domingo, 21 de junio de 2015

La final de la Liga ACB jugada con apetito y sin alma

Llull y Rudy lideran a un Madrid coral ante un Barça lastrado por un primer cuarto escandaloso (100-80)

Llull lanza ante Tomic. Foto: ACB Photo. 

—¿Qué tiene que cambiar para que le ganéis al Madrid en su casa?
—Tenemos que mejorar. 
—¿En qué?
—En todo. 

Un día y medio después de la respuesta de Mario Hezonja en la sala de prensa del Palacio de los Deportes del Madrid, el Barça empeoró en todo. El día en el que a los azulgrana se
les tenía que exigir un plus de concentración y de energía, salieron destensados y contemplativos. Sin brújula ni convicción. Sintomático que Xavi Pascual cambiase a sus dos bases en los primeros siete minutos e igual de preocupante que el entrenador no pidiese ni un tiempo muerto en la primera parte. Tampoco en el primer cuarto más desigual en la historia de las eliminatorias por el título de la Liga ACB (31-10), con un 7/7 en triples del Madrid, y 5/5 de un Sergio Llull luminoso que va camino del MVP de la final. Sólo Rudy Fernández, que cada vez es mejor lector en la pista, puede discutirle el reconocimiento si la final sigue así. El conjunto de Pablo Laso se impuso por 100-80, domina por 2-0 y está a un triunfo de ganar la Liga ACB y completar una temporada perfecta tras levantar la Supercopa, la Copa y la Euroliga. 

"Esto es lo que pasa cuando un equipo sale a la expectativa", reconoció Abrines, titular, cambiado en el primer cuarto y que no volvió a la pista hasta el último minuto del tercer cuarto. Le dio tiempo a meter, sobre la bocina, un triple sobre surrealista y anecdótico (75-56). Lampe, de los mejores en el primer partido, salió en el quinteto inicial y no volvió a aparecer. Y Jackson debutó en el playoff, pues entró en la convocatoria por un Navarro lesionado.    

Hezonja estuvo estuvo tieso, lejos de ese jugador capaz de todo que acercó 72-70 a poco más de un minuto en el primer partido de la serie y minimizó los daños (78-72). Esta fue vez Doellman (24 puntos y 5 rebotes, tres de ellos ofensivos) quien impidió una derrota histórica. Slaughter y Ayón se pusieron las botas en la pintura ante un Tomic muy tenso y empequeñecido que sólo se reconoció en un mate en el último minuto. Felipe Reyes volvió a ser infatigable y coleccionó canastas sencillas como Carroll. De Oleson no hubo noticias, Satoransky despertó muy tarde y Huertas mostró su versión más discontinua. Pero lo más preocupante para el Barça, más allá del marcador, fue su falta de apetito y de orgullo. Una actitud que le sobra al Madrid de Pablo Paso, inconformista ante un público que le exigía llegar a los 100 puntos. Y llegó para desconsuelo de un Barça desolado que tiene que cambiar mucho para alargar la serie en el Palau. 

MADRID 100 (31+18+26+25): Llull (24), Rivers (5), Rudy Fernández (17), Reyes (6) y Ayón (12) -quinteto inicial-; Rodríguez (4), Carroll (9), Maciulis (5), Slaughter (5), Nocioni (7), Mejri (6). BARÇA 80 (10+22+24+24): Satoransky (10), Abrines (9), Thomas (1), Lampe (-) y Tomic (11) -quinteto inicial-; Nachbar (5), Oleson (1), Huertas (7), Doellman (24), Pleiss (4), Hezonja (5) y Jackson (3). Parciales: 31-10, 18-22, 26-24, 25-24. Árbitros: García González, Pérez Pérez y Bultó. Barclaycard Center: 12.924 espectadores.

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