La capacidad de reacción ante situaciones muy adversas define a un equipo con moldes de campeón. Elementos que tiene el Barça, capaz de remontarle 18 puntos de desventaja a Unicaja en su pista, pero también de desmerecer la proeza encajando un parcial de 9-0 en los últimos tres minutos. Si en el Palau había sido decisiva una recuperación de Jaka Lakovic a Boniface Ndong, en el Martín Carpena –como reconoció Xavi Pascual– fue un rebote ofensivo de Jiri Welsch que permitió a Carlos Jiménez anotar el triple decisivo. Fundamental porque el Barça replicó rápido y mal y Ndong (20 puntos y nueve rebotes) le hizo un tapón a Ersan Ilyasova, una acción que permitió a Carlos Cabezas asegurar el triunfo de Unicaja por 82-75 y forzar el tercer y último partido de la serie de semifinales el domingo (19.00 horas, Canal 33).
El discurso de Pascual, como suele ser habitual, se extendió más allá de lo deportivo y en lo psicológico: “Había jugadores que han sabido volver al partido en una situación adversa, que han sabido controlar sus emociones y mantenerse dentro y, otros, que no”. Juan Carlos Navarro (26 puntos) perteneció al grupo de los que supieron gestionar su ansiedad y sus triples siempre llegaron en momentos decisivos. El primero, su 650º en la Liga ACB, y el segundo permitieron reducir a un punto una desventaja que había alcanzado los cuatro (12-11 y 24-23) y sobre todo replicar el tremendo acierto desde más allá de 6’25 de Thomas Kelati, con quien parecía estar haciendo un pique en un entrenamiento. Con una canasta de Fran Vázquez el conjunto azulgrana logró su primera renta (32-33 a los 16m08s) y con el cuatro triple de Navarro, sobre al bocina, llegó al descanso con empate a 43.
Parcial de 19-4
Lo que ocurrió al inicio de la segunda parte resultó extravagante, impropio de dos plantillas bastante parejas. Más si cabe teniendo en cuenta que Unicaja no pudo alinear ni a Berni Rodríguez ni a Marcus Haislip, básicos en los esquemas de Aíto. No los echó en falta porque Kelati y Ndong, con ocho puntos casi consecutivos, se multiplicaron y lideraron un parcial sorprendente de 19-4 que coincidió con la máxima renta local (65-47 a los 26m58s) y con Jaka Lakovic como base del Barça. No supo hacer funcionar a sus compañeros el esloveno, que había empezado el tercer cuarto como titular después de haber jugado apenas tres minutos en el inicio, en el que se fue al banquillo con dos personas, una trayectoria paralela a lo sucedido con Igor Rakocevic en el segundo partido de semifinales entre el Real Madrid y el Tau. A Rakocevic le suplió con acierto Sergi Vidal, mientras que a Lakovic le reemplazó Sada, cuya entrada reimpulsó al Barça.
El Barça había pasado a mostrar una imagen totalmente inversa: pasó de conceder 22 puntos en siete minutos a recibir tan sólo seis en el mismo tiempo. Una metamorfosis que le permitió ponerse por delante (71-73 a 4m13s) tras un triple de David Andersen. Los visitantes opositaron al triunfo hasta el rebote de Welsch y el inmediato triple de Jiménez. Dicha acción les hizo retroceder a lo ofrecido poco antes, a la precipitación y el desgobierno. Ganó Unicaja y será el Palau decidirá cuál de los dos llega a la final de la Liga ACB. Aíto se quitó presión: "Tenemos pocas opciones de ganar". Una frase que vistos los cuatro partidos que han enfrentado a ambos equipos esta temporada suena a broma. O a lo que realmente es, pura estrategia del técnico más curtido del torneo.
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