Guerreras de plata

España oposita por el oro europeo ante una Noruega que se lo lleva por sexta vez (28-25)

La selección festeja su medalla de plata en el Europeo de Hungría. 

"Hora de dormir, hora de soñar... ¡Buenas noches!", escribía en su cuenta de Twitter, se supone que justo a ir antes de acostarse Eli Pinedo (Amurrio, Álava, 1981). Horas después se hacía un selfie con el resto de sus compañeras en el podio del Europeo de Hungría. Eran de plata y no era de oro, como era su deseo y como las vemos nosotros. El experimento no le saldría del todo bien a Pinedo, pues acabó colgando otra que les hizo un miembro del cuerpo técnico. Las 16 jugadoras de la selección de balonmano aparecen
con una sonrisa radiante, a la altura de sus méritos, su cuarta medalla de la historia, la segunda de plata en el torneo continental, ante una Noruega a la que pusieron en aprietos y que acabó ganando su sexto oro europeo por 28-25. 

La reacción de Las Guerreras, ya con las medallas en el cuello y equipadas con el chándal de la España, nada tenía que ver con las lágrimas del final del partido. Las de Lara González o Carmen Martín. Nerea Pena hacía honor a su apellido, como si no hubiese sido el pulmón del equipo con 10 goles, el último (26-25, a los 54m 45s) desde los 7 metros. Ése fue uno de los talones de Aquiles del conjunto de Jorge Dueñas ante Noruega (6/10). Otro fue Silje Solberg, de rostro angelical y recursos de pulpo: 16 paradas. Un par de ellas acabaron de decantar el Europeo a favor de Noruega, la gran favorita: Bea Fernández se topó con ella, igual que Naiara Egozkue, ésta ya con 27-25 y tras el penúltimo tanto de la imparable Koren 10/10. A Carmen Martín le había faltado muy poco para empatar a 26 un encuentro en el que España tuvo una extraordinario puesta en escena con un 5-10, una Silvia Navarro colosal y Barbosa y Pena muy enchufadas. Las exclusiones penalizaron a una selección que llegó al descanso con una mínima ventaja (11-12), tras un gol sobre la bocina de Macarena Aguilar, imán para provocar 7 metros. Hasta cinco sacó. 

Silje Solberg, un muro

Se estrenaron tres jugadoras que no habían tenido acierto hasta entonces (las dos Elis,  Pinedo y Chávez, y Marta Mangué), resurgió Carmen Marín... Pero Solberg se convirtió en un muro y Noruega se aprovechaba del mínimo error para montar contraataques, para disfrute de Koren, Sanna Solberg o Betina Riegelhuth (26-22 a los 51m 13s). No se rindió la selección, que persistió hasta el final, aunque no le alcanzó su garra.    

Las Guerreras tienen el aroma de la selección de waterpolo, pues, como ellas, son capaces saber sufrir en las situaciones más peliagudas. Sólo hace falta revisar el partido de semifinales ante Montenegro y ver cómo respondieron ganando a Dinamarca tras perder ante Noruega y Rumanía, y repasar su pleno de victorias en la primera fase en el peor grupo (Polonia, Rusia y Hungría). También tienen la frescura de la selección de baloncesto. 

No es que el deporte femenino esté de moda. Es que, simplemente, triunfa con muchos menos medios. Ahí está Mirea Belmonte con sus medallas y récords; Ruth Beitia enseñándonos que tiene el secreto de la eterna juventud; Carolina Marín recordando que se puede ser pionera sigilosamente... Ya lo dice, en tono reivindicativo, Jorge Dueñas: "No podemos vivir del deporte masculino eternamente".   

NORUEGA 28: Solberg; Riegelhuth (10, 5p), Loke (2), Alstad (1), Kristiansen (1), Oftedal (2) y Herrem —equipo inicial— Sando (ps), B. Riegelhuth (2), Arntzen, Breivang, Mork (7, 1p), Karlsson, Jakobsen, S. Solberg (3) y Wibe. ESPAÑA 25: Navarro; Carmen Martín (4, 1p), Mangué (3), Pena (10, 5p), Barbosa (4), Eli Pinedo (1) y Eli Chávez (1) —equipo inicial— Temprano (ps), Marta López, Núñez, Bea Fernández, Aguilar (2), Escribano, Lara González, Elorza y Egozkue. Marcador cada cinco minutos: 3-2, 3-4, 5-7, 6-10, 7-11 y 10-12 (Descanso) 16-15, 19-18, 22-20, 25-21, 26-25 y 28-25. Árbitros: Bonaventura y Bonaventura (FRA). Excluyeron a Solberg, Riegelhuth (2), Wibe, Barbosa, González (2), Chávez y Pinedo