Ricky recupera una pelota ante Fischer -EFE. |
El primer día de un profesor es decisivo para todo un curso: de su comparecencia, de cómo se muestre y qué transmita a los alumnos durante esos primeros minutos dependerá su relación con ellos. Un buen docente es el que motiva a todos, tanto a los que pretenden aprender como a los que persiguen sólo aprobar, a los silenciosos como a los más ruidosos. No entiende de perfiles, sino de personas. El Barça de Xavi Pascual no se fija en el currículum de sus rivales, sino que se presenta como un grupo insaciable independientemente de a quién tenga como opositor. Los azulgrana tienen un plantel tan completo y coral que no depende únicamentre de solistas. Su mejor jugador esta vez fue Erazem Lorbek (Ljubljana, Eslovenia, 1984), más fresco y certero en los últimos coletazos del curso que durante los meses anteriores. Lorbek, con 24 puntos y siete rebotes, dirigió con maestría el monólogo azulgrana ante un Bizkaia Bilbao Basket indeciso y superado, pero siempre ambicioso, tanto para rebajar considerablemente una desventaja que rondó los 30 hasta el 74-64. El Barça se adelantó 1-0 en la final de la Liga ACB. El segundo partido será este sábado (Teledeporte, 18:15 horas).
Defendido hasta el límite Navarro, Lorbek volvió fue la principal referencia del ataque azulgrana con puntos muy repartidos y sólo Ricky a cero. El pívot esloveno está asumiendo mucha responsabilidad en estos playoffs: las tres primeras jugadas las acabó él y once de los tantos del parcial inicial de 22-7 (a los 7m 55) llevaron su firma. Al Bizkaia Bilbao le costó encontrarse en la pista ante un rival que no le perdonaba ni el más mínimo despiste y que al descanso (43-31) sólo contabilizaba una pérdida por seis recuperaciones y acabó con 43 rebotes por 31 de su rival.
Respuestas disuasorias
Empequeñecido Jackson ante el agobio de Ricky y Sada, al Bilbao Basket le costó más de cinco minutos anotar su segunda canasta, obra de Mumbú, obligado en algunos momentos del encuentro a jugar de 4, porque hace semanas que Sonseca está de baja. Por contra, el Barça tiene una mina en la pintura, por más que ninguno de sus pívots haya tenido una temporada regular. Sobresalió Lorbek, acompañado de Perovic, más suelto desde hace un tiempo, o Ndong, al que ya no se le escapan balones de las manos y que le colocó un gorro a Vasileiadis, la misma jugada que Ricky a Warren. Un par de respuestas disuadorias para frustrar el amago de remontada de los visitantes, que entre el final del tercer cuarto, donde llegaron a perder por 28 puntos (64-38 a los 29m 20s), y el ecuador del último rebajaron 16 tantos la diferencia en menos de seis minutos.
La reacción final dice mucho del grupo de Katsikaris, que a pesar de que las cosas salgan mal no desconecta, y también mucho del de Pascual, que supo responder con temple y contundencia, con Lorbek de por medio, claro: "Hemos metido muchos tiros ante un rival muy fuerte". El Barça había querido -y logró casi siempre- marcar el territorio, como hacen los profesores que se dan a respetar. Los azulgrana arrollaban a su rival desde el máximo respeto por el público -por fin el Palau respondió a una cita señalada, se rozó el lleno, quizás por el anuncio de recorte a las secciones o por la llamada de la plantilla, o por ambas cosas-, pero también por la filosofía del equipo y la trayectoria de los visitantes, grandes animadores estos últimos días en un torneo del que se cuestiona su formato, al presidente y varios equipos las pasan canutas para subsistir. El último caso en conocerse, el del Meridiano Alicante. La tercera parte de los clubs ACB está... en concurso de acreedores.
Defiende Katsikaris que la hazaña del Bilbao Basket es una buena noticia para la competición. Lo es para el deporte y un ejemplo de gestión de recursos. Un reflejo de un equipo batallador desconocido prácticamente siempre ante un Barça con Navarro fallón (4/13) y Grimau acumulando canastas de mérito, pero sobre todo fue de la persistencia, como la que tiene Sada o de Lakovic, al que Pascual mandó al banquillo después de obsesionarse tirando un par de triples cuando tenía otras opciones más claras a su alrededor. Un lapsus de un equipo casi perfecto hasta el final del tercer cuarto que apenas dejó correr y gustarse al Bilbao Basket, más discreto por la reducida aportación de los principales artistas, como Mumbrú, Banic y Jackson. Entres los tres y Vasileiadis no alcanzaron la cifra de Lorbek, el mejor del Barça, el primer azulgrana en alcanzar los 24 puntos en una final de la Liga desde que Bodiroga lo hiciese en el segundo partido de la final de 2004 ante el Estudiantes, ahora molesto por la salida (o sobre todo por la manera que se ha producido) de Jasen.
