lunes, 14 de enero de 2008

El Barça se convierte en un vulgar 'sparring' para un Murcia muy superior (95-82)

Grimau intenta avanzar ante la oposición de Triguero -EFE.

El tópico dice que hay muchas maneras de perder. Por poco o muy poco, por bastante o por una barbaridad, como le pasó al Barça en Murcia (95-82). Es injusticable que ante un conjunto que tan sólo acumulaba 72 puntos de media y seis triunfos en la Liga ACB concediera 32 puntos en el último cuarto y 25 en el primero y 23 en el segundo. La defensa, la gran obsesión del técnico Dusko Ivanovic, fue un despropósito, una simple espectadora de canastas sin oposición (26 de 37 en tiros de dos, un 70%). A los azulgranas tan sólo les faltó aplaudir para que el esperpento fuese completo. Esta derrota, la tercera consecutiva a domicilio, impide al grupo de Ivanovic ser cabeza de serie en el sorteo que se celebrará mañana para los cruces de la Copa del Rey, donde defenderá título.

¿Qué le pasa al Barça en la pista de los últimos clasificados? Entra casi convencido de que va ganar y conforme transcurre el partido casi se ve incapaz de anotar. Le pasó en Sevilla, en Menorca y volvió a ocurrirle en el Palacio de Deportes de Murcia. Con Ilyasova, Fran Vázquez y Kasun en el quinteto inicial Ivanovic buscó altura y sobriedad. Acabó encontrando precipitación e inocencia ante las transiciones rápidas y los contraataques del Murcia, con menos centímetros, pero con más piernas e infinitamente más mentalizado.

Trotamundos Hunter

Así al tercer minuto el grupo de Husssein ya dominaba 13-6 tras un triple de Jimmie Hunter, un trotamundos que lleva 11 equipos en 12 años. El curso pasado jugó cuatro partidos con los Indiana Pacers y fichó por el Gran Canaria, donde promedió casi 15 puntos. Su mejor actuación con el conjunto de Salva Maldonado fueron 25 puntos ante el Estudiantes en la 14ª jornada, la misma marca que hizo esta temporada en la victoria ante el Tau (11ª jornada). Ante el Barça el escolta estadounidense estuvo cerca de ese registro: acabó con 23 puntos (5 de 7 en tiros de dos y 3 de 6 en triples).

Ilyasova dejó su puesto a Alex Acker y el escolta californiano reanimó al Barça, no se dejó llevar por la apatía general y anotó ocho puntos (sin fallo) en el primer cuarto. Un triple de Gianluca Basile al límite la conclusión del período (21-25) camufló la clara inferioridad hasta entonces del Barça, que llegó a perder por 10 puntos, 23-23, minuto 7.

Ese lanzamiento de tres minimizó el gran trabajo de Federico Kammerichs, el primero en beneficiarse de la candidez de la defensa azulgrana. De falso 4 hizo, el jugador argentino deshizo como quiso en los primeros instantes. Ni Kasun ni Vázquez -castigado de nuevo, porque sólo jugó los primeros cinco minutos, y eso no no hizo ninguna personal- pudieron frenar sus penetraciones. Kammerichs, que promediaba cinco puntos, sumó 11 puntos en el primer cuarto. Parecía recordar tiempos mejores, como en sus primeras temporadas en Pamesa o su único año en Girona.

Moncasi y Grimau

El Barça es inestable, desespera casi con la misma facilidad que hace tres o cuatro jugadas de brillantez y minimiza su cúmulo de errores. Lo demostró en el segundo cuarto, que empezó perdiendo dos pelotas consecutivas. La entrada de Roger Grimau y de Albert Moncasi por Jordi Trias y Acker, respectivamente, reactivó al conjunto azulgrana. Moncasi pudo frenar a Kammerichs y Grimau puso por primera vez a su equipo por delante (34-35, minuto 17).

No asimiló bien esa remontada Pedro Robles y, por extensión, el Murcia. El escolta madrileño, milagrosamente recuperado de su grave accidente de tráfico que casi le cuesta la vida, exigió una personal y se ganó la técnica. Lakovic anotó una de los dos tiros libres (38-41, minuto 19). El público del Palacio de Deportes ya estaba encendido y se indignó definitivamente cuando Felipe Llamazares señaló una antideportiva de Jared Reiner a Grimau. Los abrazos son eso: trampa. Protestó Hussein y sólo logró una técnica. El capitán azulgrana no falló ninguno de los dos tiros libres (acabó el cuarto con ocho puntos) y Acker, al límite anotó un triple, (40-48, minuto 20). La reacción había sido tan rápida como surrealista y ficticia.

Así que el Barça recuperó en la reanudación su imagen más deplobable. La de ese equipo que parece un triste sparring o ni tan sólo eso, que parece inferior a cualquier conjunto que tenga un mínimo de motivación y acierto. El Murcia no lo desaprovechó. Vio cómo su rival perdía dos pelotas ridículas en sus dos primeros ataques. Una canasta de Triguero y un triple de Hunter, tan excelente en el tiro como solo, iniciaron un parcial justo, pero surrelista: 14-1 en cinco minutos (54-49, minuto 25). El balance positivo (?) se reducía a un tiro libre de Jordi Trias, la última aportación en ataque del ala-pívot catalán, que sumó tres puntos.

Defensa blanda y testimonial

Se perdía el Barça en faltas personales y tiros lamentables. Su defensa, blanda y testimonial, lo permitía absolutamente todo. Sólo Denis Marconato (ocho puntos) sostenía a su equipo. Así que el eléctrico y temperamental base Chris Thomas iba sumando sin oposición. Tampoco desaprovechaba la ocasión Juanjo Triguero, un 5 excelente que es el mejor reboteador ofensivo de la ACB y que ha explotado con 24 años. El pívot valenciano no intervino mucho, pero anotó todo lo que intentó: 14 puntos sin fallo, con 5 de 5 en tiros de dos y cuatro tiros desde la línea de personal.

No era el día de Basile, superado una vez tras otra, por Hunter, que forzó la tercera personal que le llevó al banquillo (63-56 a 58'' del final del tercer período). Pero, de nuevo, el Barça reaccionó casi sin esfuerzo, con una canasta de Marconato y la única combinación buena entre Pepe Sánchez y Lakovic (63-60). La repetida fórmula de jugar unos minutos con los dos bases no funcionó esta vez.

Cúmulo de errores

Hunter y los propios errores del Barça (20 pérdidas en total) se encargaron de sentenciar el partido. Parecía que el escolta estadounidense estaba en una sesión de tiro, siempre penetraba solo. La réplica del grupo de Ivanovic se reducía a intensidad mal aplicada, como la personal en ataque de Basile o la piedra del propio escolta italiano a Marconato. Así, poco a poco, el Murcia fue distanciándose otra vez: 74-62 (minuto 33), tras un mate de Kammerichs, que sumó 16 puntos y fue ovacionado. Tampoco desentonaba Stephane Risacher, el eterno jugador barbudo que sigue manteniendo un nivel competitivo a sus 35 años y al que suele dársele bien el Barça. Su octavo punto (anotó nueve) le dio a su equipo una cómoda renta de 76-66 a 4'45'' para el final del partido.

No tuvo argumentos el conjunto azulgrana para reaccionar. Tan sólo una contra bien hilvanada (¡noticia!) por Ilyasova y culminada por Grimau y un par de triples del propio capitán y de Lakovic: 84-77 a 1'53''. Respondió con otro tiro desde 6'25 Diego Fajardo y Thomas se recreó. El Barça había sido un vulgar sparring para un Murcia excelente.

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