Mc Caleeb intenta lanzar a canasta ante Sada- EFE. |
La vida es tan caprichosa y previsible como acertar la numeración de una caja fuerte a la primera. Hay días, meses, incluso años, monótonos y, sin embargo, todo cambia con una decisión o un hecho inesperado, como le ha sucedido a Joseph Howart Ingles (Happy Valley, Australia, 1987), al que el gran regalo de su 23º aniversario le llegó más tarde del 11 de octubre, el pasado lunes, con su fichaje por el Barça, club en el que había realizado unas pruebas de adolescente. Algo más de dos días después del reconocimiento médico, la presentación ante los medios y el primer entrenamiento Ingles, cara de melancólico y de tímido –sus allegados sabrán si la interpretación es buena–, ya se estrenó en la Euroliga, con cinco puntos en la derrota de los azulgrana a domicilio ante el Montepaschi Siena. Todo un desplome general en la segunda parte para el nuevo equipo del australiano, que tras el descanso (40-43) sólo anotó cuatro canastas en juego (76-67) ante un rival impulsado por la hiperactividad de Bo Mc Caleeb (21 puntos). Los azulgrana (4/22 en triples) echaron en falta a Juan Carlos Navarro, de baja en casa por lumbalgia, y sólo celebraron otro traspiés ajeno, del hasta ahora invicto Fenerbahçe por 82-78 en su visita a Francia contra el Cholet Basket, que acumula el mismo balance que el conjunto de Xavi Pascual: tres triunfos y dos derrotas, ante los colíderes del grupo C italianos y turcos, tantas como en toda la Euroliga pasada.
El Barça tuvo una actitud más contemplativa que competitiva durante prácticamente tres cuartas partes del partido, como si los aciertos del Montepaschi Siena anestesiaran su voluntad e intensidad y le recordaran su cartilla de la enfermería, con la baja puntual de La Bomba y la de unos meses de Gianluca Basile. A los azulgrana les sorprendió, de entrada, que los locales acertasen en sus diez primeros tiros, hasta el límite de ceder otros tantos puntos. Sólo cambió el Barça con la entrada de Ricky Rubio y la de Ingles, que apenas un minuto y medio de haber salido a la pista ya acumulaba cinco puntos en sus dos tentativas. Los dos primeros en una gran recuperación que marcó el inicio de la gran reacción de los azulgrana, más seguros de sí mismos en esos momentos en los que Mc Caleeb y Milovan Rakovic estaban en el banquillo. Con Erazem Lorbek (15 puntos) como realizador final los azulgrana arreglaron el primer cuarto al final (26-23) y se pusieron por delante por primera vez con Pete Mickeal como agitador (15 tantos como el esloveno, 30-31 a los 24m 57s).
Jordi Robirosa: "Por centésimas"
“¡Hemos parado de jugar! ¿Por qué?” fue la reprimenda de Simone Pianigiani y volver a dar entrada a Mc Caleeb y Rakovic, su solución. Así que el habilidoso base continuó su inmaculada estadística (no falló tiro alguno hasta el minuto 25) con un triple, su último lanzamiento hasta el descanso, que los azulgrana alcanzaron sin tambalearse gracias a su serenidad en los ataques largos y a la colocación de Kosta Perovic. El día y la noche del Barça en la segunda parte, cuando perdió la compostura, la confianza, prácticamente todo. Anotar le resultó agónico, pues sólo contabilizó 15 puntos en el tercer período y 12 en el último, nueve de canastas en juego, de Mickeal y Lorbek. Tampoco le ayudó el instant replay en la última acción del cuarto, un triple a tablero desde su campo del propio Lorbek. Los árbitros, tras repasar la jugada en el monitor, indicaron que era fuera de tiempo y la retransmisión de la televisión italiana fue nefasta. “Habrá sido por menos de una centésima”, razonó Jordi Robirosa en su narración para el Canal 33.
El inicio del último acto fue una continuación del penúltimo ante un Montepaschi generoso y coral en el que incluso el veterano Carreretto se sintiese el mejor del mundo para firmar una distancia de 15 puntos a 7m 23s (a 7m 23s). En la alegría del humilde secundario se explicaba la desdicha y frustración del grande empequeñecido. Un conjunto azulgrana minúsculo al que sólo le faltó sacar un matasuegras para festejar una nueva canasta en juego, la tercera hasta entonces de la segunda parte, de Lorbek (72-59 a 5m 45s). Sada perdió dos pelotas seguidas y para suerte de los azulgrana su rival no pudo establecer diferencias insalvables en el basket average y la diferencia final resultó amable para lo acontecido. Este Barça está bastante lejos de cuanto fue el curso pasado.
