domingo, 22 de agosto de 2010

Federer vuelve a ganar en Cincinnati ante un Fish ejemplar

Federer levantar el trofeo de Cincinatti, una especie de jarrón multicolor -EFE.

En plena vorágine del estrés que conlleva una boda y los últimos –y dicen, interminables–  detalles por concretar, Mardy Fish (Edina, Minnesota, EE UU, 1981) se disculpó ante su futura mujer. Tenía una razón de peso para desentenderse del marrón por unos días: a última hora, y por la lesión de Bob Bryan, le convocaban para la Copa Davis contra España. Su prometida no puso trabas y Fish preparó la maleta y cogió el primer avión que encontró para Madrid. Casi dos años después la Sra. Fish, Stacey Gardner, abogada, modelo y periodista, sufría en la grada, pues Fish era finalista del Máster 1000 de Cincinnati, al que había acudido como invitado. Para su compatriota Andy Roddick, al que venció en semifinales, Fish es un aspirante serio al Abierto de Estados Unidos, por sus últimos triunfos en Newport y Atlanta y sobre todo por el repertorio ofrecido en Cincinnati, donde eliminó, entre otros, a Fernando Verdasco y Andy Murray, y sólo cedió ante Roger Federer, vencedor de una final muy igualada (6-7, 7-6 y 6-4) de dos horas y 40 minutos de duración. El suizo, que levantaba un trofeo desde el Abierto de Australia, sólo pudo romper el servicio de su rival en el noveno juego de la última manga. El número dos del mundo celebró su 17º Máster 1000 (18 tiene Rafa Nadal) e igualó la marca de cuatro victorias de Mats Wilander en Cincinnati, donde defendía título. Es el 63º título para Federer en su 90ª final.
  
Fish se defendió al máximo a Federer, al que no cuestionó el saque –sólo tuvo una oportunidad de rotura–, pero se mostró muy seguro en su servicio, sobre todo en los momentos más comprometidos. Los del primer set, cuando el estadounidense salvó las cuatro pelotas de rotura de las que dispuso el suizo. Dos de ellas con saques directos, en el noveno y undécimo juego. Así, la manga se resolvió por 5-7 en el tie break y a favor de Fish. Resultó un ejercicio irregular para ambos: empate a 54% en primer servicio, 19 errores no forzados para el suizo por 21 del estadounidense.

Tie break sin color

Enfadado Federer reaccionó dejando a Fish en blanco en el primer juego de la segunda manga y con dos aces. Pero el estadounidense, que disputaba su tercera final de Máster 1000 después de perder también en Cincinnati en 2003 e Indian Wells en 2008, no bajó su rendimiento y, de nuevo, se llegó, al tie break, en el que Federer sólo cedió un punto.    

Fish hace honor a su apellido, que significa pescado en inglés. Poblada de barba de pocas horas, su cara parece la de un capitán de barco al que sólo le falta un tatuaje en un brazo para deshacer las dudas. Ataviado además por una cinta azul marino para el pelota, gruesa y generosa como las de antes, Fish se vació para, al menos, forzar un último tie break. Una solución que le ha dado bien en el torneo, donde ganó seis de los ocho que jugó. Pero Federer aprovechó por fin su oportunidad de rotura y no cedió en su servicio. El suizo volvió a ganar en Cincinnati, el Máster 1000 donde se ha impuesto más veces. El segundo, con tres victorias, es Indian Wells, donde ha perdido su único partido ante Fish. Fue en semifinales de 2008, con el estadounidense pensando también en su boda.  

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