Cronómetro de Récords entrevista a la base del Perfumerías Avenida en la Copa de la Reina de Torrejón de Ardoz
Toni Delgado / Torrejón de Ardoz
"¿Nos las firmas por detrás?", le piden a Mariona Ortiz (Calella, Barcelona, 1992) unas pequeñas aficionadas con los ojos brillantes y la entrada en la mano. No hay duda de que esta temporada la firma de la base catalana cotiza más en el Perfumerías Avenida, finalista de la Copa de la Reina de Torrejón de Ardoz tras aplastar al Rivas Ecópolis (74-47).
—Desde fuera se te ve con más confianza, más entera y más madura. ¿Es así?
Sí. Mi primer año en el Perfumerías Avenida fue muy duro mental y físicamente. Además, arrastré bastantes problemas a nivel de peso. Este curso me encuentro mucho mejor: Alberto [Miranda] me ha dado todo lo que necesitaba y yo he trabajado cuanto tenía que trabajar.
—¿Te pudo la presión de cambiar el CD Zamarat por el Perfumerías Avenida?
[Dice un medio taco y se tapa la boca. "Eso no se dice", se disculpa]. Se nota mucho el cambio. Sobre todo lo noté en la rutina: miércoles, sábado, miércoles, sábado... Todo es muy diferente cuando disputas una competición como la Euroliga.
—Y te sigue más gente.
En Zamora también me sentía querida, aunque siempre decimos que la afición de Salamanca es mágica. La Marea Azul nunca falla: es gratificante saber que cuando pienses que no puedes más tendrás de tu lado a miles de personas que te apoyan y te ayudan a seguir adelante.
—Hablando de quien siempre está... Desde que llegaste a Salamanca, ¿quién ha estado siempre a tu lado en el vestuario? Dándote consejos, animándote...
Sobre todo Leo [Rodríguez]...
—Haciéndote reír...
Leo, Tamara [Abalde], Shay [Murphy]... Este año también Pao [Ferrari]. Todas intentamos apoyarnos porque es muy importante que en el vestuario haya buena dinámica. Leo Rodríguez nunca me ha fallado y creo que yo a ella tampoco. Angel [Robinson] es muy crítica conmigo, pero siempre reconoce mis aciertos. Me ha ayudado mucho, igual que Anna Montañana. Me gusta ser una esponja y que me digan qué hago mal para aprender. Todas me apoyan en ese aspecto.
—¿En qué eres mejor jugadora con respecto al año pasado?
En todo. La temporada anterior fue un punto de inflexión del que salí muy reforzada, sobre todo mentalmente, aunque al principio no lo viese así. Tengo mucha más confianza en la pista.
—¿Llegaste a plantearte hacer las maletas?
No. Te replanteas todo en general. ¿Quién eres? ¿Por qué estás aquí? ¿Realmente te mereces formar parte de un equipo así? Luego, en frío, te das cuenta de que has trabajado muy duro y juegas en el Perfumerías Avenida porque te lo has currado. Entiendes que tu camino tiene que seguir siendo el trabajo.
—Ahora sí que sientes que te encaja esta camiseta...
Para mí, y creo que para cualquier jugadora, es un sueño jugar en un equipo con tanta repercusión y una afición extraordinaria. Me siento súper afortunada.
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