Montepaschi Siena (26+17+21+12) 76: Mc Calebb (21), Kaukenas (9), Moss (4), Stonerook, Rakovic (13) –quinto inicial–, Carraretto (8), Lavrinovic (11), Zisis (6), Aradori (2) y Ress (2). Barça (23+17+15+12) 67: Sada (4), Lakovic (9), Mickeal (15), Morris, Ndong (9) –quinto inicial–, Grimau (2), Fran Vázquez (-), Ricky Rubio (4), Lorbek (15), Ingles (5) y Perovic (4).
El Barça tuvo una actitud más contemplativa que competitiva durante prácticamente tres cuartas partes del partido, como si los aciertos del Montepaschi Siena anestesiaran su voluntad e intensidad y le recordaran su cartilla de la enfermería, con la baja puntual de La Bomba y la de unos meses de Gianluca Basile. A los azulgrana les sorprendió, de entrada, que los locales acertasen en sus diez primeros tiros, hasta el límite de ceder otros tantos puntos. Sólo cambió el Barça con la entrada de Ricky Rubio y la de Ingles, que apenas un minuto y medio de haber salido a la pista ya acumulaba cinco puntos en sus dos tentativas. Los dos primeros en una gran recuperación que marcó el inicio de la gran reacción de los azulgrana, más seguros de sí mismos en esos momentos en los que Mc Caleeb y Milovan Rakovic estaban en el banquillo. Con Erazem Lorbek (15 puntos) como realizador final los azulgrana arreglaron el primer cuarto al final (26-23) y se pusieron por delante por primera vez con Pete Mickeal como agitador (15 tantos como el esloveno, 30-31 a los 24m 57s).
Jordi Robirosa: "Por centésimas"
“¡Hemos parado de jugar! ¿Por qué?” fue la reprimenda de Simone Pianigiani y volver a dar entrada a Mc Caleeb y Rakovic, su solución. Así que el habilidoso base continuó su inmaculada estadística (no falló tiro alguno hasta el minuto 25) con un triple, su último lanzamiento hasta el descanso, que los azulgrana alcanzaron sin tambalearse gracias a su serenidad en los ataques largos y a la colocación de Kosta Perovic. El día y la noche del Barça en la segunda parte, cuando perdió la compostura, la confianza, prácticamente todo. Anotar le resultó agónico, pues sólo contabilizó 15 puntos en el tercer período y 12 en el último, nueve de canastas en juego, de Mickeal y Lorbek. Tampoco le ayudó el instant replay en la última acción del cuarto, un triple a tablero desde su campo del propio Lorbek. Los árbitros, tras repasar la jugada en el monitor, indicaron que era fuera de tiempo y la retransmisión de la televisión italiana fue nefasta. “Habrá sido por menos de una centésima”, razonó Jordi Robirosa en su narración para el Canal 33.
El inicio del último acto fue una continuación del penúltimo ante un Montepaschi generoso y coral en el que incluso el veterano Carreretto se sintiese el mejor del mundo para firmar una distancia de 15 puntos a 7m 23s (a 7m 23s). En la alegría del humilde secundario se explicaba la desdicha y frustración del grande empequeñecido. Un conjunto azulgrana minúsculo al que sólo le faltó sacar un matasuegras para festejar una nueva canasta en juego, la tercera hasta entonces de la segunda parte, de Lorbek (72-59 a 5m 45s). Sada perdió dos pelotas seguidas y para suerte de los azulgrana su rival no pudo establecer diferencias insalvables en el basket average y la diferencia final resultó amable para lo acontecido. Este Barça está bastante lejos de cuanto fue el curso pasado.
Montepaschi Siena (26+17+21+12) 76: Mc Calebb (21), Kaukenas (9), Moss (4), Stonerook, Rakovic (13) –quinto inicial–, Carraretto (8), Lavrinovic (11), Zisis (6), Aradori (2) y Ress (2). Barça (23+17+15+12) 67: Sada (4), Lakovic (9), Mickeal (15), Morris, Ndong (9) –quinto inicial–, Grimau (2), Fran Vázquez (-), Ricky Rubio (4), Lorbek (15), Ingles (5) y Perovic (4).
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