miércoles, 4 de agosto de 2021

"Muchas veces las estadísticas no reflejan tu partido"

Reflexión sobre la eliminación de España ante Francia en cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Tokio (64-67)


Laia Palau abraza a Maite Cazorla tras el partido. Foto: Sonia Cañada / FIBA. 


Toni Delgado (@ToniDelgadoG) #baloncestofemenino #Tokio2020

—A veces nos obsesionamos con las estadísticas o las sensaciones. Hay demasiados aspectos que se nos escapan: lo que pasa en el vestuario o en la mente de los/las deportistas, los viajes del tirón... Opinamos sabiendo muy poco, o casi nada, de lo que hay –publiqué a finales de octubre de 2020 en Twitter. 

Minutos después recibí un mensaje privado. Era de una jugadora internacional de la Liga Femenina Endesa a la que le había gustado la observación. 

—Las estadísticas están de más. La temporada pasada estaba bien en números, pero no de sensaciones –exponía la jugadora. 

Y ampliaba su postura: "Muchas veces las estadísticas no reflejan tu partido, ya sea para bien o para mal. Además, desde fuera se opina sin saber por lo que estás pasando". 
"Eso es lo más importante",
remataba. 

Las estadísticas no recogen mil matices. 

Las redes sociales

Tras la eliminación de España en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, buceo en las redes sociales.
 
"Laura Gil ha fallado siete tiros debajo del aro que metería cualquier infantil", asegura un tuitero. "Maite Cazorla, nos has costado las semifinales", sentencia otra. 

Laura Gil y Astou Ndour luchan por un rebote con Sarah Michel. Foto: Sonia Cañada / FIBA.

Olvidan que, pese al pobre acierto en ataque (34%, 24/71 en tiros de campo), la selección tuvo opciones de forzar la prórroga ante Francia hasta el penúltimo suspiro (64-67).

¿A Maite Cazorla se le quedó corto el triple que habría alargado el partido y se le escurrió la pelota a 13,2 segundos y con 64-66? Cierto. Como también que había metido ocho puntos vitales en 4m 14s para rescatar a España (58-57, a 4m 45s). O que anotó el 64-65. 

Maite Cazorla, vital 

En su segundo campeonato con la absoluta, el segundo en menos de dos meses, Maite Cazorla fue el factor diferencial para superar a Serbia en la fase de grupos. Ha sido vital. 

Siempre lo es Laura Gil. Nadie ha ganado más medallas con la selección española (16). Centrarse en que falló ocho canastas, cebarse con que, pese a estar sola, no acertó con la que podría haber sido el 64-61 a 1m 35s, sería ser muy parcial. 

La pívot del Valencia Basket no es una anotadora, aunque en los Juegos Olímpicos de Tokio haya promediado 8,9 puntos. No es base, aunque haya repartido 3,3 asistencias. Suma en la oscuridad y hace casi de todo. 

Cristina Ouviña durante el partido. Foto: Sonia Cañada / FIBA.

Si en un día con tan poca puntería en el tiro España tuvo opciones hasta el final, fue por esos detalles que venden menos que los puntos. 

Aspectos como 21 rebotes ofensivos, 8 recuperaciones por 13 pérdidas... Por la puntería de reponerse a un 19-33 a los 15m 33s, su mayor desventaja, y con una Marine Johannes omnipresente y protagonista. Lo que se le reclamaba en las grandes citas.  

Astou Ndour, cada vez más importante

La importancia de Astou Ndour se multiplica cada torneo y, con ocho puntos consecutivos, minimizó los daños al descanso (30-36). Está siendo la pívot más decisiva de los Juegos Olímpicos. 

Cristina Ouviña, la base más en forma, no tuvo puntería en sus tiros (3/12). Pero toca tantas teclas que siempre suena bien. Ouviña es puntos, brújula, altruismo, liderazgo o una defensa incansable que provoca pérdidas como la de Marine Fauthoux al final del tercer cuarto y con 48-55.

Los números tampoco reflejan que Queralt Casas metió su única canasta cuando la pelota más quemaba, en los últimos dos minutos. O que Marine Johannes anotase otra muy difícil, a una pierna (66-65). Ni que Maite Cazorla volvería a aparecer (64-65) antes de que un tiro libre de Alix Duchet y dos de Gabby Williams cerraran el marcador y la participación de España en los Juegos de Tokio.  

Abrazo entre Maite Cazorla y Laia Palau. Foto: Sonia Cañada / FIBA.

Quizás también la trayectoria de Laia Palau, la eterna capitana, con la selección. 

"Anunciaré lo que tenga que anunciar en otro momento porque hoy la cabeza me va a explotar de emociones. Es un día para estar con mi gente, con el equipo y mis compañeras. En la derrota y en la victoria se hace equipo", advirtió Laia Palau a Marca tras su 314º partido como internacional. 

Como siempre, la capitana abrazó una a una a sus compañeras. Detalles que las estadísticas tampoco reflejan.  

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