María Pina, con la primera Copa de la Reina de Conquero. Foto: Toni Delgado. |
María Pina (Valencia, 1987) tiene los ojos rojos mientras corta la red de una canasta del José Antonio Gasca. Es muy expresiva en cualquier contexto. Por eso no duda en hacerle caso al fotógrafo y mecer la primera Copa de la Reina de Conquero. "No, la réplica, no. Espérate un momento, que voy a coger la grande", le dice la alero valenciana a Cronómetro de Récords. En Huelva ha crecido y ha rescatado su potencial. Sus años de títulos y pocos minutos en Salamanca parecen lejanos.
Toni Delgado / San Sebastián
Toni Delgado / San Sebastián
—Has fallado tus cinco primeros tiros y no has tirado en el segundo, pero, poco a poco, has ido encontrando tu sitio. Este año estás muy a gusto en la pista.
He asumido los tiros que tengo que asumir. Ser muy duras en defensa nos permitía también un margen de error en ataque. Hemos cumplido perfectamente con el plan.
—Ayer Rosó [Buch] me decía que juega mejor cuando no tiene miedo y hacerlo, muchas veces, depende de la confianza que tengan en ti el entrenador y las compañeras.
A mí me pasa igual. Hemos jugado sin miedo, siendo nosotras mismas y sin mirar a quién teníamos delante. Pero, insisto, siempre sabiendo que en defensa es donde no podemos fallar.
—¿La clave de la victoria es la unión del grupo? Habéis tenido retrasos en las mensualidades y mucha gente no apostaba demasiado por vosotras en la Copa.
La clave ha sido ser fieles a nosotras mismas, hacer los tiros que hemos hecho y no dejar de animarnos las unas a las otras. Hemos buscado el lado positivo de las cosas, y hemos disfrutado de lo que somos.
—Tienes una relación muy intensa con María Asurmendi. ¿Qué le has dicho cuando se ha acabado el partido?
Le he dicho: "¡Tenemos una!" Y ella: "Es un sueño hecho realidad". El equipo lucha muchísimo, ve un montón de partidos, intentamos prepararnos lo máximo... De hecho, ayer cuando acabamos estábamos en la cena viendo el partido de la otra semifinal, Perfumerías Avenida-Uni Girona.
—¿Durante la cena?
Sí, no había tiempo que perder. Sabíamos que teníamos que descansar pronto. A Asun la quiero muchísimo. Le deseo lo mejor siempre. Si es a mi lado, perfecto, y si no es así, que todo le vaya genial también. Es una chica estupenda.
—¿Qué me dices de la capitana [Itziar Germán]? Es embajadora del club y de la ciudad.
Itzi transmite perfectamente cuáles son las señas del club: lucha, entrega, sacrificio y compromiso. Todas la seguimos.
—¿Desde que aterrizó en Huelva y con Gabi Carrasco de entrenador en qué crees que ha mejorado María Pina, además de en jugar mucho más?
A veces soy una jugadora demasiado correcta. Quizá Gabriel me ha dado esa manga ancha, libertad para poder fallar, meter, defender y hacer cosas. Él sabe que todo lo hago por y para el equipo.
—¿Eres una jugadora descarada que se corta un poco?
Lo era. Ahora creo que no me corto un pelo porque trabajo para ello y mis compañeras confían en mí. Lo noto.
—¿Qué le dirías a esas jugadoras con tu perfil que no se atreven a dar el paso?
Que lo den. El baloncesto es atreverse, equivocarse, aprender y divertirte.
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