La alero mallorquina y el mazo de Lyttle guían al Galatasaray hacia su primera Euroliga ante el Fenerbahçe (58-69)
Alba Torrens, en la Final Eight - FIBA Europe. |
"Es una jugadora de dibujos animados, capaz de lo mejor y de lo peor precisamente por su genialidad. Es muy intuitiva, un caballo desbocado. Tienes que dejar que cabalgue y si se va a salir del sendero, reconducirla". Ésta era la radiografía de Lucas Mondelo, seleccionador nacional y técnico del Shanxi Xing Riu Flame, para Cronómetro de Récords sobre Alba Torrens (Binissalem, 1989). El comentario data de su etapa en el Perfumerías Avenida, de cuando ambos coincidieron en Salamanca y levantaron la Euroliga, de la que Alba Torrens fue MVP. El Galatasaray, que anhelaba ese trofeo, apostó muy
fuerte por su fichaje, pero hasta ahora no la había podido disfrutar un curso entero, pues la primera temporada sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior que le mantuvo fuera de las pistas un año. En su primer temporada sin contratiempos ha repetido MVP y ha sido el hilo conductor absoluto para que su equipo ganase por fin la Euroliga ante el Fenerbahçe (58-69). Aunque en la final destacase más el mazo de la mejor pívot del continente, Sancho Lyttle (19 puntos y 12 rebotes), presente en los momentos de jolgorio de su equipo (7-28 a los 10m 22s), pero también en los de apuro ante un rival que se acercó (58-62) tras el enésimo impulso de Pondexter. El segundo triple sin fallo de Kimyacioglu sentenció el partido.
"Alba Torrens es Mrs. Bodiroga", le elogió en Twitter Hamza Yenitepe, un aficionado, desde Turquía. Resulta difícil comparar a alguien con Alba Torrens. En la final tuvo su formato más generoso, con seis asistencias, cinco en los primeros 13 minutos. Tres fueron para Lyttle, sin rival en la zona y que desdibujó a Yacoubou, pálida en las grandes ocasiones. Alben fue otro puntal para un Galatasaray que se fue tranquilo al descanso (29-42), pero que se paralizó en varias fases de la segunda parte cuando, además de no anotar, perdió pelotas infantiles. Bibryzcka y McCoughtry se pusieron las pilas y apenas replicaron Lyttle y Alba Torrens o la eterna Yilmaz, hasta hace poco santo y seña de un Fenerbahçe que jugó y perdió su segunda final de Euroliga consecutiva. En dos cursos, con Roberto Íñiguez como técnico, solo ha contabilizado dos derrotas en la máxima competición continental, ambas el día decisivo.
La dirección de Alben, a la que al final del partido le pasaron un móvil para que hablase con alguien que quería felicitarle, y la defensa y el ataque de Zellous resultaron vitales para un Galatasaray que cogió el aire que necesitaba con dos triples, en poco más de dos minutos, de Kimyacioglu. Como gran parte de sus compañeras, Alba Torrens se puso a cantar con sus aficionados desplazados a Ekaterimburgo, donde también había sido coronada como reina en 2011. Les señaló como si les dirigiese, como si fuese una directora de orquesta. Tiene la garra de Isa Sánchez, el desparpajo de Laia Palau, la confianza de Amaya Valdemoro y una creatividad incomparable. "Es difícil comparar el juego de Alaba con el de cualquier otra jugadora", reconoce a Cronómetro de Récords José Ignacio Hernández, técnico de Rivas Ecópolis y que la dirigió en la selección, "pero tampoco es fácil encontrar muchas grandes jugadoras con su forma de ser, con su humildad, su capacidad de trabajo y con esa sonrisa que hace que todo lo que hace parezca más fácil de lo que realmente es".
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