Macarena Rosset: “No quise comparar ofertas. Me quedé con mi sueño”

Cronómetro de Récords entrevista a la base del Cadí La Seu en el Open Day Liga Día

Macarena Rosset, tras el partido ante el Donosti Basket. Foto: Toni Delgado. 

Tac, tac, tac. Las muletas de Georgina Bahí chocan con las escaleras de Magariños. Una de las puntales del Cadí La Seu se ve obligada a animar a sus compañeras desde el banquillo. Bahí no volverá hasta mediados de noviembre y acaba de sufrir la derrota de su equipo en el Open Day Liga Día ante el Donosti Basket. “¿Estás bien?”, le ha preguntado, muy preocupada, Meryn Kraker a su compañera Yurena Díaz, que sale ilesa de una caída.

Habría sido la cuarta lesionada en un equipo que siempre se levanta, hecho a imagen y semejanza de la recién llegada Macarena Rosset (Buenos Aires, 1991), que ha cumplido su sueño de jugar en la Liga Femenina, como contaba a Cronómetro de Récords hace unos días su madre, Miriam Guazzaroni.   

Toni Delgado / Madrid

—Se os han lesionado dos jugadoras, Ariadna Pujol [tiene roto el ligamento lateral externo, pero no tiene afectados los cruzados ni el menisco] y Caitlyn Ramirez [que pudo jugar el siguiente partido]. Ésta es una derrota muy difícil de asimilar en todos los sentidos.  

Después de haber trabajado muy bien en la pretemporada, es duro que no nos hayan salido ciertas cosas, sobre todo, en defensa. Un déficit que nos condicionó un poco. Y qué decirte de esos percances con dos jugadoras importantes... Somos un equipo que rota constantemente y sin dos o tres referentes. Todas son importantes y que nos falten piezas es un bajón anímico. Te vas a casa enojada. Por suerte, al final hemos podido mejorar en defensa y estuvimos cerca de la victoria. Creo que esta derrota nos servirá para saber qué cosas no tenemos que hacer, y, a partir de ahí, seguir trabajando.  

—Es curioso cómo este equipo, incluso cambiando de entrenadores, mantiene la misma filosofía: luchar hasta el límite. Nunca mira el marcador.  

Creo que ésa es la identidad de nuestro equipo. Me da rabia que no hayamos sido intentas en defensa como en el tercer cuarto, pues la historia podría haber sido distinta. El básquet es así, depende mucho de las circunstancias, y hoy nos tocó de esta manera. Por suerte, tenemos revancha rápido el miércoles [vencieron al CD Promete por 79-53]. 

  

—Sobre todo al principio os ha hecho mucho daño Weaver y el rebote ofensivo. 

Sabíamos que iba a ser así, y no pudimos impedirlo. Además, ellas generaban cambios y por ahí quedaba la más chiquita nuestra con ella. Estábamos bloqueando, pero nos sacaban la pelota de la cabeza. Tenemos que tratar de presionar mejor la bola. 

—Hace unos días en la final de la Lliga Catalana también el Uni Girona también os remató en el último momento. Entonces fue Traoré con dos triples, aunque ese partido fue más igualado. Hoy más sido más valiente en ataque, aunque no sea tu función. 

Qué se yo. Es como que... 

—¿Te encontrabas más cómoda?

Como dices, a mí no me gusta nunca tirar mucho. Soy muy consciente de lo que puedo dar y si veo que puedo aportar metiendo, lo haré. Obviamente trato moderarme porque sé que las cosas que me piden son otras. Lo mío es correr, defender y dirigir. 

—No es tu debut soñado, pero ya has cumplido tu sueño. 

Digamos que sí. Teníamos muchas expectativas en este partido, que me ha servido para ver cómo es la Liga, el Open Day, ver a otros rivales…  Llorar no nos servirá de nada.  

—Cuando te enteraste de que tenías una oferta de España, dijiste sí rápido. 

No lo dudé. Sólo evalué mis ganas de afrontar el reto. El resto de cosas son secundarias. Estoy muy contenta. 

—Y luego te surgieron dos ofertas más. Quizás otras jugadoras las habrían estudiado pese a haber firmado el contrato. 

Disputar unos Juegos Olímpicos es algo que me queda en el tintero, aunque para Argentina sea muy difícil. Jugar en la Liga 1 española, una de las mejores competiciones del mundo, era un sueño de siempre. No quise comparar ofertas. Me quedé con mi sueño, nada más. 

—Y tu esencia... Porque el otro día, no sé si lo has visto, pero... 

Sí, sí... [Sonríe]. 

—Hablé con tu madre. [Nos reímos].

Leí la nota. No pasa nada. 

—Dice que no te importa romperte la cabeza. 

Tienes que animarte. Obviamente a nadie le gusta chocarse con la pared y, entre comillas, fracasar. Si no lo intentas, nunca sabrás si lo puedes conseguir. 

—¿Ya has hablado con ella de tu debut en España?

Está dando vueltas por acá por Europa. Esta noche seguramente la llame.  

—La necesitas siempre muy cerca, aunque esté lejos. 

Siempre. La familia es uno de los pilares más importantes de mi vida: mi papá, mi mamá, mi hermano, mis abuelos, mis tíos... 

—Tu padre te llevaba a jugar y entrenarte a Buenos Aires, que os quedaba muy lejos. Que seas jugadora de baloncesto es casi un homenaje a tu familia. 

Aunque quien llega es una, sin mis padres no habría alcanzado mi sueño.  

—Estabas en Primera División de voléibol y en la selección. ¿Por qué decidiste optar por el baloncesto?

Me frustré en el sudamericano porque comprobé que uno de los factores para triunfar en el vóley es la altura, aunque yo saltaba mucho. Me llegó una oportunidad en el básquet, que siempre me había gustado, y me animé. Y mira dónde estoy. Está fue mi apuesta.

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