Mickeal estuvo soberbio ante su ex equipo - FCB. |
No hay amor más poderoso
que el que se siente por uno mismo. Una fuerza impagable,
especialmente en momentos de duda e incertidumbre. Como los que vive
Joe Ingles casi desde que aterrizó en Barcelona. El australiano ha
perdido la cuenta de las veces que se ha hablado de que figuraba en
la lista de bajas o era un jugador prescindible. De hecho, en los
últimos días en algunos medios se incluía a Ingles, con contrato
hasta el final de curso, en una operación con Estudiantes y que
acabaría con Carl English, máximo anotador de la Liga ACB en el
Palau; en otra que implicaría a David Jelinek, que ficharía por el
Caja Laboral y Brad Oleson pasaría al Barça; o en una tercera que
en la que el aussie aterrizaba en Fuenlabrada y Feldeine en Can
Barça. Ajeno a los rumores y acostumbrado a ser cuestionado, Ingles
se reivindicó en un escenario con pedigrí, un Fernando Buesa Arena
ante más de 15.000 espectadores y que a principios de febrero rugirá
por la Copa del Rey. Ingles marcó el camino a su equipo ante un Caja
Laboral renovado con Tabak al mando y que acumulaba 17 victorias
consecutivas con una puesta en escena contundente para dar la vuelta
a un partido que los azulgrana empezaban a ver imposible (19-11 a los
6m 9s). En un suspiro el australiano se marcó dos triples y otro par
de contraataques y tiros libres para poner por delante de nuevo a los
azulgrana (34-35), que gobernarían el encuentro hasta
el final, a pesar de la gran réplica de San Emeterio y Lampe. Ambos
se toparon con un extraordinario Mickeal, protestón con los árbitros
cuando fue sustituido por Ingles al principio, e imparable después
para acabar firmando 23 puntos con 10/11 en tiros de dos en el feliz
retorno, con triunfo por 79-90, a la competición de Navarro, que
empató a 421 triple con su amigo Basile como máximo triplista de la
Euroliga, en la que también superó los 3.000 puntos. La Bomba es el
primero en conseguirlo. Barça y Caja Laboral empatan a cuatro triunfos en el grupo F, los mismos que Montepaschi Siena, que recibe mañana al Besiktas.
Hubiese sido imposible
que el Barça aguantase el ritmo del Caja Laboral, rápido y conciso
en un inicio en el que circuló a su antojo la pelota. Lampe
empequeñeciendo a Tomic y Sada perdido ante Heurtel. Débiles en el
rebote, que parecían dar por perdido, los azulgrana no daban réplica
al dispendio físico local con Milko Bjelica como hombre de
referencia y Lampe como ayudante de calidad. Con Tomic lleno de dudas
y el resto de sus compañeros estaban bloqueados cerca del aro y
redujeron las distancias porque Jawai sabía procurarse unos tiros
libres que no fallaba y los visitantes, con Navarro e Ingles
inspiradísimos, minimizaban sus carencias de juego a base de lanzar
triples casi sin fallo (5/7 en el primer cuarto).
Irrupción de San
Emeterio
Los azulgrana fueron
conscientes de que de ser así el partido no tenían nada que hacer
porque era imposible mantener ese acierto tan excelente desde más
allá de 6'75. Así que los visitantes se pudieron el mono de oficio
en defensa, por más que San Emeterio les hiciera un traje con diez
puntos en un segundo cuarto que cerró Mickeal (47-50) y en el que
Tomic empezó a carburar ante un Pleiss irrelevante –al contrario
del partido de ida en la Liga– y Milko Bjelica, que fue de mucho a
muy poco. Un dato resumía la extrema concentración de ambos equipos
al descanso: cuatro pérdidas de los locales por las dos
recuperaciones y otro par de pérdidas.
Con San Emeterio en el
banquillo y Mickeal inalcanzable los azulgrana pudieron sentenciar el
partido tras un mate de Jawai (54-67 a los 27m 22s), justo después
de que el propio San Emeterio entrase por Nocioni. El recambio fue el
perfecto y en un momento se marcó dos canastas, otro par de acciones
de Lampe y la salsa de Nemanja Bjelica perpetró un parcial de 14-2 a
8m 32s (8m 32s). La que pudo haber sido la enésima remontada del
Caja Laboral de Tabak se quedó en el broche final de un Mickeal
soberbio capaz de cualquier cosa que puso las cosas en su sitio. El
ex jugador local no quería un final de sobresaltos y sentenció el
partido casi sin pestañear.
CAJA
LABORAL 79 (28+19+13+19): Heurtel (2), Oleson (6), Nocioni
(9), Lampe (21) y M. Bjelica (11) –quinteto inicial–, Cook (6),
N. Bjelica (11), San Emeterio (14), Pleiss (0), Causeur (2) y Cabezas
(0). BARÇA 90 (27+23+19+21): Sada (9), Navarro (11), Mickeal (23),
CJ Wallace (3) y Tomic (11) –quinteto inicial–, Jawai (8),
Huertas (2), Ingles (12), Lorbek (9), Jasikevicius (2) y Rabaseda
(0). Árbitros: Lamonica, Zamojski, Javor.
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