Cómo ha cambiado Casey Stoner. El año pasado se cansó de abandonar, cabizbajo, las carreras antes de tiempo. Castigado por su impaciencia. Por las caídas con su Honda, donde asegura que no le escuchaban. Ahora, además de tener la moto más rápida, la Ducati, el piloto australiano sí sabe controlar su impulsividad.
No se pone nervioso Stoner ni con un heptacampeón como Valentino Rossi detrás, a centímetros. Ni si, constantemente, le adelanta por el interior. Por eso, recuperó el liderato a dos vueltas para el final y ya no cedió más. El piloto australiano logró su cuarto triunfo del curso en el GP de Catalunya, que le consolida en el liderato del Mundial de MotoGP. Tiene 14 puntos de ventaja sobre Il Dottore y 42 sobre Dani Pedrosa.
69 milésimas. Una diferencia inapreciable separó a Stoner de su ídolo, de Rossi, en el Circuit de Catalunya, en Montmeló. En un trazado en el que el piloto de Yamaha era casi infalible: había ganado ocho veces desde su primer triunfo en 1997. "Ha hecho una gran carrera, no ha cometido ningún error, y a mí me ha resultado muy difícil mantener un ritmo constante", confesó el heptacampeón.
Adelantos y apuradas de frenada
Ése era un buen resumen de la carrera, de una cita en la que Rossi volvió a desaprovechar su pole en la salida. Vio cómo Pedrosa se ponía primero, con Stoner y Hopkins por detrás. Era cuarto. Se sobrepuso el piloto italiano, y, poco a poco, fue mejorando su lugar. Con su táctica clásica: apuradas de frenada al límite y adelantos por el interior. Así se puso tras Stoner en la vuelta 12. Con Pedrosa justo detrás. Los tres mejores pilotos ya no cedieron. Aunque el español no pudo sacar provecho a sus esporádicas ocasiones de mejorar su posición.
Los últimos giros fueron espectaculares. A veces, en apenas dos segundos, Rossi y Stoner se intercambiaban el liderato. Era el mejor duelo en MotoGP en mucho tiempo. En muchos meses. Pero el piloto australiano no lo valoró así: "La victoria de hoy ha sido importante, pero la más espectacular sigue siendo la Turquía". Palabras de un joven de 21 años que se relaja cazando zorros y jabalíes con un arco y una flecha. "Lo hago -explicaba el sábado a Toni López y Quim Salvador en La Vanguardia- sobre todo, porque es un reto, y esto es lo que más me gusta: el desafío". Y ganar el Mundial a Rossi sin duda lo es.
No se pone nervioso Stoner ni con un heptacampeón como Valentino Rossi detrás, a centímetros. Ni si, constantemente, le adelanta por el interior. Por eso, recuperó el liderato a dos vueltas para el final y ya no cedió más. El piloto australiano logró su cuarto triunfo del curso en el GP de Catalunya, que le consolida en el liderato del Mundial de MotoGP. Tiene 14 puntos de ventaja sobre Il Dottore y 42 sobre Dani Pedrosa.
69 milésimas. Una diferencia inapreciable separó a Stoner de su ídolo, de Rossi, en el Circuit de Catalunya, en Montmeló. En un trazado en el que el piloto de Yamaha era casi infalible: había ganado ocho veces desde su primer triunfo en 1997. "Ha hecho una gran carrera, no ha cometido ningún error, y a mí me ha resultado muy difícil mantener un ritmo constante", confesó el heptacampeón.
Adelantos y apuradas de frenada
Ése era un buen resumen de la carrera, de una cita en la que Rossi volvió a desaprovechar su pole en la salida. Vio cómo Pedrosa se ponía primero, con Stoner y Hopkins por detrás. Era cuarto. Se sobrepuso el piloto italiano, y, poco a poco, fue mejorando su lugar. Con su táctica clásica: apuradas de frenada al límite y adelantos por el interior. Así se puso tras Stoner en la vuelta 12. Con Pedrosa justo detrás. Los tres mejores pilotos ya no cedieron. Aunque el español no pudo sacar provecho a sus esporádicas ocasiones de mejorar su posición.
Los últimos giros fueron espectaculares. A veces, en apenas dos segundos, Rossi y Stoner se intercambiaban el liderato. Era el mejor duelo en MotoGP en mucho tiempo. En muchos meses. Pero el piloto australiano no lo valoró así: "La victoria de hoy ha sido importante, pero la más espectacular sigue siendo la Turquía". Palabras de un joven de 21 años que se relaja cazando zorros y jabalíes con un arco y una flecha. "Lo hago -explicaba el sábado a Toni López y Quim Salvador en La Vanguardia- sobre todo, porque es un reto, y esto es lo que más me gusta: el desafío". Y ganar el Mundial a Rossi sin duda lo es.
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