Cronómetro de Récords habla con la alero de Perfumerías Avenida tras la final de Copa
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Marta Fernández señala el número de Copas que tiene: seis. Foto: Toni Delgado. |
Tiene a más de media docena de chavales pendientes de cualquiera de sus movimientos, de un pestañeo. Una chica en concreto coge y traga saliva cada cierto tiempo. Se muere de ganas de pedirle un autógrafo o una foto. Todos esperan a que Marta Fernández (Badalona, 1981) acabe su entrevista con Cronómetro de Récords. La alero del Perfumerías Avenida no suelte su réplica de la Copa de la Reina ni por casualidad. Con sus dedos marca el número de Copas que tiene: seis. Símbolo de su longevidad en la pista.
Toni Delgado / Torrejón de Ardoz
—Lo que llevas en el cuello es casi un collar para ti y para tu familia.
Sí [se ríe]. Ésta es mi sexta Copa. Mi hermano también lo hace. Imagínate, tenemos bastantes redes en casa.
—[Bajo la voz]. Esa chica de verde está tensa, pendiente de hablar contigo. Es lo bonito del deporte.
Sí, es un orgullo y lo valoras de una forma muy especial. Ver que la gente te aprecia y valora tu trabajo y que eres un ejemplo en el que se fijan. A mí me gusta mucho ir los partidos de niñas pequeñas porque les hace muy ilusión y sólo con un autógrafo o una foto las haces muy felices.
—Vives en una eterna juventud. Hoy me han dicho que no te gusta demasiado que te digan la edad. Que te enfadas de coña.
[Se ríe]. No tengo ningún problema con decirla. Tengo 33.
—Envíale un mensaje a la FEB para que cambien algo en tu ficha. Sale que naciste en Badalona.
Sí, nací en Badalona.
—Estaba convencido [servidor y unos cuantos más] de que era en Palma de Mallorca...
No, pero cuando tenía un mes nos fuimos a vivir a Palma de Mallorca.
—Habrá que actualizar los artículos.
Me siento medio catalana y medio mallorquina.
—Pasa el tiempo y sigues igual, aunque hay un aspecto que no acabas consolidar: el triple.
Poco a poco. Este año estoy mejor desde esa distancia. La clave creo que es disfrutar. Siempre me he cuidado mucho y estoy muy tranquila en la pista y feliz en Salamanca.
—Les gustas a los hijos y a las hijas de los que te siguen desde hace años.
¡Todavía sigo aquí! [Nos reímos]. Es bonito. El año pasado era la más veterana del equipo. Éste lo es Anna [Montañana]. Empiezo a ver a gente joven como Ángela Salvadores, que tiene 17 años. En semifinales tuve que defenderla.
—¿Qué aptitudes le viste ayer y otros días?
Ángela Salvadores vivía su primera Copa, y tenía nervios y ganas de demostrar su calidad. Creo que tiene muchas posibilidades. Le irá muy bien irse a Estados Unidos cuatro años. Es una jugadora con mucho talento.
—¿Cómo definirías al equipo? Es un equipo lleno de estrellas donde todo el mundo se siente súper normal.
Y tanto. Ésta es la clave. Hemos conseguido sacrificar las individualidades por el colectivo. Quizás no necesites hacer 20 puntos, sino que lo importante es que cualquiera puede ser determinante en cualquier momento.
—En tu caso, desde que llegaste a Salamanca, siempre has tenido esta actitud. La actitud de no reclamar nada, aprovechar tus minutos.
Estoy haciendo temporadas muy regulares aquí y me encuentro muy bien. Unos entrenadores te piden unas cosas u otras. Ahora me piden defensa, salir al contraataque, correr... Sacrificar la anotación. Antes era más anotadora, pero ahora, con los años, aprendes qué es importante en un equipo. Son aspectos que quizás no se ven tanto en las estadísticas: defensa, rebote... La experiencia ayuda mucho a hacer equipo.
—Angelica Robinson estaba muy emocionada con el MVP.
Es súper sensible. Conseguir dos consecutivos MVP es una pasada. Ha empezado un poco nerviosa el partido, pero después se ha entonado. Angel marca las diferencias.
—Me alegro. Esta victoria también es un poco para Max [su perro].
No me digas... Que lloro... [Empieza a llorar un poco]. Antes de Navidad se fue, pero... No me esperaba [la pregunta]...
—Es importante recordar a un ser querido para fue él para vosotros.
Se fue muy mayor y disfrutó. Esta Copa se la dedico sobre todo a mi familia, a mis abuelos, a mi hermano, a mi gente... A los que desde que entré en el Segle XXI hace 20 años me han apoyado.
—Hace tiempo que te quiero preguntar una cosa y nunca me acuerdo. ¿Qué pasó con el juicio del UB Barça?
Cuando desapareció estaba jugando en Los Ángeles [en las Sparks] y nos debían dinero. Fuimos a juicio casi todas las jugadoras, pero como desapareció... No acabamos cobrando lo que nos debían.
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