La escolta del Nadezhda Orenburg cuaja un notable retorno a la selección ante Japón (50-74)
Anna Cruz, entre Tokashiki y Miyamoto - FIBA.com. |
Confiesa que le cuesta expresarse en inglés. Puede que sea porque va traduciendo las frases en la mente, justo lo que siempre se dice que no se tiene que hacer, porque quiere contar más de lo que saber decir... Quién sabe. Seguro que este verano Anna Cruz (Badalona, 1986) ha ganado soltura en la lengua de Shakespeare viajando de ciudad en ciudad tras su inesperado y brillante paso por las New York Liberty de la WNBA. Debutó con 11 puntos 9 rebotes y 4 robos, fuera de casa y Hartford (Connecticut) y no tardó en
conectar con la grada y en recibir propuestas de entrevistas de muchos medios, incluso desde España, y de varios a los que el baloncesto femenino no les cabe en su agenda. Anna Cruz tiene un lenguaje universal: se esmera en defensa y en ataque tiene imaginación y desparpajo. En su última temporada en Rivas cogió la confianza que le faltaba e hizo las maletas hacia Rusia y, en concreto, para jugar en el Nadezhda Orenburg, donde repetirá este año, como jugadora más completa del torneo. Lesionada en el tobillo, no pudo jugar la segunda parte del segundo partido de la final ante Perfumerías Avenida y no pudo impedir la derrota de su equipo. Una decepción a la que se sumó que semanas después Lucas Mondelo la escogiese como primer descarte para el Eurobásket de Francia: "No ha podido llegar". Agua pasada para esta licenciada en comunicación audiovisual que tuvo un regreso de película con la selección (12 puntos, con 75% de efectividad; tres rebotes; y dos asistencias en el estreno en el Mundial de Turquía.
conectar con la grada y en recibir propuestas de entrevistas de muchos medios, incluso desde España, y de varios a los que el baloncesto femenino no les cabe en su agenda. Anna Cruz tiene un lenguaje universal: se esmera en defensa y en ataque tiene imaginación y desparpajo. En su última temporada en Rivas cogió la confianza que le faltaba e hizo las maletas hacia Rusia y, en concreto, para jugar en el Nadezhda Orenburg, donde repetirá este año, como jugadora más completa del torneo. Lesionada en el tobillo, no pudo jugar la segunda parte del segundo partido de la final ante Perfumerías Avenida y no pudo impedir la derrota de su equipo. Una decepción a la que se sumó que semanas después Lucas Mondelo la escogiese como primer descarte para el Eurobásket de Francia: "No ha podido llegar". Agua pasada para esta licenciada en comunicación audiovisual que tuvo un regreso de película con la selección (12 puntos, con 75% de efectividad; tres rebotes; y dos asistencias en el estreno en el Mundial de Turquía.
A los 8m 34s Anna Cruz reemplazó a Alba Torrens -el aliento del grupo, no es casualidad que en una de las fotos del grupo hechas por la FEB sea ella quien tenga una pelota dorada y la levante- y tardó 23 segundos en anotar su primera canasta tras entenderse con Marta Xargay. La escolta del Nadezhda Orenburg fue lo que es, un torbellino fino y silencioso, hasta anotar sus 12 puntos al descanso (28-42).
Lyttle no pestañea nunca
Desde el banquillo disfrutó Anna Cruz los primeros minutos del tercer cuarto, tiempo suficiente para que Lyttle, que no pestañea nunca, se pusiese las botas anticipándose a sus rivales, volando más que ninguna: acabó con 19 tantos. El conjunto de Lucas Mondelo taponó a Japón, ahogada por una defensa incombustible de una España que acumuló un parcial de 0-21 (30-64 a los 26m 35s) y cogió hasta 18 rebotes en ese período. El sello lo puso Laura Nicholls, omnipresente, con un gorro a la mejor jugadora rival con diferencia, una Tokashiki que alcanzó los 19 puntos. La acción acabó con una Alba Torrens corriendo al contraataque sin oposición: nunca deja de sonreír, pese a que esta vez no estuvo fina con sus diabluras (7/22).
El epílogo sirvió para que Japón redujese las distancias y certificar el debut de Leticia Romero con la selección y para que Nuria Martínez y Leonor Rodríguez tuviesen también su hueco. El que se ha ganado Laura Gil tras una temporada infernal en la que estuvo seis meses apartada de las canchas o la propia Anna Cruz, que tiene un lenguaje universal.
2 comentarios :
que buenas jugadoras tenemos y que bien haces en ponerlo aqui Toni y darnoslas a conocer mas
Las que están, las que no han ido y las que acabarán yendo de aquí a un tiempo son también muy buenas. Dentro de mis posibilidades, intento ofrecer un hueco a aquellos deportes menos mediáticos, y el baloncesto femenino es una de mis debilidades.
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