Spanoulis, en una acción del partido - Euroleague/ Getty. |
“Es algo
que pasa sólo una vez cada cien años. Que un equipo con un
presupuesto de 10,8 millones consiga el título era impensable”,
decía Vassilis Spanoulis (Larissa, Grecia, 2012) recordando la
gesta del curso pasado de Olympiacos, que se coronó campeón de la
Euroliga tras empequeñecer al Barça en semifinales y en la final a
un CSKA de Moscú que ganaba por 19 puntos a falta de 12 minutos en
Estambul. De la mano de Spanoulis y con un tiro agónico de Printezis
se vivió una de las grandes remontadas de la historia del deporte.
Casi un año después ambos equipos se volvieron a ver las caras en el O2 de Londres, esta vez en semifinales, con el mismo ganador que todavía a reducido más su presupuesto. De nuevo con Spanoulis –a pesar de su 0/6 en triples– como pieza clave de Olympiacos, pero esta vez en un encuentro sin un epílogo trágico, pues los griegos, dirigidos por su estrella, nombrado MVP de la Euroliga el jueves, fueron infinitamente superiores a un CSKA horroroso y desnortado por el pésimo partido de dos de sus figuras, Teodosic (5 puntos y 1/9) y Krstic (2 puntos, 1/5). Vencedores por 52-69, los griegos esperan a Barça o Madrid en su segunda final consecutiva de Euroliga.
Casi un año después ambos equipos se volvieron a ver las caras en el O2 de Londres, esta vez en semifinales, con el mismo ganador que todavía a reducido más su presupuesto. De nuevo con Spanoulis –a pesar de su 0/6 en triples– como pieza clave de Olympiacos, pero esta vez en un encuentro sin un epílogo trágico, pues los griegos, dirigidos por su estrella, nombrado MVP de la Euroliga el jueves, fueron infinitamente superiores a un CSKA horroroso y desnortado por el pésimo partido de dos de sus figuras, Teodosic (5 puntos y 1/9) y Krstic (2 puntos, 1/5). Vencedores por 52-69, los griegos esperan a Barça o Madrid en su segunda final consecutiva de Euroliga.
El CSKA
apenas se pareció a sí mismo, a ese equipo con un fondo de armario
interminable que dispone de más recursos económicos que nadie en
Europa. Lo fue en su puesta en escena con un Weems inalcanzable y un
Khryapa fino (8-4 a los 2m 22s), el guión que habían imaginado los
expertos, que volvían a dar como favoritos a los rusos. Quizás
olvidaron el duende de Spanoulis, capaz de recomponer a un equipo
ejemplar que no buscó excusas en que tanto Powell como Papanikolaou
–otro héroe de la final de Estambul– se cargasen con dos
personales rápidas. En el diccionario de Olympiacos están
subrayadas en marcador palabras como trabajo, generosidad y entrega.
Valores que encarna Spanoulis, que adelantó a su equipo por primera
vez (15-16 a los 7m 1s). Ahí, a base de hacer las cosas bien, el
conjunto griego rompió a su rival, al que minó la moral poco a
poco. El grupo de Messina empezó fallando cuatro tiros libres en el
primer cuarto y afinado con los triples (4/7). En cuanto perdió el
acierto desde más allá de 6'75 –encadenó diez fallos
consecutivos– el CSKA se convirtió en un pelele para un Olympiacos
en el que sobresalían todos: el tesón de Sloukas, la pericia de
Hines y la muñeca de Antic (28-40 al descanso).
El partido
decayó en ritmo y el Olympiacos se perdió el lujo de dudar y en el
tercer período perdió cinco pelotas, una menos que en toda la
primera parte. Pero su rival seguía atontado y sin sangre y Teodosic
ya cometía un error de peso el base serbio, que anotó por primera
vez en la línea de personal a 8 minutos del final. Su equipo había
metido todos sus puntos (ocho) en el tercer cuarto desde dicha
distancia y se había acercado (36-47 a los 26m 20s). Pura anécdota,
pues ahí estaban Hines y Antic para remediar el mini entuerto.
Vorontsevich anotó la primera canasta en juego del CSKA en más de
13 minutos, un dato que resumió el fuego de Spanoulis y compañía
ante un CSKA muy menor.
CSKA MOSCU
52 (17+11+8+16): Jackson (7), Teodosic (5), Weems (13), Khryapa
(11) y Kaun (7) –quinteto inicial–; Papaloukas (-), Micov (3),
Vorontsevich (2), Erceg (2) y Krstic (2). OLYMPIACOS 69
(24+16+13+16): Law (6), Spanoulis (8), Papanikolau (5),
Printezis (6) y Powell (-) -cinco inicial-- Katsivelis (-), Sloukas
(5), Perperoglou (8), Hines (13), Antic (13) y Shermadini (5).
Árbitros: Guerrino Cerebuch (ITA), Borys Ryzhyk (UCR) y Olegs
Latisevs (LET). Sin eliminados. O2 Arena. 9.218 espectadores.
2 comentarios :
a ver si el Madrid puede con los griegos promete la final sin duda
Al final el Madrid no pudo contener a Spanoulis y compañía pese a un gran primer cuarto. Olympiacos es un equipo ejemplar.
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