De la imprudencia de Márquez a la inteligencia de Lorenzo

Obcecado por acabar con gomas lisas bajo la lluvia, el líder se cae como Pedrosa y el piloto de Yamaha logra su primer triunfo del curso  en Alcañiz

Jorge Lorenzo festeja su triunfo en el GP de Aragón. 

No entiende de límites Marc Márquez (Cervera, Lleida, 1993), capaz de enganchar a MotoGP a espectadores que nunca había visto una carrera de moto y a los que ha convencido con sus locuras. Con ese espíritu que le hace sonreír ante el esfuerzo y disfrutar en el cuerpo a cuerpo. Para Márquez no hay mejor victoria que cuando se encuentra con al menos un rival con el que tiene un doma y daca generoso: ahora te adelanto, pero esta te la devuelvo. El guión que en Alcañiz escribió con Iannone,
el primer caído del día; en menor medida con Dani Pedrosa; y sobre todo con un Jorge Lorenzo que salió séptimo y completó tercero la primera vuelta. Marc y Jorge mantuvieron un duelo fantástico hasta que el balear observó que no podía tirar más con los neumáticos lisos bajo la lluvia, con lo que el líder se escapó con Pedrosa. La pareja de Honda no quiso cambiar la moto, cosa que sí hizo Lorenzo, más inteligente que sus rivales, que acabaron por el suelo. Previo paso por boxes, Márquez y Pedrosa pudieron continuar para concluir 13º y 14º, respectivamente. Muy lejos de un Lorenzo que festejó su primer triunfo del curso y también el primero de su carrera en MotorLand Aragón. Una victoria, recalcó el piloto de Yamaha, de "tanto esfuerzo y tantas horas de sacrificio", en una jornada impagable para Aleix Espargaró, autor del primer podio para una open. Un segundo puesto ganado por arriesgarse y ser el primero en cambiar la máquina. Crutchlow fue tercero, a escasas milésimas de Espargaró. 

Ni ante una equivocación tan grande perdió la sonrisa Márquez, que se paseó con la bandera de su club de fans. Después colgó un imagen en Twitter en la que la tela le tapaba la visión: "¡Hemos apostado al rojo, pero hoy ha salido negro! #noveoná". "He comprobado con la caída que el riesgo ha superado a los límites", dijo a la prensa: "Ha sido un error mío y lo bueno es que al final no hemos perdido puntos [Rossi se quedó a cero, y Pedrosa acumuló dos, uno menos que el líder], pero sí que he aprendido la lección". 

"Ha sido un poco de suerte y de usar la cabeza", resumió un eufórico Aleix Espargaró, al que corrió a abrazar su hermano Pol, sexto. Repartiendo achuchones y señalando a la grada y a cada uno de los miembros de su equipo andaba Lorenzo. Su primera frase a Melissa Jiménez en Telecinco fue acordarse de su actuación en Assen, "donde recibí algunas críticas y [me] fue fatal [acabó 13º, su peor puesto en MotoGP]". Entonces, en una pista ni muy seca ni muy mojada, "no pude ser valiente ni rápido en estas condiciones. Era el piloto con más miedo en la pista [en contraste con cómo había corrió un año antes en el mismo circuito: justo después de salir del quirófano tras destrozarse la clavícula]". Esta vez, en un curso que empezó con una caída en Catar y una sanción por salir antes de tiempo en Austin, Lorenzo volvió a subirse a lo más alto del podio tras acumular cuatro segundos puestos seguidos y sobre todo de ganar confianza y entrenarse mejor. Su consuelo debe ser el subcampeonato: está a 15 puntos de Pedrosa y a 12 de Rossi. A 90 está Márquez.