Entrada espectacular de Irving. |
Él único momento en el que pareció perdido fue cuando, reunido con el resto del mejor quinteto del Mundial (Teodosic, Batum, Pau Gasol y Faried), le mencionaron. Kyrie Andrew Irving (Melbourne, Victoria, Estados Unidos, 1992) sólo reaccionó cuando le acercaron a dos palmos su segundo reloj de la noche, el que le reconocía como MVP del torneo y confirmaba que los patrocinadores dictan los protocolos. "¡Oh!", soltó Irving, mientras avanzaba unos metros y ponía la mejor de sus sonrisas para los fotógrafos.
Después, de nuevo con sus colegas elegidos, dudó si tenía que irse hacia la izquierda o la derecha. Fueron sus únicos segundos de colapso en una noche en la que hizo y deshizo a su antojo y destripó a una Serbia que llegó a ponerse 5-12 (a los 3m 25s) y acabó ese definitivo primer cuarto (35-21) golpeada con 15 puntos del propio Irving. El base de los Cleveland Cavaliers contabilizó 26 tantos (4/7 en tiros de dos y 6/6 de tres) y cuatro asistencias. Irving fue de oro en un Estados Unidos que se tomó un partido sin historia en una demostración de que este grupo es el combinado estadounidense más generoso y jornalero entre los que ha entrenado Coach K (129-92).
Después, de nuevo con sus colegas elegidos, dudó si tenía que irse hacia la izquierda o la derecha. Fueron sus únicos segundos de colapso en una noche en la que hizo y deshizo a su antojo y destripó a una Serbia que llegó a ponerse 5-12 (a los 3m 25s) y acabó ese definitivo primer cuarto (35-21) golpeada con 15 puntos del propio Irving. El base de los Cleveland Cavaliers contabilizó 26 tantos (4/7 en tiros de dos y 6/6 de tres) y cuatro asistencias. Irving fue de oro en un Estados Unidos que se tomó un partido sin historia en una demostración de que este grupo es el combinado estadounidense más generoso y jornalero entre los que ha entrenado Coach K (129-92).
Krzyzewski sólo ha perdido un partido desde que en 2006 se hiciese cargo de Estados Unidos. Fue la semifinal del Mundial de Japón ante Grecia y desde entonces sólo España ha conseguido complicarle las cosas de verdad. No lo hizo la Serbia de Djordjevic, desequilibrada en cuanto le ataron a Teodosic, estelar al inicio, cuando intervino en cinco de las seis primeras canastas de su equipo. Un oportuno tiempo muerto de Coach K y la muñeca de Irving finiquitaron un encuentro que había bajado la persiana al descanso (67-41).
Nunca se fijó en el marcador Estados Unidos. Tampoco Irving, que anotó, en un suspiro, sus últimos dos triples (91-59 a los 25m 38s). Poco escribirá sobre su actuación en la final en su libreta, donde apunta con esmero sus equivocaciones más importantes y es muy crítico con él mismo en sus partidos malos. Puede que sí acabe haciendo una crónica más de ambiente, que recuerde su abrazo volador con Harden (23 puntos) nada más acabar el partido o sus bailes con el propio capitán cuando éste levantó la Copa del Mundo a ritmo de The Black Eyed Peas. Una celebración discotequera a modo de resumen de una fiesta sin descanso para el grupo de Coach K, que ha levantado la quinta Copa del Mundo para su país.
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