Marta Fernández, tras la final - Foto: Toni Delgado. |
Es posible que una red de baloncesto sea su collar más preciado. Cuando Marta Fernández (Palma de Mallorca, 1981) se la cuelga es señal que su equipo acaba de lograr un título. Suya ha sido la última pincelada de una final muy competida: un tapón en el último segundo a Vega Gimeno, pero sobre todo centrando a Perfumerías Avenida con un dos más uno en el momento en el que estaba más desquiciado por los árbitros y el excelente trabajo de Rivas. Marta Fernández mueve de un lado a otro la réplica de la Copa y va
atendiendo, uno por uno, a los medios que la solicitan. Ella es muy culpable de la cuarta Copa de la Reina. Superada por las circunstancias, ha roto a llorar tras el partido. No han sido meses fáciles para ella a nivel personal.
—Al jurado le debe haber costado escoger a la MVP. Tú misma has despegado con un dos más uno en el tercer cuarto, Robinson siempre ha estado ahí, Murphy se ha olvidado de su falta de puntería y ha seguido aportando... Eso es un grupo.
Eso es un equipo. El baloncesto es eso. Realmente este grupo de jugadoras es de los mejores que he tenido en toda mi carrera. Lo formamos buenas personas que hemos trabajado mucho y nos merecíamos este título. La MVP podría haber sido cualquiera y eso dice mucho del equipo. Lo importante es la victoria y el título, y lograrlos delante de nuestra afición [literal, porque el Pabellón Municipal Jorge Garbajosa de Torrejón de Ardoz parecía Würzburg] es espectacular.
—En dos años, dos títulos de Copa. Un título que en el UB Barça no llegó nunca.
Es verdad [se ríe]. Lo gané con Ros y con Avenida. Con el Barça no, aunque sí conseguimos la Liga. Muy contenta. Es mi quinta Copa y nada, ganarla de esta manera, es muy bonito.
—¿Cuántas redes tenéis en casa? Entre Rudy y tú...
Pues muchas. Empecé yo y desde entonces cortamos la red cuando ganamos. Es una tradición. Mis padres tienen redes de todo.
—Ganar un título haciendo un tapón al final...
¡Pensé que podía hacer falta y que fuera de tres tiros! Es anecdótico. Lo importante es esa defensa que hemos hecho al final. Aguantar los nervios en los últimos minutos es complicado porque te juegas mucho, pero el equipo ha estado de diez.
—Supongo que también es más bonito por los momentos difíciles por los que estáis pasando en la familia.
Sí. Ha sido un año difícil porque hemos tenido a mi madre malita. Sigue en tratamiento, pero por suerte ha ido todo bien. Ha sido un año duro a nivel personal y poder seguir disfrutando en la pista es muy importante. Hoy lo he hecho aquí. Me quedo con eso. Le he dedicado a mi madre este título. Está ahí [señala a la grada]. Es la mejor, es la mejor [se ríe].
—¿Por qué es la mejor? ¿Qué te ha enseñado?
Mis padres me han enseñado todo. Gracias a ellos me dedico al baloncesto. Mi madre es como mi mejor amiga. Lo es todo.
—¿Qué te ha enseñado el baloncesto para crecer como persona?
No me imagino mi vida sin el baloncesto. Me ha dado valores de compañerismo y experiencias únicas. Estoy contenta con todo lo que estoy viviendo en este deporte.
—De todas las compañeras que has tenido durante este tiempo, ¿con cuál te quedarías?
He tenido la suerte de estar con grandísimas jugadoras, pero una de mis mejores amigas es Ingrid Pons. Lo era en el UB Barça y sigue siéndolo. Si me tuviera que quedar con una sería con ella, aunque hay otras, muchas, que también son grandes amigas mías.
No hay comentarios :
Publicar un comentario