BARÇA 74 (26+17+21+9): Sada (2), Navarro (9), Perovic (5), Lorbek (24) y Anderson (9) -quinteto inicial-, Ricky Rubio, Lakovic (2), Fran Vázquez (2), Ingles (3), Ndong (9), Morris (1) y Grimau (8). BIZKAIA BILBAO BASKET 64 (12+19+9+24): Jackson (7), Mavroeidis (5), Mumbrú (5), Hervelle (8) y Blums (5) -quinteto inicial-, Warren (12), Fisher (6), Paco Vázquez (3), Banic (6) y Vasileiadis (7). Árbitros: Daniel Hierrezuelo, Juan Luis Redondo y Benjamín Jiménez. Sin eliminados.
Defendido hasta el límite Navarro, Lorbek volvió fue la principal referencia del ataque azulgrana con puntos muy repartidos y sólo Ricky a cero. El pívot esloveno está asumiendo mucha responsabilidad en estos playoffs: las tres primeras jugadas las acabó él y once de los tantos del parcial inicial de 22-7 (a los 7m 55) llevaron su firma. Al Bizkaia Bilbao le costó encontrarse en la pista ante un rival que no le perdonaba ni el más mínimo despiste y que al descanso (43-31) sólo contabilizaba una pérdida por seis recuperaciones y acabó con 43 rebotes por 31 de su rival.
Respuestas disuasorias
Empequeñecido Jackson ante el agobio de Ricky y Sada, al Bilbao Basket le costó más de cinco minutos anotar su segunda canasta, obra de Mumbú, obligado en algunos momentos del encuentro a jugar de 4, porque hace semanas que Sonseca está de baja. Por contra, el Barça tiene una mina en la pintura, por más que ninguno de sus pívots haya tenido una temporada regular. Sobresalió Lorbek, acompañado de Perovic, más suelto desde hace un tiempo, o Ndong, al que ya no se le escapan balones de las manos y que le colocó un gorro a Vasileiadis, la misma jugada que Ricky a Warren. Un par de respuestas disuadorias para frustrar el amago de remontada de los visitantes, que entre el final del tercer cuarto, donde llegaron a perder por 28 puntos (64-38 a los 29m 20s), y el ecuador del último rebajaron 16 tantos la diferencia en menos de seis minutos.
La reacción final dice mucho del grupo de Katsikaris, que a pesar de que las cosas salgan mal no desconecta, y también mucho del de Pascual, que supo responder con temple y contundencia, con Lorbek de por medio, claro: "Hemos metido muchos tiros ante un rival muy fuerte". El Barça había querido -y logró casi siempre- marcar el territorio, como hacen los profesores que se dan a respetar. Los azulgrana arrollaban a su rival desde el máximo respeto por el público -por fin el Palau respondió a una cita señalada, se rozó el lleno, quizás por el anuncio de recorte a las secciones o por la llamada de la plantilla, o por ambas cosas-, pero también por la filosofía del equipo y la trayectoria de los visitantes, grandes animadores estos últimos días en un torneo del que se cuestiona su formato, al presidente y varios equipos las pasan canutas para subsistir. El último caso en conocerse, el del Meridiano Alicante. La tercera parte de los clubs ACB está... en concurso de acreedores.
Defiende Katsikaris que la hazaña del Bilbao Basket es una buena noticia para la competición. Lo es para el deporte y un ejemplo de gestión de recursos. Un reflejo de un equipo batallador desconocido prácticamente siempre ante un Barça con Navarro fallón (4/13) y Grimau acumulando canastas de mérito, pero sobre todo fue de la persistencia, como la que tiene Sada o de Lakovic, al que Pascual mandó al banquillo después de obsesionarse tirando un par de triples cuando tenía otras opciones más claras a su alrededor. Un lapsus de un equipo casi perfecto hasta el final del tercer cuarto que apenas dejó correr y gustarse al Bilbao Basket, más discreto por la reducida aportación de los principales artistas, como Mumbrú, Banic y Jackson. Entres los tres y Vasileiadis no alcanzaron la cifra de Lorbek, el mejor del Barça, el primer azulgrana en alcanzar los 24 puntos en una final de la Liga desde que Bodiroga lo hiciese en el segundo partido de la final de 2004 ante el Estudiantes, ahora molesto por la salida (o sobre todo por la manera que se ha producido) de Jasen.
BARÇA 74 (26+17+21+9): Sada (2), Navarro (9), Perovic (5), Lorbek (24) y Anderson (9) -quinteto inicial-, Ricky Rubio, Lakovic (2), Fran Vázquez (2), Ingles (3), Ndong (9), Morris (1) y Grimau (8). BIZKAIA BILBAO BASKET 64 (12+19+9+24): Jackson (7), Mavroeidis (5), Mumbrú (5), Hervelle (8) y Blums (5) -quinteto inicial-, Warren (12), Fisher (6), Paco Vázquez (3), Banic (6) y Vasileiadis (7). Árbitros: Daniel Hierrezuelo, Juan Luis Redondo y Benjamín Jiménez. Sin eliminados.
2 comentarios :
Toni gran cronica del choque, es cierto que ayer el Barça impuso su ley, pero yo destaco el ultimo cuarto de Bilbao, estos si te descuidas luchan hasta la muerte.
La final tiene un claro favorito, pero a mi me guystaria que se fuesen al 5º partido.
Muchas gracias Jairo. Pase lo que pase Bilbao Basket no se rinde y esa ambición e inconformismo es parte de la calve de su éxito. A ver qué sucede dentro de unas horas y si ellos salen mejor que en el primer partido.
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