Navarro celebra eufórico el triple decisivo ante Vasileiadis - ACB Photo. |
Reconoce que últimamente no se está sintiendo "del todo cómodo" tirando, pero que independientemente de sus porcentajes no deja de intentarlo. "Sigo igual", dice Juan Carlos Navarro (Sant Feliu de Llobregat, 1980), relajado, con un polo azul y los brazos cruzados. Hace algo más de un cuarto de hora La Bomba aparcó su falta de acierto (4/13, esta vez) para marcarse un triple sensacional desde 8 metros, a un minuto y ante Vasileiadis, principal reclamo de un Bilbao Basket Basket persistente hasta el final. Navarro anotó siete puntos en el tramo final como Lorbek, contribución fundamental para que los azulgrana volviesen a ganar (74-67) y estén a un triunfo de ser campeones de la Liga ACB. Pudo ser el último partido en el Palau de Ricky antes de su presumible marcha a la NBA.
El triplazo de Navarro acabó por tranquilizar a un Barça muy exigido por un Bizkaia Bilbao en un duelo de alto voltaje, el "más duro a nivel de contactos" de cuantos ha dirigido Pascual en su etapa como entrenador azulgrana: "casi todas las acciones eran punibles". Un encuentro dramático sentenciado con una jugada al alcance de pocos. "Si Juan Carlos tiene que meter ese canastón que ha metido para ganarnos, estamos contentos. Contentos no, pero... perdemos bien", razonó Katsikaris, más satisfecho con su equipo que en el partido anterior, pues los visitantes cargaron mucho mejor el rebote (40 por 36 del Barça) y sus altibajos no fueron tan irreparables.
Sada, maravilloso
Navarro comenzó efectivo un encuentro al que a ambos equipos les costó entrar: pesaban más las defensas que la puntería y Sada, maravilloso en estos playoffs y durante parte de la temporada -"él nos ha guiado por el buen camino", le elogió Pascual-, era capaz de frustrar a un pívot como Mavroeidis o de colocarle un tapón a Vasileiadis, muy acelerado nada más salir, con muchas prisas: lanzó un triple y se fue corriendo de espaldas mientras veía la trayectoria. El griego falló y pidió insistentemente la pelota para lanzar de nuevo e intentó un alley-hoop no buscado por el lanzador. El tiempo de Vasileiadis llegaría después, en el último cuarto, cuando anotó 12 de sus 15 puntos y encadenó dos triples seguidos. En ambas ocasiones encontró respuesta en Lorbek, poco relevante hasta entonces y oportuno en esos instantes decisivos, como Navarro.
Quienes nunca encontraron su momento y rindieron muy por debajo de sus posibilidades fueron Jackson (0/3), anulado por Sada otra vez, y Banic (1/5, tres puntos), que tuvo sus más y sus menos con Morris en la pista y en el túnel de vestuarios una vez acabó el partido. Blums fue quien más insistó y sostuvo a su equipo al principio junto con Hervelle. Al descanso casi se calcó el resultado del primer partido de la final (43-31 entonces, 40-31 en esta ocasión). Los azulgrana encadenaron tres triples, Ingles se movió como una culebra y Vázquez se gustó machacando. El Barça era más pillo y Morris hizo una asistencia larga para Ricky nada más anotar Mumbrú un tiro libre (la suerte prohibida para el Bizkaia Bilbao en la primera parte, 7/14). Una jugada clásica del grupo de Pascual.
El triplazo de Navarro acabó por tranquilizar a un Barça muy exigido por un Bizkaia Bilbao en un duelo de alto voltaje, el "más duro a nivel de contactos" de cuantos ha dirigido Pascual en su etapa como entrenador azulgrana: "casi todas las acciones eran punibles". Un encuentro dramático sentenciado con una jugada al alcance de pocos. "Si Juan Carlos tiene que meter ese canastón que ha metido para ganarnos, estamos contentos. Contentos no, pero... perdemos bien", razonó Katsikaris, más satisfecho con su equipo que en el partido anterior, pues los visitantes cargaron mucho mejor el rebote (40 por 36 del Barça) y sus altibajos no fueron tan irreparables.
