La base del Gernika descompone a un Al-Qaceres persistente (66-54)
María Asurmendi, antes de lanzar un tiro libre. Foto: Toni Delgado. |
Toni Delgado / Girona
En una competición tan puñetera como la Copa de la Reina suelen sentirse como pez en el agua jugadoras a las que no les tiembla el pulso ni les puede la responsabilidad. Deportistas que juguetean con la presión como María Asurmendi (Pamplona, 1984), de largo recorrido en la Liga Femenina y, a excepción de su paso por el Perfumerías Avenida a finales del curso pasado, acostumbrada a objetivos modestos. Aunque el año pasado fue importante para que el CB Conquero diese la sorpresa en la Copa de San Sebastián y sueña
con repetir experiencia con el Gernika, al que condujo a las semifinales con 13 puntos en los últimos cuatro minutos (66-54).
con repetir experiencia con el Gernika, al que condujo a las semifinales con 13 puntos en los últimos cuatro minutos (66-54).
La base pamplonica es una mina para los fotógrafos porque es muy expresiva y un buen sostén para sus equipos porque es una jugadora de raza que no se arruga. Asurmendi no quería volver a pasar por el mal trago de ceder ante el Al-Qaceres por tercera vez en el curso y, de nuevo, tras perder una buena renta, en este caso 43-33 a los 23m 29s. Entre Alston, entera en la pintura, y Pamela Rosanio, muy fina desde fuera del perímetro, habían minimizado al descanso la baja incidencia de Forster, castigada con dos personales, en el Al-Qaceres (29-26).
El amago de despegue del Gernika llegó en el inicio de la segunda parte. Mokango quiso acabar rápido con la incertidumbre, pero surgió Forster y no acabó de aparecer Míriam Forasté, lastrada por las personales igual que Dacic. Aunque fue esta última, Rosanio y una omnipresente Forster las que acercaron al Al-Qaceres a una uña (53-52 a 5m 46s). Al partido le quedaba el recital final de María Asurmendi: 13 puntos en los últimos cuatro minutos: ocho tiros libres, un triple y una entrada. Carácter de Copa.
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