sábado, 17 de mayo de 2008

Lakovic recupera su talento para liderar el triunfo del Barça en el primer partido de cuartos ante el Iurbentia (75-64)

Lakovic y Salgado observan el movimiento de la pelota en el aire -EFE.

Su rendimiento había ido decreciendo sin motivo y sin remedio tras la Copa del Rey de Vitoria, en el que en los últimos instantes y, a base de triples, estuvo a punto de evitar la eliminación de su equipo en cuartos de final. Desde entonces, desde el pasado 7 de febrero ante el Iurbentia Bilbao Basket, Jaka Lakovic (Ljubliana, Eslovenia, 1978) se había convertido en un jugador que parecía huir de la responsabilidad, que prefería asistir antes que tirar. Su trayectoria era incoherente con su estatus y también con su discurso: el base esloveno alabó la llegada al banquillo azulgrana de Xavi Pascual (o más bien la destitución de Dusko Ivanovic) argumentando que el sistema del técnico montenegrino le encorsetaba y le hacía sentirse condicionado. Según Lakovic, cualquier error podía suponerle un castigo irremediable: la silla y la toalla. No era exactamente así. Sin duda Ivanovic le daba carta blanca, un margen de confianza más que extremo. Ante el Tau en el Palau, por ejemplo, le permitió hasta 11 intentos de triple, aunque le entraran sólo dos. Aquel día Lakovic en un final sensacional forzó la prórroga y fue uno de los líderes en los siguientes cinco minutos para lograr una importante victoria que también pudo convertirse en la primera derrota en casa por su obsesión desde la línea de 6'25.

Así que llegados al momento más decisivo de la Liga ACB, los reconvertidos playoff (a tres partidos en cuartos y semifinales), Lakovic tenía la última opción para demostrar que realmente es él (y no el capitán Roger Grimau) el referente anotador del equipo. Aprovechó la primera ocasión para hacerlo: fue precisamente ante el último equipo ante el que había hecho un gran partido, el Iurbentia Bilbao Basket y en el primer encuentro de cuartos de final. El base esloveno apareció en los dos momentos más comprometidos del Barça, en el segundo cuarto y en el último, en los que sumó sus 20 puntos (3/3 en tiros de dos, 3/6 en triples y 5/5 en tiros libres). Todo en tan sólo 20'46'' en pista. Todo en instantes decisivos.

Acker y Basile

No salió de titular Lakovic. No suele hacerlo últimamente: Pepe Sánchez ha sabido suplirle y hacer jugar mejor al equipo. Esta vez el inicio de Lakovic no pudo ser mejor: Javi Salgado perdió una pelota y la jugada acabó con un triple del esloveno, que volvía a poner por delante al Barça, que había llegado a tener una ventaja de siete puntos (12-5 a los 4'45'') con la actuación de Álex Acker y Gianluca Basile, que entonces ya sumaban cinco puntos cada uno y que luego aportaron mucho trabajo sucio, una defensa más que correcta y dos puntos más. El escolta italiano tuvo una noche horrible desde el perímetro, sólo acertó uno de sus seis intentos de tres.

Jugaba el conjunto vasco a agotar las posesiones y se sostenía a base de su gran defensa y de su domino lógico en el rebote, con Mile Ilic, Fréderic Weis y Marko Banic -otro gran partido con 13 puntos del ala-pívot croata- como principales reclamos. Su superioridad quedó reflejada desde la línea de personal: Marcelinho Huertas, que esta temporada promediaba más de 20 puntos ante el Barça y esta vez sólo sumó 12, anotó los dos tiros libres tras recibir la primera falta personal de Lakovic y firmó la máxima ventaja del conjunto de Txus Vidorreta (20-25 a los 13'30''). El propio base esloveno enmendó su error con cinco puntos consecutivos y reactivó al Barça (30-28 a los 17'10''). Con 30-31 se llegó al descanso tras una canasta de Banic y un triple de Salgado, el único que metió (1/4) el base bilbaíno, que estuvo completamente desconocido. Constantemente decía que no con la cabeza. Su equipo notó su bajo rendimiento.

Los puntos de Grimau y Vázquez

Arriesgó Pascual en la segunda parte sacando a tres bajitos (Basile, Grimau y Lakovic). Al último tuvo que cambiar pronto: cometió su tercera falta personal, muy clara y sobre Huertas, y se encaró con el árbitro García Ortiz, que le recriminó su actitud. Con Sánchez como director de juego y con Grimau y Fran Vázquez como anotadores en el tercer cuarto (siete puntos el capitán y seis el pívot gallego) el Barça se adelantó 51-47 a los 29'40''. Huertas era el reflejo de la desesperación del conjunto vasco: primero vio cómo Grimau lograba un dos más uno delante suyo, después cometió dobles cuando estaba rodado de tres rivales.

Con Weis y Pasalic mermados en el banquillo, el Barça coleccionó opciones en ataque: era muy superior en el rebote ofensivo. Una segunda opción de Acker puso el 55-47 a 8'20'', pero entre Pasalic y Huertas redujeron la desventaja a tres puntos (55-52 a 6'45''). Ahí se acabó el partido, que Lakovic casi finiquitó con nueve puntos consecutivos (64-54 a 5'30'', diferencia que se ampliaría hasta el 69-54 a 3'02''). El base esloveno también participó en una de las jugadas más estéticas -un alley-hoop de Ersan Ilyasova- y Mario Kasun, antes de irse excluido, aprovechó los últimos instantes para reivindicarse como jugador contundente y seguro, como puro espectáculo en la zona. El pívot croata anotó 11 puntos en tan sólo 15 minutos y parece estar en un gran momento de forma. Como Lakovic. "Al final hemos tenido un final cómodo", comentó a TVE el gran protagonista del partido.


No hay comentarios :