Stoner festeja su triunfo en Silverstone - EFE. |
"Para estar con Stoner", había advertido Jorge Lorenzo, "tengo que ir casi, casi al límite". Y para dar lo máximo hay que arriesgar, todo un problema si es necesario hacerlo sobre mojado y bajo un diluvio. No eran las mejores condiciones para que Lorenzo intentase conservar el liderato, pero fue valiente e insistió en su cometido hasta caerse en la novena vuelta cuando luchaba por el puesto que le permitía lograr su propósito, la segunda plaza que tenía y conservó Dovizioso, que se quedó sin perseguidores en cuanto Simoncelli voló tras frenar en un charco. Un nuevo percance del polémico piloto, mientras que la retirada de Lorenzo sí que era noticia, pues era el único de los llamados cuatro magníficos de MotoGP (Rossi, Stoner y Pedrosa son el resto) que no había tenido que abandonar en los últimos tiempos. Lorenzo acumulaba 25 carreras entre los cuatro mejores y para encontrar su último abandono teníamos que remontarnos al 18 de octubre de 2009 en Phillip Island, territorio de Stoner. Con su triunfo en Silverstone, el tercero consecutivo con Honda, que no conseguía dicha racha desde 2003 con Valentino Rossi, el australiano se confirma como el piloto del momento: tiene 18 puntos de margen sobre Lorenzo y acumula cuatro victorias en las seis carreras disputadas. Siete de las últimas doce contando el curso pasado.
Stoner logró un triunfo brillante, puro sello propio, de los que se escapa en las primeras vueltas y sólo un error propio puede coronar a otros. Pudo tenerlo cuando le entró agua en el casco e iba a rebufo de Lorenzo y Dovivioso, pero "aguanté como pude" y acabó con una exhibición, doblando a De Puniet y Barberá, y sacándole más de un minuto al propio Rossi, sexto. Quinto quedó un gran Álvaro Bautista. Pero Stoner al margen el protagonista del GP de Gran Bretaña fue un piloto de 37 años, quizás el más divertido, Edwards. El estadounidense fue capaz de acabar tercero una semana después de operarse de la clavícula: "Hace unos días pensé que no me iban a dejar correr y hoy no tenía mucho feeling. Ha sido un buen día".
El mejor de los que no ganan
Edwards es el mejor de la historia de los que nunca han ganado una carrera, pues acumula hasta 12 podios, ninguno sin el primer puesto. Pudo lograrlo en 2006 en Assen, pero se le fue la moto en la última vuelta y Hayden ganó la prueba. Esta vez Edwards se vengó para conservar el puesto y dejar a su compatriota cuarto, su eterna plaza. Eterna parecía también la inmunidad de Lorenzo, que en estos meses había visto perderse carreras a sus tres mayores rivales por caídas, operaciones o enfermedad.
"He cometido el error de no esperar mi momento"
Salió como un cohete Lorenzo, hábil para ponerse primero en la primera curva, aunque no tardase en ceder posiciones y terreno con respecto a Stoner y Dovizioso, a quien pudo inquietar hasta la caída. La Yamaha quedó destrozada y Lorenzo, siempre sincero, no buscó excusas estériles: "He cometido el error de no esperar mi momento para adelantar a Andrea, que iba bastante más lento. Ha sido mi error. Estoy bien, por suerte no me he hecho nada". Por su parte, su ex compañero Rossi continuaba remontando posiciones: empezó 13º y acabó sexto, un puesto peor que Bautista.
Stoner logró un triunfo brillante, puro sello propio, de los que se escapa en las primeras vueltas y sólo un error propio puede coronar a otros. Pudo tenerlo cuando le entró agua en el casco e iba a rebufo de Lorenzo y Dovivioso, pero "aguanté como pude" y acabó con una exhibición, doblando a De Puniet y Barberá, y sacándole más de un minuto al propio Rossi, sexto. Quinto quedó un gran Álvaro Bautista. Pero Stoner al margen el protagonista del GP de Gran Bretaña fue un piloto de 37 años, quizás el más divertido, Edwards. El estadounidense fue capaz de acabar tercero una semana después de operarse de la clavícula: "Hace unos días pensé que no me iban a dejar correr y hoy no tenía mucho feeling. Ha sido un buen día".
El mejor de los que no ganan
Edwards es el mejor de la historia de los que nunca han ganado una carrera, pues acumula hasta 12 podios, ninguno sin el primer puesto. Pudo lograrlo en 2006 en Assen, pero se le fue la moto en la última vuelta y Hayden ganó la prueba. Esta vez Edwards se vengó para conservar el puesto y dejar a su compatriota cuarto, su eterna plaza. Eterna parecía también la inmunidad de Lorenzo, que en estos meses había visto perderse carreras a sus tres mayores rivales por caídas, operaciones o enfermedad.
"He cometido el error de no esperar mi momento"
Salió como un cohete Lorenzo, hábil para ponerse primero en la primera curva, aunque no tardase en ceder posiciones y terreno con respecto a Stoner y Dovizioso, a quien pudo inquietar hasta la caída. La Yamaha quedó destrozada y Lorenzo, siempre sincero, no buscó excusas estériles: "He cometido el error de no esperar mi momento para adelantar a Andrea, que iba bastante más lento. Ha sido mi error. Estoy bien, por suerte no me he hecho nada". Por su parte, su ex compañero Rossi continuaba remontando posiciones: empezó 13º y acabó sexto, un puesto peor que Bautista.
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