Cronómetro de Récords entrevista a su diseñador, Raúl Pena De la Rosa
Raúl Pena De la Rosa (Sevilla, 1978) no cree en las casualidades. "Las cosas siempre pasan por algo". Tiene poderosas razones para defender su teoría.
—Nunca se lo he contado a nadie, pero el primer dibujo que hice en el ordenador con un programa de diseño fue... ¡Una tortuga! Trataba de aprender la técnica del dibujo con un libro de ilustraciones...
Más de media vida después, el diseñador Raúl Pena De la Rosa, de Koan Estudio, ha creado Tina, la mascota del Mundial de baloncesto femenino de Tenerife (22-30 de septiembre). Es una tortuga boba, una especie que puede vivir más de 100 años, "aunque al principio es tan frágil que por cualquier tontería puede morir. Las que sobreviven son capaces de recorrer trayectos de 15.000 km. Es muy frecuente encontrarlas en las aguas de Tenerife". Tina simboliza el deporte, "una lucha continua por creer en uno mismo, derribar y esquivar obstáculos, como la falta de confianza, las lesiones... Quien llega no solo lo hace por sus cualidades físicas, sino también por su fuerza mental".
El diseñador sevillano también se siente tortuga. "Muy tortuga", puntualiza, "porque voy lento [risas]. Lo reconozco, muchas veces desespero a los clientes y clientas porque quiero estar muy seguro de lo que presento siempre". Siempre va a contrarreloj. Siempre igual.
—El tiempo es mi mayor enemigo –lamenta.
—¿Y cómo se puede luchar contra el tiempo? –le pregunto.
—Buff... Aunque parezca raro, con una pausa para pensar. La tranquilidad te acerca a encajar las piezas del rompecabezas. Si te metes en la dinámica del aquí y ya, siempre perderás el partido. Cada cliente es un mundo y tienes que conocer sus deseos y necesidades, hablar en su idioma. Muchas veces parezco más un psicólogo que un diseñador.
Cuando recibió el encargo de la Federación Española de Baloncesto (FEB), Raúl Pena De la Rosa se exigió muchísimo. Quería hacer algo "especial y abstracto" y alejarse de la mascota convencional de los acontecimientos deportivos. "Pensé en algo relacionado con la cultura de Tenerife, pero no logré concretar la idea", reconoce. Le obsesionó la técnica y no el alma: "Es deformación profesional. Cuando recibes una oportunidad así, quieres que brillen el diseño y los colores, y que sea original. Al final, me di cuenta de que lo importante era que emocionase".
Fue entonces cuando pensó en que la mascota tenía que ser un animal y el primero en el que cayó fue en una tortuga boba. "Vi que tenía que dar con algo cercano y simple que llegase de verdad. Así nació Tina, un personaje real cuya historia tenemos día a día ante nuestros ojos. Es una tortuga bonita y simpática, pero tiene algo más, y la gente lo ha sabido apreciar", describe.
El vicepresidente Ejecutivo de la Federación Española de Baloncesto, José Montero, recalcó en la presentación que Tina es la "embajadora" del Mundial de Tenerife. "Es la representación y personificación del campeonato", añade Raúl Pena De la Rosa. Las mascotas siempre son fundamentales y tienen un vínculo especial con la afición y los y las deportistas. Hay muchos ejemplos. Uno de los últimos, este verano en los Europeos de atletismo al aire libre de Berlín: la mascota se acercó a Susan Krumins, exhausta después de completar segunda la final de los 10 km. La danesa no tenía energía para levantarse y Berlino le ayudó a hacerlo. "Esa escena es muy simbólica y emocional. Representa tantas cosas... Las mascotas nunca mueren", remata.
Tina también es cercana. En su presentación no paraba de aplaudir, saludar y lanzar besos voladores. Le pregunto a Raúl Pena De la Rosa qué voz le pondría a su criatura. Tarda medio segundo en contestar: "La de una niña de Tenerife, por ese acento tan bonito de la isla y la espontaneidad, naturalidad y hospitalidad de sus habitantes. Te abren las puertas de su isla. Quien vaya al Mundial volverá encantado con el torneo y del trato de su gente".
Sabe de lo que habla el diseñador porque conoce bien Tenerife. "Insisto, no creo en las casualidades. Este año he ido mucho allí por motivos de trabajo y me acabó viniendo esta oportunidad...", confiesa con acento canario. No percibo el andaluz. No soy el primero que se lo dice: "Nací en Sevilla, pero he vivido 30 años en Huelva, una de las zonas de Andalucía donde hay menos acento cerrado. ¡Así que los cojo todos! [Risas]".
Nunca olvidará a Tina porque Tina, aunque no hable, le ha regalado muchas palabras. Se emociona: "Llevo mucho tiempo picando piedra en un oficio que me encanta. Soy diseñador desde que me levanto hasta que me acuesto y un encargo así, tan bonito, no tiene precio. Tampoco que compañeros que han trabajado conmigo se alegren por mí y me digan que me lo merezco. La respuesta es lo que más me ha llegado".
El entrevistado desprende tanta energía como pasión. Lo suyo es vocación pura y dura. Con 18 años ya montó su agencia. Su pareja le repite que vive en los mundos de Yupi y su madre se ha pasado la vida pidiéndole que baje de la nube.
—Convencer a la gente de que estoy trabajando cuando estoy en la nube es complicado. Quienes nos dedicamos a esto vivimos con la cabeza echando humo. En mil historias –confiesa.
Tina siempre será uno de sus capítulos favoritos. "Estoy seguro de que lo más bonito está por llegar, cuando Tina esté haciendo de las suyas en la pista, durante el Mundial, integrada en el ecosistema del campeonato. Cuando la vea en el pabellón o en la tele, seguro que se me pondrá la piel de gallina", cierra.
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