"Soy el mejor Valentino de mi carrera", asegura Il Dottore tras ganar cinco años después en Misano el día de la caída de Marc Márquez
Rossi, eufórico, en el podio - VR46 Official. |
Los comisarios del Misano Marco Simoncelli corren a abrazarlo y presumir hasta el resto de sus vidas de haber achuchado a un personaje eterno al que sólo le faltaría aparecer con un guitarra y marcarse un solo o agenciarse un micrófono y ponerse a cantar. Valentino Rossi (Urbino, 1979) tiene el gen de agitar, animar y enloquecer al público como una estrella de rock y con la soltura de hacer creer que las acrobacias en la moto son la cosa más sencilla del mundo. Parece un bailarín en su Yamaha YZR-M1, con la que, como con
todos los modelos que ha pilotado a lo largo de su carrera, habla y a la que mima. Que alguien como Il Dottore, tras 308 grandes premios (264 de ellos en MotoGP), 107 victorias y nueve mundiales y más de 5.000 puntos en su haber hable de "trabajo", de cuánto le ha costado volver a ganar en el GP de San Marino: "Me siento muy orgulloso porque me he esforzado mucho para llegar hasta aquí estos cinco años".
todos los modelos que ha pilotado a lo largo de su carrera, habla y a la que mima. Que alguien como Il Dottore, tras 308 grandes premios (264 de ellos en MotoGP), 107 victorias y nueve mundiales y más de 5.000 puntos en su haber hable de "trabajo", de cuánto le ha costado volver a ganar en el GP de San Marino: "Me siento muy orgulloso porque me he esforzado mucho para llegar hasta aquí estos cinco años".
A Rossi se le iluminan los ojos cuando asegura que "soy el mejor Valentino de toda mi carrera". Así se siente él, con 35 años, y luchando en las carreras con Marc Márquez, ese chaval del que le separan 24 años y un día y con el que hace un rato se ha repartido cuatro adelantamientos. Dicen que los acuarios tienen una personalidad fuerte y atractiva, y al menos en sus casos la descripción es exacta. Márquez se le acerca por atrás y Rossi prepara su mano para recibir la felicitación por su primer triunfo del curso el día del líder, sonriente incluso el día de su primer error del año. A Márquez le ha costado arrancar la moto tras una inocente caída en la cuarta curva y los comisarios le han ayudado a incorporarse: acaba 15º, beneficiado por el tropiezo a última hora de Aleix Espargaró, y suma un punto. 20, por su cuarto segundo puesto consecutivo, obtiene Jorge Lorenzo, penalizado por la elección del neumático duro delantero. Se esperaba más el piloto de Yahama, rendido a Rossi: "Ha pilotado muy concentrado, no ha cometido ningún error y se merece la victoria". El tercero de la jornada, Dani Pedrosa, se queja de la falta de agarre y destaca haber hecho "lo que hemos podido". No ha podido acercarse a Lorenzo y ha defendido su puesto como ha podido con Dovizioso. Pedrosa, con 215 puntos y uno más que Rossi, sigue segundo en un Mundial que monopoliza Márquez con 289. "Escuchaba la moto de Marc cuando lo tenía detrás y, de repente, he dejado de oírla y he pensado que había abierto hueco", resuelve Il Dottore sobre la equivocación de su menudo heredero.
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