jueves, 1 de agosto de 2013

La normalidad de lo insólito, otra final para una España de película

El grupo de Miki Oca remonta tres goles de diferencia ante Hungría (13-12) y luchará por el oro en el Mundial de Barcelona como en los Juegos Olímpicos de Londres, esta vez ante Australia 

Pareja y Tarragó se abrazan tras la remontada - AFP. 

Normalizar lo insólito es algo extraordinario, como la España que entrena Miki Oca. Un equipo de amigas que no se conforma con nada y solo mira el marcador al final del partido, cuando no puede cambiar nada. Y por más que el resultado, a los 18m 14s, reflejase un preocupante 9-12 tras un parcial de 0-3 y el gol de Kesztelyi la selección no se lamentó. Simplemente, sacó más coraje, se dejó la piel en defensa e impidió anotar ni un tanto más a la poderosa Hungría, a la que había eliminado en las semifinales de los Juegos
Olímpicos de Londres. La boya Maica García, espléndida, se giró sobre sí misma y por abajo anotó el primer gol de la remontada. No importó que Roser Tarragó fallase un penalti, pues ahí estaba Anni Espar –que apareció el día clave– para marcar su cuarto gol del partido, dos tantos más de Laura López y una Laura Ester gigante, capaz de pararlo todo, hasta con la mente, hicieron que este grupo inconformista repita final por segundo gran torneo consecutivo. Victoria por 13-12. Si el Mundial de Shanghái de 2011 España fue 11º, en Londres mordió la plata y ahora en el Mundial de casa, en Barcelona y en una Picornell conectada con el equipo, solo piensa en el oro ante Australia, que venció a Rusia 6-9 y atesora los mejores números: máxima goleadora y menos goleada.

Datos que no asustan a un grupo que no sabe qué es dudar. “Este equipo ante la adversidad… ¡Joe, es que hemos hecho un partidazo!”, terció Jennifer Pareja, la líder, que contribuyó con dos goles, uno en el primer cuarto y otro en el segundo, en una primera mitad muy ofensiva (9-9). Hungría apretó las tuercas al comienzo del tercer período y pese a no aprovechar las superioridades se puso 9-12. Oca pidió un oportuno tiempo muerto y el grupo respondió con naturalidad, acostumbrado a responder en los momentos imposibles. “Miki nos ha dicho que fuéramos frías y lo hemos sido”, reconoció Maica García. “Hemos de guardar esta emoción para la final. La defensa era muy importante para ganar el partido”, intervino Espar. Y el ataque acabó de cuadrarlo todo, pues la selección marcó 8 de sus goles en superioridad.

A 3m 14s Laura López marcó el 13-12: levantó la mano izquierda para celebrarlo y chocó la mano con Andrea Blas. Peña y Tarragó tuvieron la opción de sentenciar un partido que acabó como acabó gracias a los paradones de Laura Ester. “Si hemos tenido cojones de jugar este último cuarto, no podemos de dejar de pelear por el oro”, sentenció la portera de un grupo que enamora.     

ESPAÑA 13 (5+4+2+2): Laura Ester; Espar (4), Ortiz (1), Pareja (2,1p), Peña (1), Maica García (1), Laura López (3) -equipo inicial- Andrea Blas (-), Tarragó (1) y Bach (-). HUNGRÍA 12 (5+4+3+0): Bolonyai; Antal (4, 1p), Szucs (2), Takacs (-), Miskolczi (-), Keszthelyi (2), Bujka (2) -equipo inicial-, Illes (-), Garda (-), Kisteleki (2), Menczinger (-) y Toth (-). Árbitros: Drury (USA) y Alexandrescu (RUM). Exclusiones: Laura López (2), Miranda, Tarragó (2), Bach (2), Espar, Maica García, Szucs (2), Garda (2), Toth (2), Miskolczi, Bujka (2), Antal (2), Kisteleki y Menczinger. Eliminadas: Takacs, Ortiz, Illes. Incidencias: Asistieron al encuentro unos 2.500 espectadores. 

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