Hamilton se sobrepone a la entrada de ese elemento tras un choque entre Pérez y Sutil y aprovecha el abandono de Rosberg para colocarse como nuevo líder tras su triunfo en Singapur
Hamilton festeja su triunfo en Singapur - AFP. |
El coche de seguridad exige casi siempre una nueva lectura de la carrera a los pilotos y equipos. Provoca errores de estrategia y alivia a los neumáticos, pero su aparición nunca nunca confundirá tanto como en el GP de Canadá de 1973. Fue el estreno del safety car, un Porsche, modelo 914, con el ex piloto 'Eppie' Wietzes como conductor. El caso es que no se situó delante del líder de la prueba y el resto de participantes no sabían cómo reaccionar en una prueba que ganó Peter Revson, de McLaren. El experimento salió tan
rana que el coche de seguridad tardó 20 años en volver a utilizarse: fue en Brasil, con victoria de Ayrton Senna. Desde entonces se ha convertido en un elemento habitual en las carreras, y más en el Marina Bay, donde pudo dar el segundo golpe de efecto de la jornada. El que esperaba un Nico Rosberg que no pudo arrancar su F1 W05 en la vuelta de formación y tuvo que retirarse en la 13ª con un "coche enfermo" y con problemas con el volante, sin poder utilizar el DRS o subir o bajar las marchas. Al alemán le cambió la cara con el choque entre Checo Pérez y Sutil: era necesaria la entrada del coche de seguridad.
rana que el coche de seguridad tardó 20 años en volver a utilizarse: fue en Brasil, con victoria de Ayrton Senna. Desde entonces se ha convertido en un elemento habitual en las carreras, y más en el Marina Bay, donde pudo dar el segundo golpe de efecto de la jornada. El que esperaba un Nico Rosberg que no pudo arrancar su F1 W05 en la vuelta de formación y tuvo que retirarse en la 13ª con un "coche enfermo" y con problemas con el volante, sin poder utilizar el DRS o subir o bajar las marchas. Al alemán le cambió la cara con el choque entre Checo Pérez y Sutil: era necesaria la entrada del coche de seguridad.
A Lewis Hamilton, vecino en Mercedes de Rosberg, se le hizo tarde para pasar por boxes y poner los neumáticos duros en ese momento. Cosa que sí hizo, por ejemplo, Alonso. Lewis, que no entiende de imposibles, se olvidó de que competía en uno de los circuitos en los que es más difícil adelantar y que cuenta con uno de los pit stop más largos. Simplemente, se ocupó de lo que estaba de su mano, completar 15 giros vertiginosos con el monoplaza más equilibrado de la parrilla y agenciarse 25 segundos de margen. Cuando Hamilton volvió del cambio de gomas, sólo Vettel pasó por delante de él. El alemán cedió tres vueltas después y no pudo impedir la séptima victoria del curso del nuevo líder del campeonato. Hamilton dispone de tres puntos más que Rosberg. Ricciardo fue el tercero, posición que también ocupa en la clasificación de un Mundial en el que Alonso es cuarto, también la plaza que ocupó en la carrera. Penalizado por la degradación de los neumáticos, Bottas se hundió en la última vuelta y acabó 11º y fuera de los puntos. Mejor le fueron las cosas a su compañero Felipe Massa, quinto.
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