jueves, 16 de agosto de 2018

Lucía Méndez: "En Paraguay acogen muy bien a quien viene de fuera"

Cronómetro de Récords entrevista a la ala-pívot del CDB Clarinos, campeona del Torneo Apertura de Paraguay con el Sol de América

Lucía Méndez besando el trofeo del Torneo Apertura de Paraguay. 
—A mí no me engañas. A ti te pasa algo...  –le suele decir su amiga Elisabet Vivas. 

Entonces, Lucía Méndez (Ourense, 1988) se encoge de hombros y confiesa qué le sucede. "¡Eli me pilla rápido! Soy muy expresiva y transparente. Pago con la cara, aunque tampoco creo que sea algo malo", comenta a Cronómetro de Récords la ala-pívot del CDB Clarinos Ciudad de los Adelantados. Lucía Méndez acaba de ganar el Torneo Apertura de
Paraguay con el Sol de América en una final muy reñida ante el Félix Pérez Cardozo. 

—¿Qué pensaste cuando sonó la bocina?
Pegué un grito de felicidad y empecé a saltar con las compañeras. En ese momento descargas la emoción, la tensión, los nervios, la alegría por conseguir el título... Jamás olvidaré esos instantes. La final fue súper intensa e igualada [208-201 entre los tres encuentros]: ganamos el primer partido en nuestra cancha y perdimos fuera el siguiente. Rematamos el torneo en el polideportivo Luis Oscar Giagni. Ante nuestra afición.  

—¿Cómo surgió la propuesta del Sol de América? 
Hacía tiempo que quería tener una experiencia en el extranjero y supongo que mi representante le envió vídeos míos a diferentes equipos. Entiendo que al Sol de América le gustaron y por eso contactaron conmigo. Nos entendimos muy rápido. 

—Habías podido jugar antes en el extranjero. 
Por unas cosas u otras no había dado el paso. Este verano vi que era el momento y me atreví a afrontar el reto.  

—En Paraguay has coincidido con un gran grupo humano. 
Las compañeras y el personal del club se desvivieron para que Sierra Moore y yo nos sintiéramos como en casa y no nos faltase nada. En Paraguay acogen muy bien a quien viene de fuera: hemos conocido a la familia de cada compañera, nos han invitado a comer, en las tardes libres nos hacían de guías... Increíble. De diez. 

—¿Jazmín Mercado te ha dado alguna idea en tu rol de capitana del CDB Clarinos Ciudad de los Adelantados con Eli Vivas? 
En realidad la capitana es Eli Vivas. 

—Sois capitanas las dos, ¿no?
Sí. Más que decir las cosas, intento, sobre todo, animar cuando en las peores situaciones. Eli es quien tiene carácter. Es como la poli mala. ¡Y yo, la buena! [Risas]. No lo pongas que se me enfada seguro... [Se ríe]. No tengo esa actitud de ponerme seria y exigir.  

—¿Qué aprendiste de Jazmín Mercado entonces?
Es un libro abierto: sabe qué y cómo decir las cosas en cada momento. Jazmín tiene carácter, personalidad y  liderazgo para hacerlo y sabe llevar a su equipo a la perfección. El grupo la respeta y sigue. Muchas veces aquí nosotras no intentamos guiar tanto al grupo y delegamos más en los entrenadores y entrenadoras. 

—"No tengo un trabajo fijo, pero sí uno que me apasiona, y me ha dado lo mejor y lo peor hasta ahora, pero me ha llenado de vida", escribiste en las redes sociales el día de tu 30º aniversario. ¿Qué es el baloncesto para ti?
Todo. No me imagino la vida sin baloncesto. Algunas de mis amigas que no son jugadoras son funcionarias o tienen un trabajo fijo. En definitiva, disfrutan de la estabilidad que no tengo, pues mi principal fuente de ingresos es el baloncesto. He estado bastante en el mercado laboral, pero con faenas que no eran fijas. He apostado por un deporte que me ha llenado de vida (experiencias, personas, alegrías, llantos, dolores de cabeza...) y me ha hecho vivir tantas cosas desde que salí de casa con 20 años... Cuando juegas a este nivel, el baloncesto se convierte en tu vida y prioridad. Lo antepones a estar cerca de la familia y amigos e incluso a trabajar.  

—Hablando de tus inicios, el año de tu debut en Liga Femenina 2 coincidiste con Mar Xantal y Laura Grande en el CB Pío XII. 
Las recuerdo con mucho cariño. Yo era una niñata que no sabía nada y entrenar con ellas fue un lujo porque me ayudaron tanto... Mar, que jugaba en mi posición, me exigía por mi bien. Con 19 años quizás me venía un poco abajo por lo que me decía en el entrenamiento, pero en casa veía que Mar lo hacía para que mejorase. Siempre me daba consejos e indicaciones. ¿Y qué te puedo decir de Laura? Era una base que siempre nos buscaba a las jóvenes en la pista para que jugásemos. Quería que anotáramos y cogiéramos confianza.  

—¿Cómo ayudas a las jóvenes para sientan cómodas, estén en tensión, crezcan y aprendan?
Sobre todo intentamos que, aunque no tengan minutos, no se desanimen. Queremos que vengan a entrenarse motivadas y con ganas de mejorar y ganarse algún minuto. Sin ellas muchas veces no podríamos hacer ni cinco contra cinco ni entrenarnos. Son fundamentales y siempre se lo recordamos. Las ayudamos y nos ayudan. 

