El Chapu y Carroll guían al conjunto de Pablo Laso hacia su novena Copa de Europa ante Olympiacos (78-59)
Cuando el Madrid anunció su fichaje, muchos repararon más en el DNI de Andrés Nocioni (Santa Fe, Argentina, 1979) que en su ADN. Querían a alguien más joven para sustituir a Nikola Mirotic, que había hecho las maletas rumbo a Chicago para jugar en los Bulls. En su presentación, más que prometer, se definió como jugador: “Les puedo decir que yo en una cancha siempre dejo el 100%, nunca me voy a casa pensando que no he hecho las cosas de la mejor manera. He venido, para ser ambicioso y porque me atraen
estos retos. Trataré de hacerlo lo mejor posible”. Casi nueve meses después, horas antes de la final de la Final Four y tras secar en semifinales a Nemanja Bjelica (MVP del torneo), insistía: “Vine a aportar agresividad en la defensa de los grandes y a complementar el potencial ofensivo del equipo”. El último día de la Euroliga 2004-2015 El Chapu Nocioni repartió una lección de liderazgo, coraje y garra, sus señas de identidad. Sus números (12 puntos, con 2/3 en triples), siete rebotes, dos asistencias y dos tapones, pero sobre todo su actitud le coronaron como MVP de la Final Four de Madrid. Nocioni resultó vital para que el Madrid lograse su novena Copa de Europa, la primera bajo la denominación de Euroliga y 20 años después de la última, tras desdibujar a un Olympiacos desorientado por el pobre rendimiento de Spanoulis, negado por sus defensores (78-59). Golpeado también a final del tercer cuarto después recibir 11 puntos consecutivos de Carroll.
estos retos. Trataré de hacerlo lo mejor posible”. Casi nueve meses después, horas antes de la final de la Final Four y tras secar en semifinales a Nemanja Bjelica (MVP del torneo), insistía: “Vine a aportar agresividad en la defensa de los grandes y a complementar el potencial ofensivo del equipo”. El último día de la Euroliga 2004-2015 El Chapu Nocioni repartió una lección de liderazgo, coraje y garra, sus señas de identidad. Sus números (12 puntos, con 2/3 en triples), siete rebotes, dos asistencias y dos tapones, pero sobre todo su actitud le coronaron como MVP de la Final Four de Madrid. Nocioni resultó vital para que el Madrid lograse su novena Copa de Europa, la primera bajo la denominación de Euroliga y 20 años después de la última, tras desdibujar a un Olympiacos desorientado por el pobre rendimiento de Spanoulis, negado por sus defensores (78-59). Golpeado también a final del tercer cuarto después recibir 11 puntos consecutivos de Carroll.
“El MVP de la final va para un jugador en el que quizás su mayor talento sea el corazón. Me alegro mucho”, dijo sobre Nocioni Pablo Laso, eternamente cuestionado pese a haber recolocado al Madrid en los títulos. “He luchado como he hecho toda mi vida”, reivindicó El Chapu había frenado a Olympiacos y había finiquitado el partido con un triple y un tapón (67-55 a 3m). La mayoría de los puntos de Printezis llegaron demasiado tarde para los griegos y Nocioni acabó abrazado por cada uno de sus compañeros. El Chapu se multiplicó el día clave, una jornada difícil para un gigante como Felipe Reyes (dos puntos) y esquiva para Rudy Fernández con los triples (1/6), pero que se convirtió en el único jugador que ha ganado Euroliga, Fiba CUP y Copa ULEB. Una noche en la que secundarios, que podrían ser principales en casi cualquier equipo de Europa, fueron decisivos. Es el caso de Maciulis, capital para frenar la reacción en el segundo cuarto de Olympiacos tras un excelente primer cuarto de Sergio Llull y Lojeski. También de Carroll.
A los 14m 29s Spanoulis anotó su única canasta en juego y su único tiros de dos. El base griego falló sus cuatro triples y se fue enfadado al descanso (35-28). Su equipo ya había fallado seis de sus 14 tiros libres (acabó con un horrible 12/26). Surgieron Sloukas, Lojeski y Printezis (40-41 a los 25m 8s), pero se encontraron con el fogonazo de Carroll, que si jugase en casi todos los equipos de la Liga ACB acabaría como máximo anotador del torneo año tras año. Boom Boom Carroll encadenó tres triples y una entrada (51-44 a los 28m 50s). Sergio Rodríguez hacía también de las suyas, como Nocioni. Hunter machacó un par de veces, pero el epílogo sería para Nocioni. A su llegada al Madrid, El Chapu escogió el número 6, el primero que usó como profesional en el Racing de Avellaneda. Su 5 ya tenía dueño, Rudy Fernández. “Chapu, ya tienes lo que querías y te necesitamos. ¿Ahora vuelves?”, le preguntaba en Twitter un seguidor del Baskonia, su club hasta hace unos meses y donde se hizo grande en Europa.
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