Sada, maravilloso
Navarro comenzó efectivo un encuentro al que a ambos equipos les costó entrar: pesaban más las defensas que la puntería y Sada, maravilloso en estos playoffs y durante parte de la temporada -"él nos ha guiado por el buen camino", le elogió Pascual-, era capaz de frustrar a un pívot como Mavroeidis o de colocarle un tapón a Vasileiadis, muy acelerado nada más salir, con muchas prisas: lanzó un triple y se fue corriendo de espaldas mientras veía la trayectoria. El griego falló y pidió insistentemente la pelota para lanzar de nuevo e intentó un alley-hoop no buscado por el lanzador. El tiempo de Vasileiadis llegaría después, en el último cuarto, cuando anotó 12 de sus 15 puntos y encadenó dos triples seguidos. En ambas ocasiones encontró respuesta en Lorbek, poco relevante hasta entonces y oportuno en esos instantes decisivos, como Navarro.
Quienes nunca encontraron su momento y rindieron muy por debajo de sus posibilidades fueron Jackson (0/3), anulado por Sada otra vez, y Banic (1/5, tres puntos), que tuvo sus más y sus menos con Morris en la pista y en el túnel de vestuarios una vez acabó el partido. Blums fue quien más insistó y sostuvo a su equipo al principio junto con Hervelle. Al descanso casi se calcó el resultado del primer partido de la final (43-31 entonces, 40-31 en esta ocasión). Los azulgrana encadenaron tres triples, Ingles se movió como una culebra y Vázquez se gustó machacando. El Barça era más pillo y Morris hizo una asistencia larga para Ricky nada más anotar Mumbrú un tiro libre (la suerte prohibida para el Bizkaia Bilbao en la primera parte, 7/14). Una jugada clásica del grupo de Pascual.
La gran diferencia con el partido anterior fue que el Barça nunca tuvo ventajas tan salvajes (la máxima, 52-38 a los 27m 46s). Y la coincidencia, que los visitantes lo bordaron otra vez en el tramo final y fueron rebajando la distancia hasta los cuatro puntos con Vasileiadis espléndido y complicando las cosas mucho a un Barça rescatado por Lorbek y Navarro, que abrió los brazos de alivio y rabia tras su triple. Una jugada que bien resume las dificultades que tuvieron los azulgrana para volver a vencer a un Bilbao Basket persistente y orgulloso. "Este equipo tiene gasolina y mucha fe", sentenció Katiskaris.
BARÇA 74 (14+26+14+20): Sada (5), Navarro (20), Anderson (9), Lorbek (9) y Perovic (1) -quinteto-, Grimau (2), Ricky Rubio (3), Ndong (2), Morris (3), Lakovic (2), Vázquez (8) e Ingles (10). BIZKAIA BILBAO BASKET 67 (11+20+9+27): Jakson, Warren, Mumbrú (12), Hervelle (8) y Mavroeidis (6) -quinteto inicial- Blums (15), Vasileiadis (15), Fischer (8), Banic (3) y Paco Vázquez. Árbitros: Martín Bertrán, García Ortíz y García González. Eliminaron por cinco faltas personales a Grimau (min.36).
BARÇA 74 (14+26+14+20): Sada (5), Navarro (20), Anderson (9), Lorbek (9) y Perovic (1) -quinteto-, Grimau (2), Ricky Rubio (3), Ndong (2), Morris (3), Lakovic (2), Vázquez (8) e Ingles (10). BIZKAIA BILBAO BASKET 67 (11+20+9+27): Jakson, Warren, Mumbrú (12), Hervelle (8) y Mavroeidis (6) -quinteto inicial- Blums (15), Vasileiadis (15), Fischer (8), Banic (3) y Paco Vázquez. Árbitros: Martín Bertrán, García Ortíz y García González. Eliminaron por cinco faltas personales a Grimau (min.36).
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