El ex tenista Björn Borg aplaude a Rafa Nadal mientras levanta su cuarto trofeo en París -EFE."Sólo he logrado cuatro juegos. Felicito a Rafa, que es otro gran campeón como Borg. El año que viene volveré a intentarlo. Hoy ha sido un día duro", resumió Roger Federer, que otra vez fue desmontado por Nadal y por sus propios errores (hasta 35 no forzados). En 1 hora y 48 minutos y por un claro 6-1, 6-3 y 6-0 el español logró su cuarto Roland Garros e igualó la marca de Björn Borg, que entre 1978 y 1981 se había impuesto en París. El ex tenista sueco es quien más veces se ha llevado el Grand Slam francés. Lo ha hecho en seis ocasiones.
Nadal casi no celebró el triunfo. Alzó los puños, se colocó el reloj por riguroso compromiso con su patrocinador y poco más. Parecía incómodo ante su tremenda superioridad en un torneo en el que no ha cedido ni un sola manga y ha perdido 41 juegos, doce contra Novan Djokovic en semifinales y nueve ante el sorprendente Thomaz Bellucci en la controvertida primera ronda. "Ni yo mismo podía imaginarme que todo fuese tan bien. Roger ha cometido muchos errores", analizaba Nadal, que en 32 minutos había solventado el primer set por 6-1 y había tenido 11 bolas de break.
El repertorio del campeón
Lanzar bolas altas al revés de Federer era una de las estrategias de Nadal. El español, que sólo ha perdido siete sets en sus 28 victorias en Roland Garros, hacía lo que quería con el suizo, conectarle reveses cruzados, pelotas a la línea. Todo. El número uno, que sólo ha ganado un torneo en lo que va de año (en Estoril) cedió tres breaks en la primera manga, en la que hizo 11 errores no forzados.
Continuó el monólogo en la segunda manga Nadal, que ganó sin problemas los dos primeros juegos. Fue entonces cuando por primera y única vez reaccionó Federer, que empató a dos tras lograr romper el servicio de su rival, incapaz por momentos de restar los golpes ganadores del suizo. Hacía correr al español de lado a lado de la pista. El deseo del público de la Philippe Chatrier era unánime: "¡Roger! ¡Roger!".
"No era normal jugar tan fácil"
"Si no dudas en una final de Roland Garros contra el número uno... No era normal jugar tan fácil", zanjaba Nadal en la entrevista que concedió a Àlex Corretja en TVE. Se recuperó el balear con un passing shot en la cruceta con el que se puso 2-3. Federer mantuvo su saque en el siguiente y ya no volvió a sumar ni un juego más. Su rival ganó los últimos nueve: se impulso en la segunda manga 6-3 y en la última por 6-0.
Cerró Nadal el partido en su primera oportunidad. Sin duda la trama no era la esperada cuando, como hace siempre las horas previas, había repasado algunos partidos que ha jugado contra Federer. "Cada partido es una historia", había dicho Nadal el día anterior. Sin duda fue su triunfo más fácil ante su gran rival. "Nada que decir. No puedo con él", se sinceró Federer, que ha perdido 11 de sus 17 partidos contra Nadal.
Nadal casi no celebró el triunfo. Alzó los puños, se colocó el reloj por riguroso compromiso con su patrocinador y poco más. Parecía incómodo ante su tremenda superioridad en un torneo en el que no ha cedido ni un sola manga y ha perdido 41 juegos, doce contra Novan Djokovic en semifinales y nueve ante el sorprendente Thomaz Bellucci en la controvertida primera ronda. "Ni yo mismo podía imaginarme que todo fuese tan bien. Roger ha cometido muchos errores", analizaba Nadal, que en 32 minutos había solventado el primer set por 6-1 y había tenido 11 bolas de break.
El repertorio del campeón
Lanzar bolas altas al revés de Federer era una de las estrategias de Nadal. El español, que sólo ha perdido siete sets en sus 28 victorias en Roland Garros, hacía lo que quería con el suizo, conectarle reveses cruzados, pelotas a la línea. Todo. El número uno, que sólo ha ganado un torneo en lo que va de año (en Estoril) cedió tres breaks en la primera manga, en la que hizo 11 errores no forzados.
Continuó el monólogo en la segunda manga Nadal, que ganó sin problemas los dos primeros juegos. Fue entonces cuando por primera y única vez reaccionó Federer, que empató a dos tras lograr romper el servicio de su rival, incapaz por momentos de restar los golpes ganadores del suizo. Hacía correr al español de lado a lado de la pista. El deseo del público de la Philippe Chatrier era unánime: "¡Roger! ¡Roger!".
"No era normal jugar tan fácil"
"Si no dudas en una final de Roland Garros contra el número uno... No era normal jugar tan fácil", zanjaba Nadal en la entrevista que concedió a Àlex Corretja en TVE. Se recuperó el balear con un passing shot en la cruceta con el que se puso 2-3. Federer mantuvo su saque en el siguiente y ya no volvió a sumar ni un juego más. Su rival ganó los últimos nueve: se impulso en la segunda manga 6-3 y en la última por 6-0.
Cerró Nadal el partido en su primera oportunidad. Sin duda la trama no era la esperada cuando, como hace siempre las horas previas, había repasado algunos partidos que ha jugado contra Federer. "Cada partido es una historia", había dicho Nadal el día anterior. Sin duda fue su triunfo más fácil ante su gran rival. "Nada que decir. No puedo con él", se sinceró Federer, que ha perdido 11 de sus 17 partidos contra Nadal.
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