El escolta mallorquín desquicia a Rudy y tritura al Madrid junto a Papanikolaou
Abrines, durante el partido - Foto: ACB Photo. |
Tiene un pulso privilegiado. No sólo porque dispone de buena muñeca y saber leer el juego, ver cuándo tiene dedicarse a defender y cuándo puede permitirse lanzar. También porque Àlex Abrines (Palma de Mallorca, 1993) es consciente de que todavía es joven y que por mucho que en el pasado, sobre todo en su época en el Unicaja y su reconocimiento como MPV en el Europeo sub 18 de 2011, le redactasen un futuro repleto de éxitos, le queda mucho por aprender. En la pista demuestra que es una esponja y que
aprende a gran ritmo. Esta vez Abrines, inmenso con 20 puntos (3/3 en tiros de dos, 4/5 triples), retrató a Rudy Fernández, mejor escolta para la Euroliga y desquiciado después de que el azulgrana le hiciese un tapón. Rudy entendió que le había rematado con la pierna y se encaró al que algunos señalan como su sucesor. Fue casi la despedida del jugador del Madrid, que se puso a aplaudir una personal en ataque de Slaughter, gruñó y fue excluido. La imagen de la impotencia de su equipo, inferior desde el principio a un Barça también lanzado por Kostas Papanikolaou (18 puntos y 12 rebotes) en el Palau (86-75), en el ensayo previo a las semifinales de la Final Four de Milán.
"Hemos jugado muy seguros en defensa al inicio", dijo en Esport 3 Abrines, al que le faltó añadir que desactivaron a un Madrid que perdió intensidad y hambre con la baja a última hora, y por precaución, de Felipe Reyes. El Barça supo estar por todos los detalles y multiplicarse con un Papanikolaou omnipresente (cuatro recuperaciones, las mismas que un Madrid que perdió 16 pelotas) que destacó que su equipo había jugado con "mucha energía". El griego, muy irregular este curso, jugó su mejor partido como azulgrana y se vació incluso en las celebraciones. Debe ser puntal en la Final Four de Milán, en la que debería tener minutos Pullen, capaz de cualquier diablura.
Tomic, imparable al inicio
Aunque es Huertas quien se postula como el jugador clave en la Euroliga, por más que esta vez estuviese errático y dubitativo en el tiro (2/10). Algo que suplió repartiendo hasta nueve asistencias (una menos que el Madrid) y encontrando, entre otros, a un Tomic imparable que a los 11 minutos ya había anotado sus 12 puntos.
Al conjunto de Pablo Laso le faltó brújula, pues a Llull le costó entrar en el partido y Sergio Rodríguez asumió mucha responsabilidad, pero más allá de unos buenos arrebatos en el segundo cuarto sólo estuvo cómodo con el partido decidido, después de que Abrines soplase, superado por sí mismo. Le estaba saliendo todo (70-45 a los 27m 23s). Cuestión de pulso.
BARÇA 86 (21+21+30+14): Huertas (6), Oleson (5), Papanikolaou (18), Lorbek (6) y Tomic (12) –quinteto inicial-, Dorsey, Sada, Abrines (20), Navarro (3), Lampe, Nachbar (6) y Pullen (10). MADRID 75 (10+22+18+25)Reial Madrid: Llull (13), Rudy Fernández (4), Darden (2), Mirotic (19) y Bourossis (9) –quinteto inicial–, Díez (3), Rodríguez (13), Carroll (3), Mejri (5) y Slaughter (4). Árbitros: Martín Bertrán, Peruga y Pérez.
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