lunes, 22 de diciembre de 2008

Keita lidera otra vez la reacción de un Barça que ya es el mejor de la historia

Keita celebra el gol del empate, su tercero en Liga -EFE.


Obediente, se colocó en la puerta de las oficinas del Barça, recurrió al gesto surfero que difundió Ronaldinho y se dejó hacer las fotos de rigor. Seydou Keita (Bamako, Mali, 1980) sabía que su fichaje era un mero trámite informativo: aquellos días la atención futbolística se centraba en la Eurocopa y las posibles incorporaciones de su compañero en el Sevilla Dani Alves y Arshavin al conjunto azulgrana, además del cansino culebrón de Cristiano Ronaldo con el Madrid. Así que durante su presentación Keita no quiso salirse del protocolo ni del guión clásico de casi todos los recién llegados. “Se ha cumplido un sueño desde que era niño”, dijo, mientras Pep Guardiola le definía como un “un jugador físico y dinámico con una potente capacidad para el chut de larga distancia”. Seis meses después la presunta incorporación de relleno se ha convertido en un jugador importante en el mejor Barça de la historia. Tras un inicio discreto Keita ha contribuido con tres goles (dos de ellos decisivos) a que su equipo sea ya campeón de invierno y haya logrado sus mejores números en la jornada 16 (41 puntos con 13 victorias, dos empates y una derrota, balance que sólo iguala el Madrid de la campaña 1960-61). Hace casi un mes, ante el Getafe, el centrocampista maliense impidió la primera derrota en el Camp Nou (1-1). Ayer contra el Villarreal también equilibró el marcador (Henry marcaría el definitivo 1-2). Los dos goles fueron casi calcados: centro de Alves desde la derecha y cabezazo de Keita.


Los grandes equipos crecen y se forman en las peores circunstancias, demostrando que disponen de la capacidad de reacción suficiente para resolver imprevistos. Hasta el momento el Barça ha demostrado que tiene esa virtud, que responde más a aspectos psicológicos que a simple calidad. Este curso sólo ha perdido tres de los ocho partidos en los que empezó perdiendo (en el debut en Liga ante el Numancia y contra Wisla y Shakhtar en la Champions, dos encuentros irrelevantes y con suplentes). Empató en el Camp Nou ante Racing y Getafe, y ganó a última hora en Ucrania y Montjuïc con Leo Messi como protagonista.


Oportunidades calcadas


En El Madrigal el grupo de Pep Guardiola no necesitó un desenlace tan apurado: remontó marcando en el 54 y en el 65. El primer tanto, de Keita, llegó en una acción desafortunada (o directamente catastrófica) de Diego López y de suma impulsividad del centrocampista azulgrana. El portero intentó despejar con los puños el centro de Alves y Keita, jugándose el tipo, conectó de cabeza. Keita señaló al cielo, hacia su padre al que perdió con 10 años, y gritó “¡Barça!” ante las cámaras de televisión.


El gol fue otra prueba de la fortaleza mental del Barça, que empató sólo siete minutos después de que marcase Cani. Exquisito en el pasado y secundario en el presente, el centrocampista zaragozano rentabilizó una excelente asistencia de Rossi para superar a Víctor Valdés con la tranquilidad de los mejores delanteros. Cani dispuso de la sangre fría que le había faltado al propio Rossi poco al cuarto de hora. En una jugada casi exacta el delantero italiano chutó demasiado pronto, como Guille Franco y Nihat en los últimos minutos. Las ocasiones del Villarreal llegaron al contraataque y tras un pase que rompía la defensa adelantada del conjunto azulgrana. Todas de uno contra uno ante el portero. Ninguna exigió la intervención de Valdés.


La expulsión de Piqué


Las oportunidades de Guille Franco y Nihat coincidieron con los peores instantes del Barça, castigado por la expulsión de Gerard Piqué. Una sanción injusta (el defensa chocó fortuitamente con Gonzalo) que pudo ser decisiva. Porque Martín Cáceres entró por Henry y aumentó las prestaciones del rival: es lo que tiene ser joven y jugar poco y mal.


El conjunto azulgrana defendió como pudo el gol de Henry, que remató de toque genial con el interior del pie izquierdo otra Xavi, la octava del MVP de la Eurocopa en la Liga. Desconectados por completo Samuel Eto’o y Leo Messi, Titi fue el único delantero del Barça que creó peligro a Diego López. El ex jugador del Arsenal pudo marcar nada más empezar, en el segundo minuto, pero el portero sacó como pudo el tiro con la pierna. Tampoco acertó en el 13 tras recortar a Godín en el área pequeña.


A la media hora Henry participó en la jugada más estrambótica del partido: recuperó una pelota, recorrió varios metros y, escorado en la izquierda, centró al área. Ni Xavi por dos veces ni Messi fueron capaces de rematar entre los tres palos. Ésa fue la última oportunidad de la primera parte, en la que el Barça hizo ocho faltas más que su rival (once por tres), algo inédito. En la segunda llegarían los goles y la demostración de la fe del grupo de Pep Guardiola. Como ante el Getafe Keita volvió a convertirse en el protagonista. Otra vez aprovechó un centro desde la derecha de Alves para rematar de cabeza. De fichaje de relleno, nada.


1 comentario :

Dani Navedo dijo...

Vaya temporada que llevan... a este ritmo nos quedamos sin campeonato muy pronto.

Un saludo!!

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