La base-escolta catalana levanta su primera Euroliga con el Dynamo Kursk de Lucas Mondelo y César Rupérez
Anna Cruz y McCoughtry miran sus medallas de campeonas de la Euroliga. Foto: Getty Images. |
El realizador repara en Anna Cruz (Badalona, 1986) y Lucas Mondelo (l'Hospitalet de Llobregat, 1967), abrazados en el DIVS Sport Hall de Ekaterinburg. La jugadora se seca las lágrimas y mira a su entrenador, al que parece estar agradeciendo que la hiciese crecer en el Olesa, le haya dado responsabilidad en situaciones límite en la selección y la fichase en verano para el Dynamo Kursk. Con el equipo ruso ambos (y otro español, César Rupérez, ayudante de Lucas Mondelo) acaban de proclamarse campeones de Europa de clubes tras
superar al Fenerbahçe por 77-63. "Anna, disfruta de tu sueño con tus compañeras. Ya tienes la Euroliga. La hemos conseguido juntos [e invictos]", parece decirle su entrenador, que también ganó el trofeo con Perfumerías Avenida.
Después, Anna Cruz, con poca puntería en la final (cinco puntos en 2/8 en tiros de campo, aunque cinco asistencias y dos rebotes), se queda observando, embobada, su medalla de campeona de Copa de Europa. Había perdido la final en 2012 con Rivas Ecópolis, su último club en España, y el curso pasado con Nadezhda. A falta de 6m 50s, con 62-60, inició el parcial definitivo de 13-0 con el que se finiquitó el partido y del que fueron también partícipes sus compañeras más entonadas (Prince, Ogwumike y McCoughtry, proclamada MVP). McCoughtry fue quien despertó a un Dynamo Kursk que empezó perdiendo 0-10, se escapó 31-21 y volvió a distanciarse 48-34 después de una tremenda réplica de Candace Parker. Quigley lideró la reacción turca sumando 13 de sus 19 puntos, pero ninguna compañera la suplió cuando dejó de anotar.
"Con los años, Anna Cruz está teniendo más garra y más genio. Es más echada para adelante en la pista. Seguro que tiene mala uva, pero la disimula porque está sonriendo siempre", explica a Cronómetro de Récords Virginia Algora, fundadora de Lok@s x el baloncesto femenino. "Apuntaba alto en cadete y júnior. Mucho talento, pero demasiadas lesiones y fragilidad física. Generaba dudas su futuro... Hay un antes y un después en su carrera: el paso por Burgos en Liga 1. Tuvo un rol importante y continuidad. La confianza que le dio Evaristo [Pérez] es clave en su carrera. Desde ahí, su línea ha sido siempre ascendente", interviene Carlos Colinas, director general del Celta: "Hoy en día, para mí, es uno de los mejores combos del baloncesto femenino a nivel internacional".
"Es una jugadora que hace cosas impredecibles y te regala fotos. Te salen más chulas. Diferentes", interviene el fotógrafo Luis Javier Benito. "Es muy rápida y buena defensora. Por eso ha triunfado en la WNBA [ganó el anillo con las en 2015 con Minnesota Lynx]", aporta Fran Cortés, de EnCancha. "Anna Cruz es reservada y muy tímida. Su físico es espectacular", interviene la exjugadora Betty Cebrián. "Es muy de la broma, aunque no lo aparente al principio", confiesa Lucas Mondelo: "Ahí está la gracia. Cuando le pillas el truco...". "Ha crecido de manera espectacular en todos los aspectos a partir de puro nervio. Me acaban de recordar los años de Burgos", interviene Octavio Pérez. "Una jugona, ya sea al 2 o al 1. Su marca de la casa es el tiro es suspensión", opina Fátima Álvarez. "Es excepcional y tiene múltiples recursos, como las penetraciones. Ha mejorado en el tiro exterior y en la dirección de juego", comenta Luis Crespo. "Creo que es la jugadora que siempre querrías tener en tu equipo. Es la extensión del entrenador en la cancha", aporta Mikel Arraloza.
"Anna es súper humilde, no hace 'ruido', pasa desapercibida. Si te fijas en las fotos, ella siempre se mantiene en un segundo plano, casi no aparece. La ves ahí, delgadita, humilde, tímida... Pero Anna Cruz es un toro en la pista", explicó su excompañera en Rivas Ecólopis y la selección Amaya Valdemoro en un artículo en El Mundo. Meri Sariol coincidió con Anna Cruz en el Universitari de Barcelona, antes de que se llamase UB Barça. Es un año mayor y jugó algunos partidos con la base-escolta catalana: "Se le notaba la la madera de líder. ¡Juraría que siendo cadete ya subía a jugar con las séniors!". Sílvia Font la entrenó en el UB Barça: "Era una júnior con mucho desparpajo. Una esponja".
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