Ayudado por Lorbek y Tomic, La Bomba
hace líder matemático de su grupo a un Barça que vence al Caja
Laboral (83-74)
Navarro bota el balón ante Lampe - AFP. |
El sereno
era un tipo polivalente, que tanto abría puertas como vigilaba las
calles, regulaba la iluminación, avisaba de los incendios... Su
figura llegó a ser capital en España y en algunos países de
Sudamérica hasta que la sociedad se modernizó. Por su repertorio
Juan Carlos Navarro (Sant Feliu de Llobregat, 1980) recuerda a un
sereno, pero su discurso y talento, en cambio, son atemporales.
Volvió a demostrarlo ante un Caja Laboral mejorado tras su cándida
visita a Badalona ante una Penya liderada por Albert Oliver y Àlex
Suárez, pues el capitán azulgrana se sacó del bolsillo la llave
adecuada en cada momento. Navarro supo cuándo replicar a un rival
necesitado para hacerse con la cuarta plaza y, junto a Lorbek y
Tomic, lideró a un Barça que alcanzó su undécima victoria (83-74) en el
Top 16 de la Euroliga y se aseguró matemáticamente la primera plaza del grupo F a falta de dos
jornadas por disputarse. Ahora mismo el rival de los azulgrana en cuartos sería el
Panathinaikos y los vitorianos estarían eliminados.
Cada año
que pasa Navarro tiene más ojos o al menos lo parece. Tiene una
visión más amplia y más serena del juego. Esta vez repartió seis
asistencias. En lo que no cambia La Bomba es en su fiabilidad cuando
se le necesita, ya sea para ayudar a marcar diferencias (42-27 a los
19m 1s) como para replicar un parcial de 7-22 con un triple y de
responder con otro justo después, tras un mate de Nocioni, que no
había anotado hasta entonces, y la enésima canasta de Lampe (55-53
a los 25m 3s). Ahí surgió Lorbek, seco en la primera parte por
haberse cargado de personales y tan dado a resurgir en los momentos
calientes. Así que el pívot esloveno se marcó seis puntos
consecutivos al final del tercer cuarto y otros diez más
en un último cuarto en el que el Caja Laboral llegó a perder
(71-63) y que se acercó 76-74 con un triple de Heurtel, que tiene
madera para llegar a ser un excelente base. Al francés le sobra valentía para
jugarse las canastas decisivas, pero le falta recorrido. Navarro y
Tomic no fallaron desde la línea de personal y Heurtel se la jugó y
falló, antes de que Lorbek pusiese el broche a la noche con su
segundo triple.
Mucho antes,
a unos segundos del descanso, Mickeal le había recriminado a Xavi
Pascual haberle cambiado por Rabaseda. El alero estadounidense se
fue a los vestuarios hecho una furia y rezando bien alto y ya no
volvió a jugar. Poco (13m 8s) participó Wallace, pero su actuación
resultó prodigiosa, con 13 puntos sin fallo y haciéndole un traje a
Nemanja Bjelica. Tampoco estuvo nada mal la actuación de Sada,
gigante en una noche en la que su compañero Huertas falló sus cinco
tiros, aunque repartió seis de las 27 asistencias de su equipo.
Todorovic también aprovechó bien sus minutos en un Barça suelto y
energético que ya sabe a qué juega y disfruta de un amplio
fondo de armario y de un ataque generoso (1.000 puntos), a la altura de su espléndida defensa (846, marca que comparte con el CSKA).
BARÇA
83 (18+24+22+22): Huertas (0), Navarro (14), Mickeal (2), Lorbek
(16), Tomic (14) —quinteto inicial—; Sada (8), Jasikevicius (0),
Todorovic (4), Wallace (13), Ingles (5), Rabaseda (3) y Jawai (4).
CAJA LABORAL 74 (12+20+18+18): Caja Laboral: Cook (0), Causeur
(5), Nocioni (11), Pleiss (2), M. Bjelica (7) —quinteto inicial—;
San Emeterio (6), Heurtel (10), Jelinek (3) y N. Bjelica (9).
Árbitros: Christodoulou (Grecia), Sahin (Italia) y Javor
(Eslovenia). Palau Blaugrana. 4.773 espectadores.
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