domingo, 13 de mayo de 2012

Printezis culmina una obra maestra de fe para coronar al Olympiacos como campeón de la Euroliga por segunda vez tras vencer a un CSKA incrédulo (61-62)

La plantilla del Olympiacos celebra su segunda Euroliga - Euroleague.


Blanco de prensa y aficionados y despreciado por Aíto y Chus Mateo, Giorgios Printezis (Atenas, 1985) se fue de Unicaja tras acordar su salida después que quedarse sin ficha. El pívot griego no cumplió con las expectativas por las que fue fichado poco antes de que Ndong se fuese al Barça. “[En Málaga] intenté dar el máximo cada día, pero, fue por lo que fuese, no pude mostrar su potencial”, se confesaba en una entrevista previa a la Final Four preguntaba por Jordi Prat de El 9 esportiu. Poco se imaginaba entonces Printezis que días después de esa conversación sería el héroe de un epílogo memorable e imborrable para la historia de la Euroliga y para el baloncesto en general. Quedaban 9'7 segundos y Siskauskas se plantó en la línea de tiros libres. Falló ambos y el propio Printezis se hizo con el rebote. Su compañero Spanoulis, escogido MVP de la Final Four, se la cedió para que se jugase el último tiro y él, valiente, tiró a una mano y la metió en el último suspiro. El protagonista se volvió loco como cualquiera que estuviese viendo la final, ya fuese de un equipo o del otro, o simplemente un seguidor de este deporte. La canasta de Printezis resultó la culminación de una  obra maestra de la fe, un premio a la tenacidad de un Olympiacos que llegó a Estambul como el equipo tapado y que doblegó a los dos planteles que mejores números atesoraban, al Barça en semifinales, y al CSKA de Moscú, en la final. Printezis coronó al conjunto de Ivkovic como campeón de la Euroliga por segunda vez en la historia después de remontar 19 puntos de desventaja en los últimos 12 minutos y vencer por 61-62 tras un parcial de... 8-28. 

El único triple de Shved había servido en bandeja el título a un CSKA (53-34) que se había escapado sin remedio en el segundo cuarto (el primero fue indigno con un parcial de 10-7) con la eclosión de Teodosic. El base serbio se había marcado tres triples seguidos y  Kirilenko, Lavrinovic y Krstic dominaban a placer bajo los aros. Tan mal lo estaba pasando el Olympiacos que sólo tres jugadores le había proporcionado puntos (Antic, Spanoulis y Papanikolaou, el mejor con 18 puntos y 3/3 en triples) y se tropezaba una y otra vez con los tiros libres. Sloukas falló el primero que lanzó y metió el segundo para convertirse en el cuarto jugador del conjunto de Ivkovic en anotar. Le siguió Printezis con la primera contra de su equipo y Mantzaris con un triple. Y Sloukas con un triple. Y, de nuevo Printezis. De ahí hasta un parcial de 0-14 que acercó al Olympiacos (53-48 a 7m 59s).

Papanikolaou, estelar 

El CSKA se quedó sin aliento, paralizado e incrédulo ante cuando estaba pasando y a pesar de contar con la plantilla más lujosa de Europa con diferencia se sintió sin recursos. Lamonica fue riguroso en un par de acciones de Teodosic y el conjunto ruso sólo fue capaz de anotar dos canastas más en juego, mientras su rival le seguía comiendo terreno sin pausa de la mano del hambriento Printezis. Ahí estaba para coger un rebote ofensivo, anotar y forzar el adicional. Como ahí estaba Papanikolaou para meter un triple y convertir un fallo de Spanoulis desde más allá de 6'75 en un rebote y una visita a la línea de tiros libres: 60-56 a 1m 36s. Papanikolaou es la futura estrella de un Olympiacos remozado este curso por las circunstancias y que ha tenido que reducir a la mitad su presupuesto (de 20 a 10 millones de euros), vender a dos estrellas como Papaloukas y Borousis, y apostar por dar carrete a jóvenes. 


El Barça, tercero

Con 27 años Printezis es uno de los veteranos y él fue quien puso el 60-58 con un reverso, quien cogió otro rebote tras un tiro errado por Teodosic y quien no pudo lanzar ante Khryapa. El propio Teodosic fue a la línea de tiros libres para meter el primero y fallar el segundo (61-58 a 19'6 s). A 10'1 Papanikolaou no falló desde los 4'60 y Spanoulis cometió falta sobre Siskaukas, al que le pudo la presión y erró los dos tiros. ¿El resto? La culminación de una obra maestra de fe a cargo de Printezis para engrandecer al baloncesto y castigar a un CSKA que lo vio todo demasiado fácil y todavía no se cree el desenlace final. El Olympiacos es campeón por segunda vez en su historia. La primera fue en Roma ante un Barça que en Estambul acabó el tercero tras imponerse por 69-74 al Panathinaikos, el que equipo que le había privado de su Final Four el año pasado. El mejor fue Huertas con 21 puntos y que ya llevaba once en el primer cuarto después de haber metido tres triples sin fallo. 

CSKA DE MOSCÚ 61 (10+24+19+8): Teodosic (15), Siskauskas (8), Kirilenko (12), Khryapa (3), Krstic (11) -quinteto inicial-, Kaun (2), Shved (3), Gordon (2), Voronov (-), Vorontsevich (-) y Lavrinovic (5). OLYMPIACOS 62 (7+13+20+22): Spanoulis (15), Mantzaris (3), Keselj (3), Dorsey (-) y Antic (7) -quinteto inicial-, Papanikolaou (18), Hines (-), Prinzetis (12), Sloukas (4), Law (-) y Papadopoulos (-). Árbitros: Luigi Lamonia (ITA), José Antonio Martín Bertran (ESP) y Tolga Sahin (TUR). Eliminaron por cinco faltas personales a Khryapa (min.36). Incidencias: Final de la Euroliga disputada en el Sinan Erzem Arena de Estambul ante 15.262 espectadores.

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