domingo, 26 de agosto de 2007

La plata más controvertida de Paquillo Fernández

Paquillo Fernández llega a la meta tras superar a Ghoula con un polémico sprint. -EFE

Se había paseado eufórico, pero exhausto por el Estadio Nagai de Osaka. Aún conservaba energía para correr y saludar con la bandera española. Paquillo Fernández (Guadix, Granada, 1977) era un hombre tremendamente feliz. Acababa de lograr la medalla de plata en el Mundial en los 20 km marcha en los últimos 100 metros con un sprint sensacional. Su rival, el tunecino Hatem Ghoula ni se dio cuenta de su progresión ni estaba capacitado para rebatirle nada.

Pero todo cambió en pocos minutos. Cuando pasó por la zona mixta estaba ausente. "Gran carrera, ¿no?", le preguntó Lourdes García, de TVE1. "Me han descalificado. Me lo acaban de confirmar. Es el peor momento de mi vida", explicó Paquillo Fernández.

Durante unos segundos, la periodista fue incapaz de preguntarle nada a un subcampeón que ya no lo era. "Son cosas de la marcha. No tenía advertencias... Me he visto bien, pero ellos no lo considerarán así", explicaba el entrevistado. "no puedes asumir que tras una gran carrera te pase esto". El juez principal le había eliminado por hacer trampas, por correr, pero Paquillo Fernández no había incumplido el reglamento. Siempre tuvo un pie en el suelo.

Recupera la medalla

Cuatro horas después, el atleta español recuperó su medalla, tras la reclamación de la Federación. El Jurado de Apelación de la competición, por unanimidad, le devolvió la plata, la tercera consecutiva en Mundiales tras las de París 2003 y Helsinki 2005. "Sigo pensando que no hice nada ilegal. Mi fallo durante la prueba fue no seguir a Jefferson Pérez (el ganador) cuando cambió en el kilómetro 17. Dudé, tuve miedo al calor, y no puedes tener dudas si quieres ganar", señaló Paquillo Fernández.


Hasta los últimos tres kilómetros, el atleta granadino estuvo con los mejores. Aunque en ningún momento quiso comandar el grupo. Ésa no era su estrategia. No se puso nervioso ni arriesgó cuando el italiano Ivano Brugneti, campeón olímpico en Atenas en 2004, atacó en el kilómetro 5 y estuvo solo hasta el 11. Llegó a tener 17 segundos de margen, hasta que Jefferson y el ruso Valeri Borchin se fueron a por él. Paquillo pudo incorporarse al grupo después, pero no siguió a Jefferson en su segundo gran ataque.

Cuando Paquillo llegó al Estadio de Nagai, Jefferson -"dedico este triunfo a todos los ecuatorianos que viven lejos del país. Son héroes"- era inalcanzable. Marchaba con la mirada fija, sin pestañear. Cuando llegó a la meta al atleta ecuatoriano le temblaron las piernas, movió la cabeza, cayó en redondo. Se lo llevaron en camilla. Ghoula iba a ser plata... pero Paquillo le superó en los últimos 100 metros. Era otra gesta, otro premio dedicado a su mentor y mejor amigo: Manuel Alcalde, quien le introdujo en el atletismo a los 10 años. Quien le guió hacia su primera gran victoria, en el campeonato de España júnior de 10 km. con el club Chapín Jerez. Quien le dejó solo el 23 de abril de 2004, cuando murió.

"Me sigue ayudando"

Ese duro golpe le hizo madurar. Fue el gran incentivo para triunfar en los Juegos Olímpicos de Atenas. Cuando cruzó la línea de meta señaló, sin descanso, al cielo. "Manolo ya no está, pero me sigue ayudando".

A finales de 2004 Paquillo tuvo que tomar una dura decisión: fichar a otro entrenador. Su elección no pudo ser más acertada, escogió al mejor, al polaco Robert Korzeniowsky, cuatro veces campeón olímpico. Los resultados están ahí: además de esta plata en Osaka, otra en el Mundial de Helsinki de 2005 -entonces también ganó Jefferson y el español Juan Manuel Molina fue bronce-, y oro en el Europeo de Gotemburgo de 2006.

El favorito para la prensa

Siempre ha llegado a las competiciones como favorito Paquillo Fernández, pero, a excepción del oro en los descafeinados Juegos Olímpicos del Mediterráneo de 2005 y dos coronas en Europeos (Múnich 2002) y el mencionado de Gotemburgo del año pasado, no ha podido ser el campeón implacable que la prensa siempre le ha exigido.

Los medios de comunicación le exigieron todo sobre todo desde su bronce en los Europeos de Budapest de 1998. Al año siguiente, en los Mundiales de Sevilla, cerca de casa, no pudo superar la presión. Tan sólo fue 15º. "Competir con eso de que 'Paquillo tiene que ganar', ¡Paquillo es favorito al oro... Llevo muchos años con esta rueda de prensa. Cada vez lo llevo mejor", se sinceró horas antes de lograr en Osaka su plata más controvertida. De continuar la tradición española en la marcha en los Mundiales, en los que siempre ha logrado al menos una medalla. Marín, García Bragado, Plaza, Granados, Massana y él, Paquillo Fernández.

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