Javier Triana rinde un crítico y divertido homenaje al histórico CD Logroñés en '¡Goool en Las Gaunas!'
Una plantilla del CD Logroñés. Foto: objetivorioja.larioja.com |
Hay delanteros que piensan más en la celebración, en el rugido de la grada, aunque no haya ni un curioso mirando, que en la puntería. Pasa en los estadios más lustrosos y en los más humildes. También les sucede a quienes no pasaron de jugar en el colegio o de sudar en las pachangas.
—¿Pero qué has hecho?
—¡Tenía ángulo!
—¿Ángulo? ¡Pero si has tirado desde el córner!
—Lo tenía. El otro día metí uno idéntico, parecido al de Batistuta hace unas semanas.
Es posible que ninguno de los presentes me creyese, sobre todo Txema, el gran damnificado. En aquel golpeo defectuoso que acabó con la pelota en un tejado le arrebaté, sin quererlo, pretendiendo ser un Batistuta de Hospitalet, un pedazo de infancia. Era un balón que le habían regalado en la comunión.
Puede que a Atila Kasac le pasase en el CD Logroñés lo mismo que a mí aquella tarde de viernes en el Parque de La Maternidad. El delantero, un espárrago con melena y piel desgastada, aterrizó en La Rioja como un fichaje ilusionante y se marchó sin un mísero gol que explicar a sus nietos. Aunque lo peor es el olvido.
Javier Treviño, al que conozco en los aledaños del nuevo Estadio Las Gaunas y convenzo para que me haga una foto, tiene muy presente uno de los cánticos de la afición de aquel CD Logroñés de Primera: "¡Abadía la prepara y Alzamendi marca gol!". Piropea a Alzamendi, "un uruguayo veteranísimo que se las sabía todas. Un perro viejo extraordinario. Muy buen jugador"; a Quique Setién, "aquí hizo una carrera extraordinaria. Ha sido de los mejores"; o a Ruggieri, "un gran central al que luego fichó el Madrid".
—¿Atila? No me suena... —responde, algo descolocado, Javier. Aquí ha jugado Salenko, que marcó cinco goles [todos ante Camerún] en un Mundial [el de Estados Unidos de 1994]. Pero ese Atila no me suena. Puede que no jugara aquí. A lo mejor no sería en Primera.
—O fue un fichaje esporádico —interviene su amigo José Ramón.
Javier se acuerda de los años de Marcos Eguizábal, que hizo "fichajes muy buenos: fichó a Ruggeri, Alzamendi y al Abuelo Cruz, un mexicano". Le digo que fueron el primer equipo que aprovechó la normativa de tener tres extranjeros. Una de las múltiples anécdotas que cuenta otro Javier, Javier Triana, en su libro ¡Goool en Las Gaunas!, editado por Ediciones del K.O. Una joya para los amantes del fútbol y del deporte, y también para los que se deshacen con las buenas historias.
El autor del libro saca jugosas y curiosas de los testimonios con pasado en el CD Logroñés. David Vidal es un pistolero de las palabras con un gran sentido autocrítico; Miguel Ángel Lotina tiene un perfil más reposado; Andoni Cedrún parece un showman... El barro del viejo Las Gaunas es casi un personaje. "¿Que si había césped bajo el barro? No me acuerdo...", bromea el propio Cedrún. "El fango también jugaba con el balón, para el pesar de los porteros", describe Javier Triana, que explica la investigación surrealista para localizar a Salenko. Su esfuerzo ha valido mucho la pela.
El nuevo Las Gaunas. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. |
Es una obra crítica estructurada como un reportaje de suplemento dominical. Es fresca, ágil y con diálogos generosos. Un libro valiosímo que navega a contracorriente. "¿Libros del Logroñés que no sean el de ¡Goool en Las Gaunas!? Hace muchísimo años que no se edita nada", me dicen varios libreros del casco antiguo. Una librera concreta más: "Se editaron hace mucho un par de tomos".
El libro está centrado en los 80 y 90, los más exitosos para un CD Logroñés que estuvo a punto de clasificarse para la antigua Copa de la UEFA, pero también hay un repaso del antes y del después. Ese después es un club, como explica Javier Triana, "deportivamente muerto desde 2009, judicialmente vivo, aunque agonizante". Ahora en el nuevo Las Gaunas juegan la SD Logroñés y la UD Logroñés. Aparecen en un último capítulo que seguro que no dejará indiferente a ningún seguidor de los dos equipos. Unos y otros coincidirán con el autor en que hay defectos de diseño en el nuevo Las Gaunas, inaugurado en 2002, cuando fue derribado el viejo, donde el CD Logroñés puntuó en el 72% de sus partidos. Un fortín en todos los sentidos, desde que el rival tuviese al público, literalmente, en el cogote.
Tanto Javier Treviño —"he visto a algunas señoras darle con el paraguas a los árbitros asistentes. Al principio había una vallita pequeña y los tenías al lado; me acuerdo que de crío he visto algún partido en un árbol por no pagar porque era mucho dinero"— como José Ramón "desconectaron" del CD Logroñés cuando la última vez que descendió a Segunda. En ese equipo jugaba el mítico Agustín 'Tato' Abadía. Gracias a ¡Goool en Las Gaunas! me enteré de que tenía una quesería en el casco antiguo de Logroño y le hice una entrevista para Cronómetro de Récords. Así que puedo decir que este libro me ha cambiado la vida. Una última recomendación, es mejor no leerlo en la biblioteca. Las carcajadas están aseguradas.
Título: ¡Goool en Las Gaunas! Autor: Javier Triana. Editorial: Ediciones del K.0. Valoración: 4.2 sobre 5.
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