jueves, 5 de febrero de 2015

La química entre Rudy Fernández y Sergio Rodríguez

El Madrid destruye a un Barça reducido a Tomic y Hezonja (97-73) 

Rudy lucha por un balón con Huertas y Lampe - Euroleague. 

Tienen una química especial en la pista y son buenos amigos fuera de ella. Tanto Rudy Fernández (Palma de Mallorca, 1985) como Sergio Rodríguez (Santa Cruz de Tenerife, 1986) tuvieron un paso más discreto del esperado en la NBA y son dos de los pilares del proyecto en el Madrid de Pablo Laso, que estuvo a punto de acabarse en verano tras perder la final de la Euroliga ante el Maccabi Tel Aviv y la Liga ACB con el Barça. La pareja madridista se conjuró para descomponer a un Barça siempre varios pasos por 
detrás en el Palacio y que salió trasquilado, e incluso dimitió, en la segunda parte. "Ni hemos venido aquí. Necesitamos más carácter, decisión, motivación. Nos hemos ido del partido", lamentó, muy serio, Hezonja, justo el único azulgrana que no se quedó mudo entonces, en lo que fue una noche excelente para el Madrid, vencedor por 97-73 y más cerca de los cuartos de la Euroliga. 

Al Barça se le complica ese objetivo por su endeblez fuera de casa (ocho derrotas en sus últimas diez visitas). Nunca se recuperó de la excelente puesta en escena de un Rudy Fernández que puede que disputase su partido más completo desde que juega en el Madrid (22 puntos, nueve rebotes, cinco asistencias y tres robos por un 38 de valoración). El alero mallorquín estuvo casi perfecto: primero desquició a Thomas, al que Xavi Pascual por su despiste, y luego a Hezonja, que no tardó en volver al banquillo cargado de personales. 

Rudy, con 11 puntos sin fallo en apenas seis minutos, inflamó el partido, y Sergio Rodríguez le secundó dirigiendo a su equipo y haciendo todo tipo de virguerías. Tomic sostuvo como pudo a los azulgrana hasta el descanso (42-33), sin reparar en los pitidos y recados de una grada que no le perdona que firmase por el eterno rival. 

Abrines, mermado

Carroll paralizó a Huertas, Felipe Reyes volvió a multiplicarse como casi siempre, Slaughter se vació... El Madrid supo cómo desesperar a un Barça que echó de menos a los dos puntales con los que no puede contar por lesión, Navarro y Oleson, pero sobre todo a la gran mayoría de los que sí que saltaron al parqué. El que más mermado lo hizo fue Àlex Abrines, débil tras pasar cuatro días en cama con gripe. Doellman estuvo discontinuo, Tomic se apagó tras el descanso, Nachbar apenas jugó, Satoransky sólo se sintió cómodo con todo decidido, Huertas perdió seis de las 18 pelotas de los azulgrana... Los tres triples consecutivos del tercer cuarto (8/26 al final) fueron una anécdota. 

Sólo Hezonja se resistió a bajar los brazos. Aunque su osadía no fue suficiente para remontar, el croata evitó una derrota peor que la de la última Final Four de la Euroliga ante el mismo rival (62-100). "Si jugamos así, es difícil que nos ganen", cerró Rudy.

MADRID 97 (26+16+24+31): Sergio Llull (11), Carroll (2), Rudy (22), Reyes (14) y Ayón (10) –quinteto inicial-; KC Rivers (0), Nocioni (7), Maciulis (6), Rodríguez (23), Slaughter (2) y Bourousis (0). BARÇA (16+17+20+20): Huertas (8), Jackson (8), Thomas (1), Doellman (11) y Tomic (12) –quinteto inicial-; Hezonja (22), Abrines (0), Satoransky (6), Lampe (5) y Nachbar (0).

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