Cronómetro de Récords entrevista a la escolta del Ibaeta en el Open Day Liga Día de Torrejón de Ardoz
Toni Delgado / Torrejón de Ardoz
Mientras el speaker del Open Day Liga Día de Torrejón de Ardoz se emociona nombrando a las anotadoras del Bàsquet Femení Sant Adrià-Gernika, Sara Iparragirre (Orio, 1998) lo hace repasando su corta, pero intensa carrera deportiva. La escolta del Ibaeta acaba de salir del vestuario del Pabellón Jorge Garbajosa tras la victoria de su equipo por 58-60 ante el CB Bembibre y todavía tiene el pelo mojado. Sara Iparragirre parece tímida, cercana y espontánea a la vez. Y muy sincera.
—Hace dos temporadas, según contó tu entrenadora, Azu Muguruza, a Néstor Rodríguez en Noticias de Gipuzkoa, entrabas a la pista con dudas y precipitada. Ahora parece que te vayas a comer el mundo casi.
Bueno... Todavía me falta un punto de confianza. Tengo que ir asumiendo que también soy parte del equipo.
—¿Crees que éste va a ser tu año?
Pues ojalá, oye. Poco a poco iremos si es así.
—Cuando miras atrás y compruebas que debutaste en la Liga Femenina con 16 años, ¿qué piensas?
Nunca me he puesto metas ni objetivos. Han ido surgiendo las cosas, como las selecciones [vasca y española]. Disfrutando del juego he llegado hasta aquí y, una vez en el máximo nivel, vas a por todas.
—Eres de marcarte pequeñas metas entonces.
Hasta no lo era. Ahora sí. Este año quiero seguir cogiendo confianza, no ser una cabeza loca y crecer como jugadora.
—¿Antes era una cabeza loca?
¡Sí! ¡Mucho! [Risas]. Y todavía lo sigo siendo un poco.
—¿Porque a veces, cuando no te salen las cosas, se te va la cabeza?
Siempre he sido un todoterreno. Antes cogía el balón e iba botándolo hasta que me chocaba contra la pared. Ahora, me paro, pienso el pase... El bote nunca ha sido mi fuerte, pero siempre he sido muy rápida.
—¿Azu Muguruza, con su confianza, te ha transmitido tranquilidad?
Sí. El año pasado sí que tenía bajones por no jugar algún partido, estar poco en pista o no hacerlo bien. Pero Azu siempre me intenta calmar, hacerme ver que soy capaz de ello. Se lo agradezco, la verdad.
—Azu Muguruza o Made Urieta son entrenadoras que hacen que todo el equipo se sienta útil de verdad. Confían en todas. Eso no es habitual.
En la selección de Euskadi tuve a Made como entrenadora. También transmite mogollón de confianza.
—Tienen valores parecidos, ¿no?
Pues yo creo que sí. Ahora mismo no sé cómo entrenará Made, pero si sigue como en mi época de infantil, sí. Transmiten que el equipo es guerrero y lucha hasta el final.
—No habrá muchas entrenadoras como Azu Muguruza que sigan formando a las jóvenes después de la temporada. Eso no se paga con nada.
La hemos tenido en la selección también y nos ha venido muy bien que estuviese a nuestro lado. Sí que es verdad que con las de casa trabaja en verano y nos ayuda a mejorar en nuestros puntos fuertes y minimizar los débiles.
—El club apuesta por gente de la casa y le exige al máximo para que mejore.
Azu trabaja con nosotras, sabe que tenemos potencial y nos exprime para que podamos ofrecer al equipo nuestra mejor versión.
—Eres muy versátil y puedes ser interior y exterior. ¿Dónde prefieres jugar?
Yo, por fuera, claramente. Me acojono mucho con las grandes. En defensa intento robar balones. Me siento cómoda tirando de tres, pero también juego mucho por dentro. Eso sí, cuando veo a una torre, me acojono bastante y la saco fuera.
—Fuiste la séptima jugadora en renovar. ¿Te costó mucho o ya lo teníais apalabrado y se anunció más tarde?
Sí que había pensado en irme quizás a un Liga Femenina 2 que estuviese cerca de casa. El año pasado, a veces, me sentía inferior al nivel de esta categoría, pero vi que Azu confía en mí. Creo que este año voy a jugar más y que he hecho bien quedándome.
—¿Eso te lo decías a ti misma o lo comentabas en el equipo?
Se lo dije a Azu y me aseguró que, si veía que no era capaz de estar al nivel que requiere la máxima categoría, sería la primera en decírmelo. Ella quiere lo mejor para nosotras. Me aseguró que cree en mí y que estoy capacitada para jugar aquí. Y aquí estoy.
—Tenéis casi el mismo bloque del año pasado, solo ha llegado nueva Vionise Pierre Louise. Es muy positivo.
Sí, porque ya nos conocemos todas y con Vionese nos llevamos muy bien. Es súper maja, lee muy bien el juego. Quizás le falte mirar más al aro.
Un momento de la entrevista. Foto: Luis Javier Benito / luisjabenito.com. |
—Lyndra Littles es una estrella, pero su actitud no lo es.
La buscamos porque sabemos que es la más fiable y anotadora, aunque Lyndra es una más: súper humilde, nos apoya cuando nos ve mal...
—¿Cuál crees que es el secreto de Toch Sarr para hacer partidos como el de hoy?
No sé... Es ella. Es Toch. Ha sido madre, ha vuelto a jugar en muy poco tiempo. Es una pasada. Su confianza es increíble.
—¿Y os la transmite?
Sí, porque lee muy bien el juego. Me dice: "Sara, cuando me quede con una pequeña, tú echas el bote para atrás y me miras, o entras a canasta". Me ayuda mogollón.
—Me han dicho que no te gustan los frutos secos y te encanta el remo.
Es verdad. Soy de Orio, así que... ¡Es lo que hay! Llevo el remo en la sangre. Los frutos secos no me llaman la atención.
—¿Quién te arropó más en el primer año con el primer equipo? Si antes me decías que te impresionaban las gigantes, supongo que entonces te impresionaban las mayores.
Sí. Arantxa Novo era la capitana, quien mandaba, y me apoyaba mucho. Y las de casa, en general, súper bien. Ellas también han recorrido mi camino. Diría que Lara González es como mi hermana mayor.
—Porque ha ejercido como tal, ¿no?
Tal cual. Me ha ayudado mogollón. Lara sabe qué es sufrir por no jugar, por estar entrenándose súper bien y quizás no disponer de los minutos que quería. Ella me entiende a la perfección y me ha ayudado mucho.
—Me imagino que con Lara González habrás hablado sobre tu miedo a las torres del rival. Ella no se encoge nunca.
Sí, ella va a por todo. Lara no tiene miedo. Es una pasada. Es súper dura.
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