Contador y Purito durante la etapa - EFE. |
Deja sin argumentos a aquellos que le achacaban que no tenía piernas para puertos largos y no disponía de la suficiente frialdad para controlar sus impulsos y hacerle caso a la cabeza. Purito Rodríguez (Parets del Vallès, 1979) está en su punto para una carrera de tres semanas. Si a finales de mayo sólo cedió el Giro ante el Hesjedal el penúltimo día, en la contrarreloj. Un obstáculo que solventó con nota en la Vuelta, donde conservó el maillot rojo de líder por un segundo sobre Alberto Contador. Dos triunfos después, en el Mirador del Ézaro y ahora en Ancares, Purito acumula tres victorias en total –había vencido antes en Jaca– y 22 segundos de margen sobre el líder de un Saxo Bank enfurecido que, con Majka como rompepiernas, dinamitó la etapa en la subida a Ancares y frustró el sueño de Alberto Losada, ilusionado con la victoria de su vida. Una foto que también persiguió Contador, constante con sus cambios de ritmo. Incluso el último pareció el definitivo como ya le sucedió en La Gallina, pero al corredor de Pinto, alejado de la tensión de la competición unos meses, le sobra estrategia, pero le falta recorrido, además de un punto de fuerza y continuidad, por más que en 500 metros le sacase 12 segundos a Alejandro Valverde y Purito. El líder se fue del murciano y alcanzó a Contador en el último kilómetro, dejándole sin apenas esfuerzo. “Purito está en un momento de forma impresionante”, le elogió su rival, que entró a cinco segundos y perdió otros cuarto por las bonificaciones. “Alberto me lo ha puesto muy difícil. Con sus ataques nos suelta a todos”, replicó el líder del Katusha y de la Vuelta, frío e inteligente para hacer lo adecuado. Tercero llegó Alejandro Valverde, entero en una prueba en la que tenía previsto no participar y que empata en la general con Chris Froome. Ambos están a 1m 41s del líder.
En Ancares se vivió un baile final espectacular en el que los cuatro primeros tuvieron algo que decir y el sexto, el tenaz Dani Moreno, el gregario de oro para Purito capaz de ir por la general, adelantó a Gesink para colocarse el quinto entre los 183 supervivientes de la prueba. Aunque sería Majka quien seleccionó al pelotón en el ascenso a Ancares, dejando atrás a corredores como Menchov, del que se esperaba mucho más y que ya tiene perdida una hora. Sufrió Igor Antón, que dijo que su motor en esta Vuelta está siendo “la casta” y reconoció que los demás están mejor que él. Valverde se abrió para observar cómo andaba Froome, frito después en el primer ataque de Contador, aunque heroico para sostenerse en el Sky y aproximarse al resto de favoritos, a las que volvió a perder de vista en cuanto Contador volvió a bailar en su bicicleta, en lo que parecía que iba a ser el ataque definitivo. No lo fue para un Purito que parece no tener límites: “Los interrogantes los ponéis vosotros [los periodistas]. Yo lo tenía claro. El año pasado quedé tercero aquí”. Hechos y palabras.
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