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| Nico Rosberg celebra su triunfo en Montmeló - Reuters. |
"La derrota me ha fortalecido. Ahora soy más astuto porque he aprendido mucho en el último año. Ahora hay menos situaciones desconocidas y estoy listo para cualquier cosa que pueda suceder en la pista. Estoy mejor preparado", reflexionaba Nico Rosberg (Wiesbaden, Alemania, 1985) al diario Sport Bild poco antes del inicio del Mundial. Un curso al alemán le ha costado hacerse con la pole. Lo hizo en Montmeló, para cortar la racha de su compañero y actual campeón, Lewis Hamilton, que había partido primero en
las anteriores y le sacaba ya 27 puntos. No desaprovechó la ocasión Rosberg, que esta vez no perdió la compostura en la salida —"finalmente, salí bien"—. Hamilton fue segundo en el GP de España y ve cómo su compañero se le acerca a 20 puntos, aunque aumenta a 31 su ventaja con respecto a Sebastian Vettel.
Rosberg quiere demostrar con hechos sus palabras, pero, de momento, casi siempre ha salido perdedor con su compañero en el cuerpo a cuerpo. Hamilton es más agresivo y frío, pero Rosberg siente que puede ser campeón como lo fue su padre en 1982. Está ilusionado con su futura paternidad y quiere volver a ser el piloto de la primera parte del curso pasado. Poner nervioso a un Hamilton que le fue a felicitar, con cierta parsimonia, nada más de bajarse de su Mercedes. Poco antes, Rosberg había querido hacer tantas cosas tras salir del monoplaza que estuvo a punto de perder el casco por el camino. Una visera de otro piloto arruinó los frenos y la carrera de Fernando Alonso, que tuvo que abandonar en la 28º vuelta, y su compañero Jenson Button acabó 16º. McLaren no ha sumado ningún punto. Ocho puntos lleva Carlos Sainz, noveno tras superar a su compañero Verstappen y, tras una acción accidentada, Kvyat. Bottas fue cuarto y su compañero Felipe Massa, sexto y justo por detrás por Kimi Raikkonen. El finlandés suma 52 puntos, sólo tres menos que el año pasado.
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