El Barça se tranquiliza en el momento justo

Mickeal intenta impedir la penetración de Ingles -ACB Photo/ Pepe Marín.

A diferencia de otras disciplinas, dos minutos en el básket representan una eternidad. En un final ajustado suelen cubrir con acciones precipitadas y tiros libres, que exigen concentración, tranquilidad y acierto. Una mezcla entre mecánica y serenidad. Exigencias especialmente necesarias en cancha rival, cuando todo el público se conjura para desconcentrar al lanzador. Pero ni Juan Carlos Navarro ni Pete Mickeal ni Fran Vázquez fallaron los últimos ocho lanzamientos en el último minuto y el Barça acabó ganando por 62-72 al Granada, que había logrado empatar a 62 a 1m 51s tras un parcial fantástico de 11-0. Curiosamente el empate descompuso a los locales, que ya no anotaron. Incluso su estrella, Richard Hendrix (16 puntos y siete rebotes), falló dos tiros libres que podían haber puesto por delante a su equipo. El Barça continúa segundo a un triunfo del Real Madrid, al que visitará el próximo día 27, y pudo volver a contar con Gianluca Basile, ausente por lesión desde la quinta jornada.

Había avisado Trifón Poch que el Barça era el equipo más talentoso de la competición, destacando a tres jugadores: Ricky Rubio, Navarro y Mickeal. El primero apenas pudo demostrar nada, pues disputó algo menos de seis minutos por un golpe en la cadera y acabó por primera vez en el curso con valoración negativa (-2, dos pérdidas y una recuperación). Tampoco resultó la jornada de Navarro, gran agitador del partido en el parcial inicial de 4-10, pero igual de precipitado que su equipo en gran parte del encuentro (4/15), especialmente en el último cuarto. Eso sí, La Bomba anotó no falló desde la línea de personal a 1m 05 para dar a los azulgrana los dos primeros puntos del parcial definitivo de 0-10. Más completa fue la actuación de Mickeal, que, según Poch, “da al Barça más consistencia exterior”. Mickeal alcanzó los 15 puntos (4/12), pero metió sus seis tiros libres, capturó cinco rebotes, repartió dos asistencias y recuperó hasta cuatro pelotas.

Gran partido de Morris

Se olvidó el técnico del CB Granada de destacar a Terence Morris (16 puntos, 6/6), actualmente el recambio más efectivo. El ex jugador, entre otros, de Maccabi y CSKA Moscú, rescató al Barça en sus peores momentos y precisamente después de cometer su tercera personal ante Hendrix, demasiado superior en la zona, tan cómodo como estaban en las transiciones rápidas Joe Ingles (10 puntos), Nico Gianella y Jimmie Hunter (ambos con 12). Si alguien corría era el Granada, bien cerrado en una defensa zonal 2-3 y superior en el rebote (43 por 37) ante un Barça estático, desconocido y obligado a ataques largos mal resueltos o a los demasiado cortos sin criterio.

El conjunto de Xavi Pascual no empezó a carburar hasta que Morris se puso las pilas anotando 10 puntos en los primeros 4m 41s de la segunda parte, con dos jugadas de canasta de tiro adicional (39-42). Fue el precedente de un parcial de 0-13 (46-57 a 8m 37) con cinco puntos consecutivos (de hecho, los únicos) de Erazem Lorbek (2/6), totalmente inferior ante Hendrix.

La defensa zonal, el extremo desacierto del Barça –no encontró otra solución que lanzar triples con nulo acierto– impulsaron a un CB Granada perfecto en las transiciones rápidas y que agradeció los primeros puntos de Pablo Aguilar, que hasta entonces había fallados sus primeros seis lanzamientos. El pívot granadino, por el que el Real Madrid tiene una opción de recompra, contribuyó con siete tantos para que su equipo se acercase en el marcador hasta el empate a 62. La canción “¡A por ellos!”, famosa por ser una especie de himno para la selección española de fútbol, continuaba sonando en la grada, convencida de que su equipo iba a poder ganar a todo un Barça. Pero Aguilar, Hendrix, Gianella y Hunter erraron sus acciones y los azulgranas se tranquilizaron en el último minuto con los tiros libres, capturando tres rebotes decisivos, dos de Vázquez (11 puntos y ocho capturas) y otro de Mickeal.