos —aportó cuatro de los nueve que sumó— y sobre todo intensidad. La que tuvo al completo Rivas Ecópolis, capaz de sentenciar su pase a la final al descanso (42-23) gracias también a los fogonazos de Rachel Allison, casi infalible, y a una Laura Nicholls muy suelta en la zona. El CB Islas Canarias, ahogado por la exigente defensa local y con su MVP ya cargada con tres personales (las mismas entonces que Rivas entero), acabó cediendo por 72-52 y perdió hasta 21 balones.
Culé confesa, Queralt Casas admira por encima de todos a Carles Puyol, por su liderazgo y entrega. Es una líder que lleva un curso irregular, quizás nostálgica tras la marcha al Nadezhda Oremburg de Anna Cruz, con la que formaba la pareja más fresca de la Liga. "¡Qué grande que es este equipo! Enhorabuena a Canarias por la gran temporada que ha hecho", escribió Queralt Casas en su cuenta de Twitter. No le falta razón. Su equipo no tuvo fisuras y no se relajó en la segunda parte, a pesar de que el CB Islas Canarias no tardase en perder por personales a Chelsea Davis, fundamental casi siempre y extraviada esta vez (-11 de valoración, 1/8 en tiros). Tampoco se encontró Chambers (3/18), tan incansable esta vez como imprecisa, quizás dolorida por su aparatosa lesión de tobillo en el encuentro anterior. Tampoco Ndour anduvo fina, por más que cogiese hasta 12 rebotes, tres en una misma jugada en el primer minuto. Patricia Cabrera, la heroína del primer partido de la serie con un triple final, no lanzó ni una vez desde más allá de 6'75.
Halvarsson se gustó en el tercer cuarto, cuando entró por primera vez la fulgurante Vega Gimeno, que sigue en estado de gracia y puso la máxima renta (62-31 a 9m 5s). José Ignacio Hernández dio carrete a las jóvenes Quevedo, Muhate y Hermida, Ocete redondeó un partido muy completo por su parte en todos los aspectos, y las visitantes redujeron las distancias de la mano de una Yurena Díaz tan suelta como al inicio para poner punto y final al curso de su equipo, excepcional.
RIVAS ECÓPOLIS 72 (15+27+17+13): Bermejo 0, Casas 9, Eldebrink 9, Nicholls 9 y Halvarsson 6 —quinteto inicial—; Ocete 13, Hassell 0, Allison 15, Gimeno 9, Muhate 0, Quevedo 2 y Hermida 0. CB ISLAS CANARIAS 52 (10+13+6+23): Díaz 12, Cabrera 2, Chambers 12, Ndour 12 y Davis 2—quinteto inicial—; Mongomo 5, Ndoye 6, Cissé 1, Pérez 0 y Tineo 0. Árbitros: José María Terreros San Miguel y Jorge Muñoz García. Eliminada Chelsea Davis (min.22). Incidencias: Unos 1.000 espectadores en el Cerro del Telégrafo.
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