domingo, 3 de mayo de 2009

Cuarto título en Roma de Nadal

El número uno festeja su triunfo ante Djokovic -EFE.

No hay cosa que relaje más a Rafa Nadal que pasar una jornada pescando en su querido Manacor. Una actividad que el calendario no le permite casi nunca y que podrá hacer hasta el jueves, cuando tendrá que estar en Madrid para cumplir con sus actos publicitarios, previos al Masters de la capital. Se ha ganado el mini descanso el tenista español, que lleva 38 semanas consecutivas como número uno y ya lleva cinco títulos esta temporada. Tras el Open de Australia, Indian Wells, Montecarlo y Conde de Godó, Nadal celebra ahora su cuarto Masters 100 de Roma, logrado tras ganar a Novak Djokovic por 7-6 y 6-2. Un éxito que sólo había logrado una tenista en la historia, Conchita Martínez, quien le entregó la copa de campeón.

Nadal tiene una sencillez impropia pese a todo lo que ha vivido con tan sólo 22 años. Le gusta comerse el desayuno que le prepara su madre, pasear y estar con su familia y amigos. “Es importante volver a ganar aquí. Ya pensaremos en la historia se termine mi carrera. Hay que estar preparados para superar los malos momentos”, zanjó cuando Rosana Romero de TVE le recordó su nuevo récord. No le interesan los elogios a Nadal, empeñado en mejorar y mejorar: ya ha ganado 15 Masters 1000, uno más que Roger Federer y sólo dos menos que el que ostenda el récord, Andre Agassi.

El camino a París

Sólo Djokovic parece capaz de ganar al número uno en tierra batida. El serbio, que acabó imitando a Nadal por petición de la presentadora de la ceremonia de premios, es el único jugador que le ha ganado un set en su superficie este curso (en la final de Montecarlo) y también será el principal rival en el camino hacia el quinto Roland Garros consecutivo. “Si pierdo en París sería injusto decir que no he hecho una buena temporada en tierra batida”, recalcó el número uno, que no pierde en arcilla desde hace un año, cuando perdió precisamente en Roma ante Juan Carlos Ferrero.

No le puso las cosas fáciles Djokovic, que pese a ceder su servicio en el primer set acabó forzando el tie break tras sobreponerse a un 4-2 en contra. Tampoco Nadal supo cerrar antes la manga: con 5-4 y 6-5 no aprovechó su saque. “El momento más duro fue con el 6-5”, analizó el jugador, que sí resolvería con suficiencia el segundo set tras romper el servicio de su rival en el sexto juego. A partir de ahí Djokovic intentó reaccionar con goles arriesgados que no le entraron y que precipitaron el final del partido: En los instantes decisivos siempre es mejor que yo”.

“Quiero darle la enhorabuena a Novak por su mejora en las últimas semanas en tierra. Seguro que si sigue jugando así algún día podrá ganarme”, dijo Nadal sobre su rival, que no pudo contener la risa. También tuvo palabras, en un italiano-inglés-español, de agradecimiento para el público: “Me han apoyado durante todo el torneo. Le tengo mucho cariño a este torneo y guardo grandes recuerdos de las finales de 2005, 2006 y 2007”. Ahora Nadal piensa sólo en desconectar y en cuántos peces podrá pescar. Tendrá un descanso merecido.


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