La perla croata, que apenas está contando con minutos, bate su récord anotador en la Euroliga ante un gran Olimpia Milano (84-80)
Hezonja, en el partido de ida con el Olìmpia Milano. |
De perfil, jugando con el balón y con la mirada perdida aparecía Mario Hezonja (Dubrovnik, Croacia, 1985) siguiendo un entrenamiento de pretemporada del Barça. El reportaje, firmado por José Ignacio Huguet para Mundo Deportivo en agosto de 2012, le presentaba como "un chico muy joven, de apenas 17 años, con los ojos muy abiertos (...) llamado a ser uno de los grandes jugadores del basket europeo en los quince años". El periodista aseguraba que el fichaje era inminente tras meses de negociación con
el KK Zagreb. Hezonja firmó por siete años con el Barça y no tardó en sacar su genio y su ingenio en el filial, para ser un gran activo de la LEB Oro. "Es capaz de conseguir lo que se proponga, pero tiene mucho por aprender, como pulir su hambre y no pasar del blanco al negro", decían en su entorno, antes de su notable debut con los mayores en el Abdi Ipecki de Estambul ante el Besiktas. Cinco meses más tarde se estrenaría en la Liga ACB ante el Obradoiro. Desde entonces, Hezonja ha tenido oportunidades puntuales: lleva 329 minutos, repartidos en 31 partidos, en el torneo doméstico, y 140 minutos en 20 encuentros en Euroliga. En el último, ante un excelente Olimpia Milano que resistió hasta el límite (84-80), logró su récord en el máximo torneo continental, 13 puntos.
En la séptima victoria en siete partidos de los azulgrana, la perla croata se mostró como lo que es: un tipo valiente y decidido que no se esconde. A veces le pueden las ganas de hacerlo bien y se precipita y/o se carga de personales. Pecados de juventud, pero también de amor propio. Hezonja necesita jugar para curtirse, pero no puede hacerlo tanto lo que le gustaría. Aunque tampoco busca excusas en que Xavi Pascual no le dé bola suficiente ni se refugia en los cantos de sirena de la NBA. Prefiere escuchar y aprender de sus compañeros, como de Oleson, al que se unió para rescatar en el final del tercer cuarto (43-54 a los 26m 19s) a un Barça golpeado continuamente por Hackett y Brooks. Aunque luego le pitaron una técnica, Hezonja supo navegar en arenas movedizas y ser fundamental como Tomic o Abrines. A éste sustituyó el croata la primera vez a la pista, con 16-28 al inicio del segundo cuarto. Con sus puntos Hezonja rebajó las diferencias al descanso (36-42). En declaraciones a RAC1 elogió al Olimpia Milano y a Xavi Pascual, porque "nos ha rotado a todos" viendo cómo sufría físicamente su rival.
BARÇA 84 (16+20+21+27): Marcelinho (7), Navarro (0), Thomas (7), Doellman (6), Tomic (18) –quinteto inicial–; Hezonja (13), Abrines (11), Satoransky (8), Pleiss (0), Oleson (10), Lampe (2) y Nachbar (2). OLIMPIA MILANO 80 (19+23+14+24): Hackett (21), Brooks (11), Melli (8), Samuels (16), James (4) –quinteto inicial–; Ragland (6), Cerella (8), Mecham (4) y Kleiza (2).Árbitros: Gkontas (Grecia), Javor (Eslovenia) y Maricic (Serbia). Señalaron faltas técnicas a Hezonja y Melli. Palau Blaugrana. 5.242 espectadores.
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