—En el fondo, se trata de que se sientan útiles. 
Exacto. Que no crean que venir a entrenarse con el Liga 2 es una putada que les quita tiempo de estudio o de otras cosas. Son muy importantes para el grupo. De hecho, forman parte de él. 

—Un buen espejo para ellas sería Carmen Fernández, eterna capitana del Uni Ferrol.  
Tal cual. La conozco bien [coincidieron en el Uni]. Creo que todo el mundo debería de tener una Carmen en su equipo. Nunca vi a nadie capaz de hacer tan buen grupo, generar tan buen rollo y transmitir tanto. Carmen es súper necesaria. 

—Juega poco, pero nadie la gana en implicación ni anima más que ella. Así también se juega. 
Carmen es de otra pasta. No es fácil su papel, pero nunca tiene excusas y curra muchísimo. Además, compagina el baloncesto con su profesión de enfermera. Siempre está alegre e intenta que sus compañeras se sientan bien. Es una gran persona, compañera y amiga. 

—¿Qué te parece el acuerdo entre el CB Clarinos Ciudad de los Adelantados y el Aikitas Basket? El club santacrucero, que jugará en Primera Autonómica, podrá contar con séniors y juniórs del Clarinos. 
Es una gran oportunidad para las júniors que pasan a séniors y que quizás no dispondrán de minutos en Liga Femenina 2. Así podrán seguir jugando en una competición que les exigirá y les hará mejorar para adquirir más tablas cuando suban al primer equipo. 

—"Es una gran alegría para el club, pues es imprescindible en nuestro esquema de juego y sabe lo que queremos en todo momento". Así valoró Claudio García, tu entrenador, tu renovación por el CB Clarinos. 
Nos conocemos mucho. Sé qué quiere y me ciño a eso sin tratar de hacer más ni ser anárquica. Ésta será nuestra cuarta temporada juntos y entiendo lo que quiere. Por eso quizás dice que soy imprescindible... Porque le comprendo. [Se ríe]. 

—¿Eres muy entrenable? 
Sé que hay que hacerle caso y ya está. Creo que Claudio sabe que no le voy a fallar y que, esté de acuerdo o no con lo que diga, le apoyaré. Sé que confía mucho en mí. Lo noto.  

—Después de tantas fases de ascenso seguidas, ¿cuál es el objetivo del CB Clarinos Ciudad de Los Adelantados esta temporada?
Cuando nos reunamos, nos marcaremos las metas. Creo que, por lo menos, deberíamos de aspirar a volver a una fase de ascenso a Liga Día. 

—¿Hay algún equipo que te llame especialmente la atención?
El Estu me parece un equipazo y Alcobendas está fichando bien, aunque tampoco sé si las plantillas están cerradas o no. 

—Este año tendrás pocas vacaciones, ¿no?
Un par de semanas ahora, en agosto, y descansé también en mayo. ¡Así no sufriré en pretemporada! [Risas]. Seguiré entrenándome, pero a un ritmo más tranquilo para darle una tregua al cuerpo. Tampoco puedo estar quieta mucho tiempo. 

—Las jugadoras que no juegan en otros países y/o en las seleccciones se pasan casi la mitad del año entrenándose solas. La situación es un poco triste. Bueno, lamentable. 
Son cinco meses de parón... Muchísimo tiempo. Este año he tenido la suerte de jugar en Paraguay dos meses. Allí no hacíamos doble turno de entrenamientos. Era uno. Me ha venido genial para mantenerme en forma y, exceptuando las últimas dos semanas, que han sido muy duras, lo he llevado bastante bien. 

—¿Son muy diferentes los entrenamientos en Paraguay?
Más cortos (no duran más de hora y media) y quizás más intensos. En Paraguay el baloncesto es bastante físico: el juego tiene un ritmo alto. Quizás aquí nos fijamos más en los detalles y explicamos más cosas. ¡Allí es un no parar! Al final, es baloncesto y cada técnico y club tienen sus métodos. Como en todos los sitios. No es tan profesional como en España. Todas las jugadoras trabajan. 

—¿Los medios de comunicación siguen bastante la competición? 
Han dado las finales por la tele y los periódicos también las han cubierto. Durante el torneo el seguimiento es menor o, por lo menos, yo lo he visto así. En las redes sociales del Sol de América sí nos han seguido mucho, pero no a nivel nacional.  En las finales se esmeran y tuvimos una presentación tipo NBA con luces apagadas, focos, humo y todo.  

—Es una lástima que el Olimpia, uno de los grandes equipos del torneo, no apostase este año por el femenino y no compitiese... 
Sí. No sé muy bien qué pasó. Al final, éramos dos rivales fuertes, el Félix Pérez Cardozo y nosotras. El resto, y lo digo con todo el respeto del mundo, estaba un escalón por debajo. Éramos los dos equipos con refuerzos de fuera, y eso  se nota. 

—¿Se te ha pegado alguna palabra de por allí?
¡Boluda! [Risas]. La digo para hacer broma. Es imposible que se me pegue nada porque ellas mezclan el guaraní con el español. Mis primeros días allí era como... "¡Menos mal que hablamos el mismo idioma!", me decía.  

—¿Cuál es tu rincón favorito de Paraguay?
El lago Ypacaraí. ¡Es espectacular! Tiene magia y es infinito. Me quedé embobada observándolo y me puse a pensar en mis cosas. Son momentos de soledad necesarios. Paraguay me ha encantado. 

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